Resurrection Fest @ Celeiro (Viveiro, viernes 29/07/2011)

Si el día anterior tuvimos problemas para entrar al recinto por culpa de recoger los pases de prensa, esta vez también accedimos algo tarde debido a las colas de la entrada, que avanzaban lentamente debido a la decisión que ya os habíamos comentado de compartir la misma puerta para los que ya teníamos pulsera y los que tenían que canjear su entrada (que lógicamente ralentizaba bastante el proceso). De esta manera nos perdimos a Dawn of the Maya pero, afortunadamente, conseguimos ver íntegro el concierto de Bastards On Parade que a continuación os narrará nuestro compañero y amigo Jimmy Jazz.

Jimmy Jazz: A los Bastards on Parade sí que no queríamos perdérnoslos y eso que tiendo a desconfiar de todas estas alternativas de punk-folk que suenan muy parecido. La verdad (aún sin cambiar de mentalidad) es que he de reconocer que la propuesta que sacaron estos coruñeses contentó a todo el mundo y a mí el primero. Lejos de la oscuridad de otros grupos, los Bastards animaron a las masas a primeras horas de la tarde (algo nada fácil) y gozaron de un sonido excelente. Hay que reconocerles el mérito y la presencia de tantos instrumentos distintos, ganas nos quedaron de verlos de nuevo y a ser posible en sala, con una jarra de Guinness o al menos con varias tazas de más de vino blanco. Su paso por el Resurrection no tuvo ninguna pega.

Lo malo de la falda es llevarlo todo colgando… porque no tiene bolsillos.

Por otra parte, el circle pit que clavaron los Switchtense en la carpa Jaggermeister para toneladas de compatriotas y no compatriotas nos dejó con el culo torcido. Un Muito Bem en grande. El cantante eléctrico condujo a la banda por una descarga potentísima de metal de las que aturde, vuelven loco al público y yo solo recuerdo en irme fijando en uno a uno de la banda y anotar en mi libreta «increíble batería…» «incansables guitarristas…». Un más que buen sabor de boca el que dejaron estos tipos.

El logo de Jäger está perfectamente enfocado, que se note quien paga.

Mr. Mandarina: Vera Cruz empezó con varios problemas de sonido con un micrófono. A pesar de la mala suerte de este contratiempo y el ya consabido mal sonido del escenario Monster (el bajo atronaba), hicieron un show muy decente para ser uno de los nombres pequeños del festival. Con simplemente un EP de cuatro canciones en el mercado, y a pesar de empezar a grabar disco justo después de su paso por Viveiro, mostraron un setlist digno e inesperado por la fuerza con la que ejecutaron cada una de sus canciones. Intentaron que la gente se acercara más al frente, pero el público no estaba muy por la labor todavía. No desesperaron, aún así. Se pueden hacer grandes cosas sin necesidad de dos guitarras.

Estuve por ponerla como foto para The Bouncing Souls, nadie lo notaría.

Axionymous: Alea Jacta Est cantaba la mayoría de sus canciones en inglés y se dirigía al público en español, pero ya podía ser esperanto porque no se entendía mucho en ninguno de los dos casos. A pesar de cumplir todos los clichés hardcore (mi favorito sigue siendo pedir palmas en una intro cuyo ritmo no tiene nada que ver con la canción a la que precede), la variedad en los registros vocales sí que consiguieron que no cayesen muy hondo en el saco de grupos del festival que sonaban semejantes. Con canciones como Patriota o Today Friends, Tomorrow Enemies consiguieron sacarme un poco del aburrimiento que me había causado Vera Cruz, aunque todavía les faltaba algo para poder decir que me gustaron.

Mr. M: La decepción del festival vino de la mano de los Architects. Me esperaba mucho más. Era su primer concierto en nuestro país y congregaron, obviamente, a mucha más gente que los anteriores grupos. Esta vez el escenario Monster no tuvo nada que ver, aunque también contaron con problemas con los micrófonos. Fueron de más a menos. Day in Day Out y Delete, Rewind auparon a la gente de camino a la euforia, incluso creí que estaban haciendo un buen concierto, pero se quedaron a medio camino. No se puede animar a la gente y después meterles un bajón con la canción más lenta del mundo (señores, escojan bien su setlist). Wall of Death con This Confession Means Nothing de su Nightmares, Red Eyes, Hollow Crown, la pausadísima e inadecuada Heartburn, Follow the Water y Early Graves para finalizar e intentar animar a la gente. Pero el desastre ya se había consumado. Me dejaron muy mal sabor de boca.

¿Lo mejor de todo? La arquitectura de la zona VIP.

Pero por suerte no duró mucho. Ahí está la escena nacional, y ahí está Nothink, abanderados, junto con Toundra, de la discográfica Aloud Music. Un rock brutal que te hace botar a la mínima de cambio. Empezaron con un «Hola, somos Nothink y venimos a colarnos en vuestra fiesta», y vaya si lo hicieron. No hubo distinción, todos disfrutamos de su directo. Temazos como Kill! Kill! Genocide, o Welcome to Hill Valley nos abrieron los ojos, y nos hicieron comprobar, con incredulidad, cómo esta banda no se ha hecho todavía un hueco entre los nombres más importantes del país. Lo merecen, merecen estar mucho más arriba de donde están, y espero que solo sea una cuestión de tiempo. Un gran minipunto a la organización por contar con ellos. «Gracias por tratarnos como lo hicisteis».

¿Cómo sé que no toca hardcore? Pues porque no va a la moda.

JJ: Los Bouncing Souls eran sin duda uno de esos grupos a los que tenía demasiadas ganas de coger. Parecía que podían ser de esos que llegan a la chita callando y que parece que solo convencerán a los hardcoretas-punkiskaters pero nada más lejos de la realidad. Se comieron al respetable. Para mí uno de los puntales de la edición de este año, un setlist donde además no faltaron clasicazos como Kids And Heroes, Here We Go o la obvia True Believers. Si hay alguien que no estaba dando zapatilla (Vans) cuando tocaron los Bouncing que me mande un e-mail. Un cantante que se bajó hasta el público y un grupo al que le salió todo dejaba en una posición difícil para el día siguiente a Pennywise.

Las nubes acompañarían gran parte de la tarde-noche.

Y aquí amigos al comité Tanaka le entró el hambre: simple y llanamente. Llevábamos dos días sin comer, maltratados por las escasísimas raciones de astronauta que nos había mandado la oficina de racionamiento y nos lanzamos como bestias a un puesto de churros que había a la entrada pensando que desde las afueras podríamos escuchar los temas de Six Ft. Ditch. Nada más lejos de la realidad, el éxtasis producido por esa chocolatada veraniega hizo que empezáramos a gritar en hebreo alabanzas al señor y que nuestros gritos acallasen al sonido que nos llegaba del festival. Tras empezar a hacer cánones a tres voces y que la policía local viniera a pedirnos autógrafos, eso sí, en una libreta amarilla donde apuntaban cantidades nada desdeñables de dinero a apoquinar, corrimos ya fuera del éxtasis de la churrería para escuchar los últimos acordes de Gorilla Biscuits ante los cuales respondimos con la boca manchada de chocolate los tres al unísono: HARDCORE BUENO.

Ax: Antes de que comenzase Sylosis se dio un fenómeno interesante: una gran parte del público comenzó a corear su nombre antes siquiera de que saliesen a escena; y es que había muchas ganas de disfrutar de algo de metal de manos de los británicos. Era la hora de las brujas cuando abrieron con Empyreal y sus rasgueos virtuosos de guitarra en afinación estándar, dándome la primera alegría metalera de lo que iba de festival. Suyos eran también los interludios clásicos del melodeath que parecían robados de la pluma de Michael Amott. Mantuvieron la comunicación con el público al mínimo, casi limitándose a anunciar los temas como A Serpents Tongue con afán de aprovechar el poco tiempo del que disponían; y es que, tras poco más de media hora, abandonaban el escenario entre silbidos, seguramente dedicados a la organización por el poco tiempo ofertado para el grupo.

Aunque parezca mentira, el virtuosismo no está reñido con las dilataciones.

Sin casi tiempo para reponernos de este último conciertazo, arrancaba en el escenario grande una introducción de O Fortuna en versión acelerada: era el turno de Bullet For My Valentine, uno de los platos fuertes de la noche, pese a la oposición de un sector más duro de los asistentes, y el primero hasta el momento en usar un muro de amplificadores tan alto como falso. Tras dicha intro, comenzó la tralla de la batería a la que se le fueron uniendo el resto de instrumentos de una manera acompasada hasta que llegó la voz, fácilmente caracterizada por el empleo de efectos de sonido sobre ella. Y lo mismo se puede aplicar a las guitarras, especialmente en los solos y en los riffs paralelos que ejecutaban. Temas como Waking the Demon y The Last Fight llenaron los primeros minutos de su actuación hasta que comenzaron con Four Words, una de las tres del primer disco que tocarían en el día de hoy.

Esta última les llevó a un breve descanso tras el que salió Matt Tuck con su guitarra a interpretar una balada que empezaba, pero no seguía, como alguna de las clásicas de Gamma Ray. El momento tranquilo llegó cuando gritó «now!» y se incorporaron el resto de instrumentos dando más caña. Hacen un amago de irse y sería en el subsiguiente bis cuando sonaron las primeras notas de Tears Don’t Fall y la gente enloquecía. No contentos con ello, volvieron a irse para retornar con una versión del Creeping Death de Metallica en el que, aunque se notaba el toque Bullet, la mayoría de solos y riffs sonaban calcados al original. Terminarían con dos canciones más de Fever, su álbum del año pasado: Alone y Begging for Mercy. La mayor pega es que duró más del doble que la actuación de Sylosis.

Para compensar metemos otra foto más de los de Reading.

Emprendimos en ese momento la marcha hacia la carpa de Jägermeister, dónde estábamos dispuestos a disfrutar del original concierto acústico de Authority Zero, que se habían ofrecido para tapar alguna de las bajas del día. El sonido de las guitarras eléctricas en las pruebas de sonido nos hizo desconfiar un poco pero no le dimos mayor importancia, la sorpresa vino cuando comenzó la actuación (que de acústico no tenía nada) y subió el caricaturesco cantante de The Adicts al escenario. Ante este despropósito no anunciado de la organización, todos nos acordamos de las dos chicas que llevaban todo el día correteando con las caras maquilladas como Monkey Warren, imaginándolas en el escenario opuesto esperando en primera fila hasta que se escucharon los primeros acordes a varios metros de distancia con la gente ya congregada. No sabemos si esta imaginación fue realidad o no, pero me sirve para ilustrar la falta de comunicación en este aspecto.

Pero volvamos al aspecto musical. Tras una introducción en off que se nos hizo larga, saltaron al escenario los músicos de The Adicts con sus pintas de drugos tocando una versión punk del movimiento final de la novena sinfonía de Beethoven (el Himno de la Alegría, vamos). El cantante aparecería justo a tiempo para recitar los primeros versos de Joker in the Pack, al que seguiría Let’s Go mientras se dedicaba a lanzar cartas de diferentes tamaños al público, serpentinas y confeti. Continuaron con otras canciones de marcado carácter punk ochentero muy sencillas y que destilaban colegueo y diversión; mientras tanto, se nos obsequiaba con unos juegos de manos entre tema y tema que llevaron a mi compañero Mr. Mandarina a comentar «…paliaban su escasa presencia musical con un espectáculo usual circense». Y puedo estar de acuerdo en esa afirmación con algunos matices; si bien es cierto que las voces en general iban un poco justillas y que las payasadas se redujeron en número tras los primeros cinco temas, es ese toque de no tomarse muy en serio la que caracteriza al grupo. Ellos mismos dijeron: «it’s all about having fun. Welcome to our party».

Dicho por él tiene su gracia, si lo dijese el Joker explotarían cosas.

Y vaya si convirtieron la carpa en su fiesta. Prosiguieron con Viva la Revolution, que o bien te sabías o te aprendías en 12 segundos, y una versión de I’m Singing in the rain» que retornaba de nuevo a Himno de la Alegría como broche final. Pero obviamente ahí no acababa la noche porque volvieron con todavía más energía, serpentinas y balones hinchables para realmente culminar con You’ll Never Walk Alone, una canción que siempre tocan, y Bad Boy. Y el que no se llevó un recuerdo físico de este concierto es porque no quiso, ya que entre cartas, pelotas, guantes, ropa, etc., debieron lanzar al público más de la mitad de lo que subieron al escenario.

Con la satisfacción del deber cumplido, y viendo que el escenario grande ya estaba recogido y que el pequeño iba por el mismo camino, nos retiramos a nuestros aposentos. Al día siguiente nos enteraríamos de que finalmente se realizó el acústico de Authority Zero al final de todo, pero como no teníamos manera de saberlo lo único que podemos hacer es volvernos a quejar de la organización y pediros perdón por no poderlo criticar.

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Acerca de Axionymous

Fanático de la música en todas sus vertientes, desde el heavy metal hasta el black metal, pasando por el thrash metal, speed metal, death metal, folk metal, symphonic metal, viking metal, epic metal, gothic metal, power metal y esa música rara que hace el tipo del cubo en la cabeza.

13 comentarios en “Resurrection Fest @ Celeiro (Viveiro, viernes 29/07/2011)

  1. Papafritas!!!!!!!
    Cualquier excusa es buena para colarse en un festival sin pagar ni un duro, que sois «prensa»?
    Sois fotografo y críticos? PAPAFRITAS eso es lo que sois unos PAPAFRITAS
    Pero eso esta bien tiene que haber de todo en la viña del señor hasta intrusos en los festivales que tienen un blog para sacar un pase de prensa y comer churros.
    Que pena la organizacion que se les cuela esta gentuza, ese es el unico punto negativo del Resurrection.
    Ramoncín

    1. ¿A quién estás llamando prensa? En Tanaka somos 6 panaderos, 4 electricistas y 3 beliebers, ni un sucio periodista.

  2. Buah neeeno!! Es que escribir a esas horas deberia de estar prohibido,una de dos, o aun no llega la sangre al cerebro o las neuronas no rigen para nada debido al maltrato ocasionado a lo largo de la noche anterior. Que hay que sospechar de lo segundo al ser jueves night xD

    Enhorabuena por decantaros por esa churrería, para mi era la mejor. Y un tirón de orejas bien grande por no dignaros a ver a GB, os daba tiempo de sobra de tomaros los churros en Six Ft. Ditch, a mi no me la colais, os estabais tajando fino.

    Papa Het, toma nota!

  3. Era yo el de antes, supongo que os dariais cuenta por mi elaborado discurso xD

  4. Lo de ARCHITECTS fue para olvidar. El sonido pobre (Escenario Monster, dónde si no) y setlist lamentable. Tienen tralla de sobra para salir victoriosos y van y se clavan Hollow Crown y Heartburn seguidas en un bolo de 40 minutos. Sigo esperando que vuelvan pronto, pero que en España se dejen los huevos y ofrezcan algo memorable como cada vez que tocan en Londres.

  5. Que manía gasta mi hermano de no mirar con que cuenta está…

    Yo me enteré del concierto de Authority por vosotros y vosotros no os enterasteis? LOL

  6. El tocho que empieza con el Buaaah neno! Ponselos a nombre de Adrianxunkeira xD

  7. Yo pondría algunos titulares sobre el festival. Ahí van:
    – YOUR DEMISE, de lo mejorcito del jueves.
    – BULLET FOR MY VALENTINE callan muchísimas vocas con su magnífica actuación.
    – GORILLA BISCUITS hace vibrar a los «resus» el viernes.
    – Esperábamos más de MESHUGGAH y BRING ME THE HORIZON.
    – PENNYWISE eran los más esperados y, junto con BULLET FOR MY VALENTINE, fueron los que presentaron una mayor asistencia de público.

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