Aunque al principio pueda parecer un anuncio de IKEA o algo así no lo es. Está bien encontrarse de vez en cuando con un vídeo de este estilo que no acabe con un mensaje relacionado con el mundo consumista en el que vivimos. No contaré nada más para no chafar la idea:
Si es que se me caen las lagrimillas y me dan ganas de tener hijos. A partir de ahora, mi fondo de pantalla es oficialmente el último frame de este vídeo.