¡Que no! Que el próximo 21 de diciembre de este año no se acabará el mundo. Es simplemente un cambio de era, una era de 5.200 años que los mayas predijeron. De hecho tiene hasta nombre, B’aktun 13. ¿Ya estáis más tranquilos? Bien. Pues los guatemaltecos, aprovechando el filón de este acontecimiento, han organizado la llamada Primera Cumbre Mundial para la Humanidad, o para los amigos, El nuevo amanecer. Según palabras de los organizadores:

Se trata de una actividad mítica en la que se pretende contar con la participación de algunas de las mentes más creativas del planeta. […] La idea es recibir el día 21, cuando se inicia la nueva era de la humanidad, con celebraciones místicas y espirituales.

Son muchas las personalidades que no estarán ausentes en tal evento. Premios Nobeles, científicos, filósofos, reyes… No hay nada completamente oficial con la lista de invitados, pero están trabajando en ello. No nos cabe duda de que quieren hacerle sombra a las pasadas Olimpiadas y, en el ámbito musical (que es lo que nos interesa) como no tienen por qué tirar de artistas patrios ni británicos, se explayan por el mundo invitando a grupos de renombre para darle la bienvenida a una nueva etapa en la historia de la humanidad.

…Y si se acaba el mundo, al menos tengo esta copichuela

Entre los elegidos, por ahora tenemos a músicos invitados como son:

U2
Plácido Domingo
Elton John
Bruce Springsteen
Neil Young
Varios hermanos Jackson (Jackie, Jermaine, Tito y Marlon), e incluso Janet

Ahí es nada. No sabemos si también estará Michael Jackson en forma de holograma, pero sería un buen momento para reunir a los Jackson 5. Será una cumbre de dos días, con su apoteosis a pocas horas de terminar el 20 de diciembre. El acontecimiento tendrá lugar en una ciudad maya llamada Tikal que está a 350 km. de la capital guatemalteca. Nos gustaría decir que tenemos un corresponsal en esa ciudad para hacer una crónica de los que para algunos serán los últimos conciertos de la Tierra, pero nos tendremos que conformar con los vídeos hechos con los móviles de los premiados con el Nobel. ¡Qué remedio!

Vía: La Voz de Galicia