Parece que Björk (también conocida como la celebridad islandesa con peor gusto a la hora de vestir) está de moda últimamente, ya que además de sacar nuevo single, también es noticia porque resulta que ayer mismo le fue entregado el prestigioso premio Polar Music Prize compartido ex-aequo con el gran compositor Ennio Morricone. Para quien no tenga constancia de qué viene siendo el Polar Music Prize, éste viene siendo el equivalente al Nobel en la música, con lo cual quienes lo otorgan tienen un evidente y consabido criterio a la hora de elegir los premiados, y no sucede lo mismo que en otros premios de la industria musical, que normalmente se los llevan artistas poco merecedores de ellos, cosa que a un servidor le saca de quicio enormemente.

El premio les fue entregado ayer mismo, como ya decía, en una pomposa ceremonia televisada y llena de invitados de diversa índole (musical, política, real, etc…) en el Concert Hall de Estocolmo, a manos de el Rey Carl Gustaf de Suecia. En la susodicha ceremonia hubo también algunas actuaciones en honor a los receptores del premio, que por lo que parece, estaban encantados de recibirlo (naturalmente, ¿qué iban a decir sino?). El premio consistía en 1.000.000 de coronas suecas, por lo tanto algo más de unos 100.000 euros, para cada uno de los premiados, así como unos trofeos muy… particulares, hecho cada uno de ellos a medida de los ganadores y personalizados.

Björk y Ennio Morricone, amenzanando al público con la mirada.

Por lo que podemos leer, uno de los responsables de que el premio les fuera otorgado a estos dos artistas, decía lo siguiente en relación a que la polifacética y polémica artista Björk fuese una de las galardonadas con este premio:

«Con su música y letras tan profundas y personales, sus precisos arreglos y su única voz, Björk ya ha dejado una marca indeleble en la música pop y la cultura moderna para un largo tiempo, a pesar de su relativa juventud.»

«Hay que joderse, mi hija Isadora pinta mejor…»

Por otra parte, el mismo portavoz también tenía palabras de elogio para el gran Ennio Morricone, a quien dedicaba el siguiente alegato, casi tan sentido en sus palabras como el anterior hacia la otra galardonada, para no generar celos:

«Él creó un nuevo tipo de música que sentó las bases durante medio siglo en la forma de hacer música para películas, pero también influenció en inspiró a un gran número de músicos en las esferas pop, rock y clásica.»

«¿Y esto qué es, majo?»

En resumen, un merecido premio para dos personajes con nombres propios en la historia de la música, cada uno en su ámbito, claro está. Ambos son claramente merecedores de esta distinción por su gran aportación a la música y por abrir nuevos horizontes a la hora de escuchar, componer y concebir la música a millones y millones de personas a lo largo, ancho y alto del globo terráqueo. ¡Un brindis por estos dos fenómenos que ven su enorme trabajo reconocido! ¡Chin-chin! Y ojalá cundiera el ejemplo y el resto de premios de la música comenzasen a tener el criterio que tienen en el Polar Music Prize.

Vía: Billboard y Spinner
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