Un año más, desde 1939, se vino a celebrar el Concierto de Año Nuevo que la Orquesta Filarmónica de Viena ofrece en el Musikverein de la ciudad austriaca.
Retransmitido en directo a 72 países por todo el globo, y por primera vez en alta definición, una Großer Saal a rebosar se vistió de gala con 30.000 flores provenientes de Sanremo, Italia, para recibir a Georges Prêtre, el director más longevo (y también el único francés) que jamás ha dirigido este concierto, con 85 años a sus espaldas. En declaraciones anteriores, el francés expresaba su deseo de que «durante dos horas todos olviden sus problemas». Y sin duda lo ha conseguido, al menos para los amantes y casuals de la música clásica, entre los que me incluyo.
Y así, el concierto empezaba con Die Fledermaus, de Johann Strauss hijo, que podéis disfrutar a continuación:
Seguidamente se sucedieron las polkas y los valses, todos de la familia Strauss: Frauenherz (Corazón de mujer), Im Krapfenwaldl (Los bosques de Krapfen), Stürmisch in Lieb und Tanz (Fogoso en el amor y en la danza), Wein, Weib und Gesang (Vino, mujeres y canciones) y Perpetuum mobile.
Tras esta primera parte, un descanso en el que la televisión austriaca nos ofreció un making of del concierto, con imágenes de los días anteriores, tanto ensayos, como vestuarios y decoración de todo el evento. A destacar la preparación por parte del diseñador Valentino de los trajes y vestidos de los bailarines que en la segunda parte danzaron con valses y polkas.
Tras estos minutos, comienza el segundo bloque con un reparto de canciones más variado, interpretando la obertura de Die lustigen Weiber von Windsor (Las alegres comadres de Windsor) en homenaje al compositor Otto Nicolai, cuyo bicentenario se celebra este año 2010. Tras esto, valses y polkas de la familia Strauss: Wiener Bonbons, con imágenes de una repostería vienesa elaborando dulces, deliciosamente apetecibles; Champagner-Polka, tras la cual la sección de percusión descorchó y brindó con una botella de champagne; Ein Herz, ein Sinn (Un corazón, un sentimiento) una polka con los excepcionales Nicolas Le Riche y Eleonora Abbagnato, solistas del Ballet de la Ópera de París, bailando en vivo y en directo creando un espectáculo impresionante a través de las salas del Museo de Historia del Arte de Viena, con coreografía de Renato Zanella; Der Carneval in Paris, un acercamiento a Francia; un paréntesis a los Strauss con la Obertura de Die Rheinnixen (Las sirenas del Rhein), de Jacques Offenbach; Quadrille Schöne Helena, la única pieza de Eduard Strauss en el concierto; Morgenblätter (Los diarios de la mañana), de Johann Strauss hijo, con más coreografías en vivo y en directo; y para finalizar el programa oficial, Champagner-Galopp, del danés Hans Christian Lumbye, en la que los músicos se atrevieron a cantar, confeti final incluido. Una guinda excepcional, si no fuera porque, como todo el mundo sabe, desde los escultores de bustos de cuerpo entero, hasta los repartidores navideños de pavos corruptos, el concierto no acaba aquí. Llegan las propinas:
De primera propina, Auf der Jagd! (¡A la caza!), polka de Johann Strauss hijo, con sorpresa final a cargo de Georges Prêtre empuñando una escopeta que dispara flores. De segunda propina, la famosa An der schönen blauen Donau, también conocida como El Danubio Azul, de Johann Strauss hijo. A destacar la extraordinaria interpretación de la orquesta y director, y el montaje de la televisión estatal austriaca con imágenes muy bellas del Danubio, desde su nacimiento en la selva negra alemana, pasando por la ciudad del concierto, Viena, Budapest, Serbia, hasta su desembocadura en el Mar Negro en Rumanía. Y tras esto, la tercera propina, el colofón a un magnífico concierto, la marchosa -nunca mejor dicho- Radetzky Marsch, de Johann Strauss padre, con un público entusiasmado dirigido por el fantástico francés:
En cuanto a la realización televisiva, elaborada por la televisión estatal austriaca a cargo de Karina Fibich, comentar que ha sido exquisita e impecable, con planos casi imposibles de imaginar en un recinto de estas características. Por parte de RTVE, José Luis Pérez de Arteaga nos narra de una manera magistral el concierto entre canción y canción, haciendo gala de su vastísimo conocimiento musical adquirido tras una larga carrera en la radio nacional.
El próximo concierto de Año Nuevo, en 2011, estará dirigido por el austriaco Franz Welser-Möst, y el registro para el sorteo de las plazas ya está disponible desde hoy hasta el 23 de enero en la página web de la Filarmónica de Viena. Los precios oscilan entre los 30€ de las localidades de pie y los 940€ de la platea.
Prosit Neujahr, amigos.
Concierto íntegro en RTVE | Programa del concierto (PDF) | Página web de la Orquesta Filarmónica de Viena