Era su primer día de trabajo. Yannick Houbben acudía con nerviosismo a su cita en la guardería De Mereltjes, en Bélgica. Hasta aquí todo bien. El problema vino cuando vieron su vestimenta: tenía una camiseta de KISS con Gene Simmons con cara de satánico y maligno total. La típica, vamos.
Houbben contento, antes de entrar en la guardería (al fondo).
Casualidades de la vida, a finales de enero un loco de 20 años llamado Kim De Gelder, apuñaló a quince personas en otra guardería belga, matando a dos niños (de 6 y 9 meses) y a otro empleado de la guardería. Ya hay que ser desgraciado y cosas_peores para hacer eso, pero bueno, el problema era que también era fanático de KISS. La prensa llegó a decir que había hecho esta masacre con la cara pintada de blanco y negro (como los chicos de KISS), pero después se demostró falso.
Uno de los padres de esta guardería se negó a traer de nuevo a su hijo mientras Houbben siguiese trabajando en la guardería. Le dijeron al pobre chaval si podía ir a casa a cambiarse, cosa a la que accedió inmediatamente. Una vez en casa, le llegó una llamada telefónica de la directora de la guardería informándole que no era necesario que volviese, que estaba despedido.
Houbben ya no tan contento, en casa, tras recibir dicha llamada.
La directoria afirmó a un periódico local que la gente había pasado por un momento muy duro con lo del asesinato anterior, y que era mejor para él y para todos que empezara de nuevo «limpiamente». Menos mal que no le preguntaron por sus videojuegos preferidos, que fijo que uno de ellos era el Final Fantasy y la liábamos parda. Obviamente, nuestro chico metalero está estudiando emprender acciones legales contra la guardería por despido improcedente. Desde aquí, nuestro apoyo incondicional a los heavies marginados por el mundo, como Jorge el Hardcore.
Vía: Blabbermouth.