Sé que os gusta. Y que no dejáis comentarios porque os da vergüenza. Pero no importa… seguiré dando la vara ofreciendo la actualidad del corazón en el mundo de la música de forma ya no quincenal, sino cuando me de la gana. ¡Ah! James Ulrich acaba de enviarme un avión de papel que pone que este post es el número 1500 del blog… Gracias a todos por leernos, comentarnos y por estar ahí en general.
Lady GaGa, elegida la artista más influyente del mundo: todo ello según la revista Time. Además de la señorita Germanotta, otros de los elegidos para formar parte del top 10 son Didier Drogba, Bill Clinton (que comparten la portada con ella), Robert Pattinson, Prince o Sarah Palin. Parafraseando a Audrey, de PopRosa… «para mear y no echar gota».
Resumiendo para los que no queréis leer: penoso. De nuevo y una vez más, penoso. Han conseguido de nuevo avergonzar a nuestro país con un programa lleno de tonterías y sufrimiento para el grupo. Como os contamos hace unos días, iban a venir al programa de Pablo Motos. Cientos de quinceañeras sin nada mejor que hacer se agolparon fuera del plató y unas cuantas «afortunadas» en el propio plató gritaron y lloraron más que si se les hubiese muerto su perro o alguien querido a la salida de Tokio Hotel.
Tras hacer un poco el tonto y hablando de cosas que no interesan ahora, entraron eufóricamente los componentes del grupo, con el siempre extravagante Bill Kaulitz. Tras presentar mínimamente el nuevo trabajo del grupo, primera pregunta tonta: «Veo que habéis tardado dos años en hacer el nuevo disco… ¿Tanto tiempo te llevó peinarte?». Bill respondió de buena manera ante semejante tontería diciendo que era un álbum en dos idiomas y llevó el doble de tiempo, pero la cosa no quedó ahí. Os dejo el vídeo para que vayáis escuchando:
Como sabréis son alemanes, así que ya empezó haciendo un poco el tonto con el tema del idioma. Pablo Motos empieza a soltar sonidos raros con muchas «g»s de por medio intentando decir algo en alemán. Viendo que Motos quería que hablase en español, Bill suelta lo único que conoce: «Te quiero, puta». El público allí presente explota de la emoción. Obviamente, lo conoce por la canción de Rammstein (también alemanes) titulada así. Luego otro de los componentes del grupo dice «Mierda» y de nuevo las niñas allí presenten desgarran su voz a base de gritos. Como la pronunciación de «mierda» fue muy alemana, le dijo que la volviera a repetir para que se escuchase de nuevo un «miegda» bien claro. Vamos, que se reía de él.
Luego siguió el programa con unas cuantas tonterías más, pero nada interesante. De nuevo, un cero bien grande a Pablo Motos con su programa y con sus invitados del mundo de la música… Esperamos que al menos se hayan tomado una buena mariscada, o un buen jamón serrano para irse con buen recuerdo.
