Una de las últimas revoluciones en el mundo de la música llegó con Spotify, ese programa que te dejaba escuchar mediante streaming cualquier canción gratis (menos las de Metallica) desde cualquier sitio en el que lo tuvieras instalado, con un reproductor bastante flexible, bonito y que hasta te permitía scrobblear para tu perfil de Last.fm. Desde aquella, miles de personas comenzaron a usarlo diariamente, borrando toda la música que tenían hasta ese día, pero creo que van a tener que conseguir toda esa música de nuevo. El nuevo modelo de negocio que traía Spotify, el de meterle publicidad entre las canciones, no gustó a todo el mundo, y menos a las discográficas, que rápidamente empezaron a echarse atrás y obligando a Spotify a quitar de sus listas muchas de sus canciones.
Pues bien, como no iba a ser menos, Spotify tuvo que hacerles caso y tendrá que tener un catálogo bastante menor que hace unos días. Además, añadirá restricciones de canciones entre distintos países. ¡Con la industria hemos topado!