Para el que no lo sepa, Burzum es Varg Vikernes. Para poneros un poco en contexto, este hombre, además de estar fascinado con el paganismo, odiar todo lo que huela a cristiano, quemar iglesias y matar a compañeros de grupo, compone una música que alcanza el plano de lo espiritual a la vez que deja atrás el mundo que vivimos para transportarnos a otro de sueños y pesadillas. Dicho de otra manera, este tipo está como una cabra y eso se nota en las canciones.
El disco fue publicado en el año 1996, aunque había sido grabado tres años antes. De ahí que tenga el aire de cutreza de haber sido grabado en un estudio con una minicadena funcionando como amplificador, y no tenga la propia de haber sido grabado en la cárcel como los álbumes que le siguieron.
Pues tampoco tiene tanta pinta de asesino, ¿no?
El ruido producido por el material empleado, junto a una melodía bastante simple y repetitiva, logran crear un ambiente bastante peculiar que se prolonga desequitativamente a lo largo del disco.
La canción que le da apertura, Burzum (o Dunkelheit en su versión alemana) comienza de manera bastante tranquila para lo que se podría esperar, de manera que proyecta más hipnotismo que violencia. Las voces también encajan de manera perfecta y el cambio a la mitad de la canción es pura genialidad.
Jesu død es más agresiva, con la incorporación de una batería con un ritmo rápido pero sencillo que le da bastante dinamismo. Al igual que la anterior sigue siendo hipnótica a través de la repetición de patrones.
Beholding the Daughters of the Firmament sigue siendo buena pero te deja con una sensación de vacío después de haber escuchado las otras dos, como si no pudiese aportar nada nuevo.
Si aquí se hubiese acabado el álbum llevaría una nota casi perfecta, pero, para bien o para mal, hay tres canciones que comentar. Dos de ellas son prácticamente la misma, tanto en el título como en la música. Consiguen traer la novedad del sonido ambiental, como si estuviese grabada en un lugar lleno de paganos trabajando en las minas.
Enanos Paganos de camino a la mina.
Rundtgåing av den transcendentale egenhetens støtte, a la que nos referiremos por Canción 5 a partir de ahora, es simplemente un chiste llevado demasiado lejos. La repetición de las tres notas del sintetizador tiene su gracia al principio, creando un ambiente minimalista interesante, pero la coña pasa a los 10 minutos cuando aún te das cuenta de que te quedan otros 15 de lo mismo.
En resumen, el disco promete al principio pero va bajando el nivel progresivamente hasta que la Canción 5 es difícil de aguantar en su totalidad. Aún así hay que saber entenderlo y no es apto, ni de lejos, para todo el mundo. Mi nota es un 8.
Nota: 8/10
1. Burzum – 7:05
2. Jesu død – 8:39
3. Beholding the Daughters of the Firmament – 7:53
4. Decrepitude I – 7:53
5. Rundtgåing av den transcendentale egenhetens støtte – 25:11
6. Decrepitude II – 7:53
Álbum: Amazon
Burzum: Last.fm | Página oficial
Al pobre de Varg lo tienen más que cruzado. Mirad aquí como los policías se abalanzan sobre su coche sin motivo alguno. Fijo que iba a cenar a la casa de su abuelita y los agentes no le dejaban irse. Ains…
A mí ese tío me da mal rollo xDDD!
varg vikernes nes una verga y no hay nada q discutir