Venga, quitémosle curro hoy a los de VayaTele y hablemos de programas de televisión. Así tendremos un aire más JNSP hablando de otras cosas y no sólo música. El pasado día 22 de agosto estaba yo cenando viendo la tele y vi que los hermanos músicos más famosos de Disney, los Jonas Brothers, acudieron al programa de Cuatro, El Hormiguero, presentado por Pablo Motos. Como ocurrió en otras ediciones del programa con otros famosos, dio algo de pena. La primera pregunta fue la típica: «¿Habláis algo de español?». Ellos contestaron: «No, casi que no». Literalmente, no fue tal cual, pero entre que la traductora simultánea interpretaba lo que decían a su manera y que ellos tardaban en contestar, pues queda así.
Los presentaron como unas estrellas del «rock» que ni los Rolling Stones les harían sombra. Bueno, son muy famosos, sí, pero lo noté algo desproporcionado. De todas maneras esto es un detalle sin importancia, ya que la gran herejía fue cuando Pablo dijo en su presentación que eran los más conocidos de la marca Disney, para ira de los fans de la buenorra Hannah Montana (entre los que me incluyo). Luego fue explicando que no era un grupo de rock no muy convencional, ya que antes de cada concierto rezaban 45 minutazos. Como que no hay cosas mejores que hacer antes de un concierto, pero bueno, afirmaron que se relajaban y se concentraban más.
Enamorados de España desde 2009
Ya calmada la cosa, comenzaron con las preguntas tontas a las que los hermanos respondían como bien podían e intentando no perder la forzada sonrisa que tenían hasta ese momento. Pero claro, lo de que no sabían hablar español era algo por donde tirar, así que qué mejor que hacerles cantar en español, ¿no? Y qué mejor que coger una canción típica de la tierra como es el «Porompompero» de Manolo Escobar. Los pobres que no podían ni leer la letra de ningún lado más que repetir lo que vocalizaba Pablo Motos (a la guitarra y a la voz), tardaron un buen cacho hasta que consiguieron balbucear algo inteligible. Al principio fue algo ridículo, pero luego fueron a mejor.
Con la canción ya dominada, pasaron al Trivial. Dos preguntas bobas sobre los Rolling y otro personaje del mundo de la música y dieron paso al científico loco. El «experimento» que harían esta vez sería hacer de cable humano para hacer llegar electricidad (música) a un altavoz desde un reproductor. Además de Pablo, el científico y los tres hermanos, fueron siete niñas personas del público a hacer de cable en medio de ellos. A una casi le da un soponcio cuando le tocó agarrarse y hacer de interrumptor con uno de los hermanos para entrecortar la música. La coña es que al final se quedaron con las ganísimas de darle unos besos. Pero peor fue la enorme cantidad de niñas que no tenían nada que hacer ese día y estaban fuera del plató, en la misma calle, con carteles del tipo «Kevin is my Guitar Hero». ¡Coño! Y los de Activision no avisaron que hicieron otra edición nueva… :(
Como estaban allí esperando, fueron a darles un saludo a las pobres. Eso sí, por los pasillos del plató con la traductora simultánea al lado (¿para qué pagar un pinganillo inalámbrico?). Y nada, se acercaron a una ventana que al instante fue bombardeada por alaridos, gritos, flashes y desmayos de féminas pre-adolescentes que se agolpaban allí. Tras 20 segundos se fueron, pero ellas siguieron berreando cada vez que había una cámara de por medio. El descanso no les duró mucho a los Jonas, ya que al llegar de nuevo al plató principal, más berridos les recibieron.
Luego vino otro colaborador del programa con muchas cajas de distinto tamaño, que se rió de lo poco que hablaba inglés y de cómo lo hacía con su «asento españó». Les regalaron un toro de peluche con dos banderillas de color rojo y amarillo clavadas, aumentando ese estereotipo asqueroso que la mayoría de españoles odian. Como detalle el toro movía las patas. Luego vino un «Manolete Bullfighter», es decir, un torero de peluche, para acompañar . En el ámbito de la música española, otra caja contenía la «favourite melody» del colaborador, es decir, el disco de Melody, la de los gorilas (que muy crecidita está últimamente, a todo esto). Más tarde, les dijo que «in Spain not gorra», y que aquí lo que se usaba eran las boinas. La dantesca imagen era tal cual aquella que pusiéramos hace tiempo de Placebo en el BBK Live. Ya emboinados, el siguiente regalo fue una foto enorme enmarcada de Zapatero con cara rara.
Los tíos ya parecían estar hasta los huevos, porque apenas se reían. Aunque bueno, sus caras cambiaron al traerles «typical food of Spain»: jamón serrano con pan, que se aceleraron a quitarlo del plato. Ya acabando el tema, la mejor salsa «from Spain»: el ali-ole. Y venga, acabemos este festival del humor diciendo que «bottles of plástico, no». Aquí se usa el botijo. De toda la vida, vamos. Desde pequeños ya. Lo mejor es que se vio perfectamente como estamos acostumbrados a beber de él, porque el colaborador no tenía ni puta idea de usarlo y quedó más empapado que Noé en su arca.
Al final vino «Marron» (también conocido porque casi la palma junto con Pablo cuando se metieron en la piscina de poliespan) para enseñarles el llamado Efecto Mariposa. Un circuito haciendo cosas para enroscar una bombilla bajo amenaza de que si fallaba, lo fusilarían a tomatazos. Para desilusión de los hermanos, funcionó y lo felicitaron por el enorme logro de enroscar una bombilla por medio de mariconadas.
Como despedida, les preguntaron qué tal estaban en España tras ver todo esto. No sé si muy resignados ante la mirada crítica del público, dijeron que estaban muy bien, que la comida era impresionante y que los toros muy guay. Tras darles unos muñecos de las hormigas, Pablo trajo al guardaespaldas de los hermanos: un negro de dos metros y pico, con unos brazos que ya le gustarían a muchas excavadoras del mundo de la construcción y que si te diese una hostia podías desafiar las leyes de la física, bien por la velocidad que cogerías por el aire o bien por los niveles de dolor hasta ahora no conocidos.
Música de fin de programa, los hermanos bailan, el negro sonríe, Scabbia Kürsch se queda con las ganas de verlos en directo, y otro programa más de Pablo Motos con famosos que deja mucho que desear.
Aaah los Jonas Brothers y sus anillos de pureza, de los que por cierto no quisieron hablar en el Hormiguero, supongo que esas historias puritanas sólo son la estrategia de comercialización para Estados Unidos. Pero weno, felicidades para Disney que consiguió lo que ningun experto en marketing consiguió hasta ahora… venderle sexo a niñas de 12 años…
Vaya asco de programa. El calvo de los h****s diciendo gilipolleces, y los pobres con cara de circunstancias, en fin…
PD: Lástima que no enseñaran los calzones de acero y cromo que llevan para preservar su castidad.(lol)
PD2:A todo esto, el programa era un refrito de hace meses, creo.
Ulrich¡¡ hay que dejar de dar noticias de los jonas y dar noticias de gente más seria¡¡¡ no sabes nada de Rammstein? disque sacan disco nuevo el 30 de octubre¡¡ a ver de que te puedes enterar crack, saúdos¡¡
@FLuX:
Exactamente, me di cuenta después que era repetido, pero bueno, la crítica del programa es igual.
@Ackman:
Sobre Rammstein lo único que sabemos es que el disco tendrá 11 canciones según su blog oficial, pero aún no sabemos mucho más. Tendremos que estar esperando… :(