Y digo salen, porque hablo de Hevia y sus dos acompañantes. Pero empecemos por el principio. Resulta que el día 29 de julio a eso de las 23:30, Hevia y los dos acompañantes (que no sé quienes son o qué pintaban ahí), iban en un avión de la compañía Air Nostrum camino de Madrid procedente de Nápoles. Y así resumiendo, la lió parda. Como Melendi en su día.

Es que claro, la gaita le rascó toda la pintura del techo

Todo esto según las fuentes aeroportuarias, claro, la versión del gaiteiro aún nos es desconocida. Parece ser que el piloto solicitó la presencia de efectivos de la Guardia Civil en el momento del aterrizaje de la nave, puesto que tres pasajeros del vuelo estaban alterando el orden. Y se ve que al comandante de la nave (cómo tiene que molar que te llamen así) le faltó tiempo para presentar una denuncia contra el músico y los acompañantes. Se ve que liarla en un avión incumple una ley o dos.

Vía: 20Minutos
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