Love of Lesbian @ Teatros del Canal (Madrid, 06/11/10)

El ciclo de conciertos de Retratos Mahou nos traía este fin de semana a Madrid a Love of Lesbian por partida doble a través dos conciertos especiales, por tener como escenario los modernos Teatros del Canal. El señor Tanaka, generoso como siempre, me consiguió una entrada para la actuación del sábado, en platea, que es la forma fina de referirse al tradicional “foso” que veríamos en una sala de conciertos. Así que allí me fui, a ver por segunda vez a esta genial banda catalana. 1, 2, 3, 14, que empiece la crónica.

Retratos Mahou

Cerveza y conciertos: esa necesaria relación

Como os he dicho, ésta era la segunda vez que veía a Love of Lesbian en directo. La primera vez fue allá por marzo de este mismo año y el resultado no pudo ser mejor: directo bailongo que no dejaba descansar al público. ¿Repetirían fórmula Santi Balmes y compañía en los Teatros del Canal? Para nada. Abrieron con un set acústico, con tan sólo Santi y Julián sobre el escenario en las primeras canciones. Mi primera combustión mantuvo a la audiencia clavada en sus butacas y arrancó el primer aplauso de la noche. Tras ella, la presentación del grupo, agradeciendo al público el lleno, en especial a la gente de platea “que habéis pagado más”. El ambiente de preciosidad triste que habían dibujado con la primera canción continuó con Domingo astromántico (paradoja amorosa donde las haya) y Un día en el parque, que introdujo los primeros coros del público con su “yo mataré monstruos por ti”.

Santi Balmes, en plan gusiluz

Love of Lesbian, con Santi Balmes en plan gusiluz, al comienzo de su actuación

Nadie se levantaba de su sitio en el Teatro ante la atmósfera personalísima que nos planteaban los Love of Lesbian, atmósfera que quedaba lejos de la del primer directo que vi de ellos. Pero pronto llegaría el resto de la banda para meter guitarras, pianos, percusión y bajo en La niña imantada e Historia de una hache que no quería ser muda, animando al público a levantar el culo y hacer temblar el Teatro. Pero este era un “concierto esquizofrénico” según Santi, y por eso volvieron con el pop intimista con la estupenda Cuestiones de familia.

Y entonces llegó el primero de los dos momentos del concierto que me pusieron los pelos de punta: Allí donde solíamos gritar, con dos primeras partes en acústico y un final con la entrada de toda la banda en un crescendo eléctrico explosivo. No obstante, mi subidón en ese momento no era exclusivo, ya que gran parte del público compartía mis saltos de superfan. Con este presupuesto se lanzaron Love of Lesbian a mantener al público en el aire, siguiendo su actuación con Las malas lenguas, Segundo asalto y Los colores de una sombra, cantadas con fuerza por el público.

Ya sin chaqueta y luciendo a Pijus Magníficus en la camiseta

Ya sin chaqueta y luciendo a Pijus Magníficus en la camiseta

Después del subidón, Me llaman octubre hizo de puente hacia la atmósfera intimista que volvería en el siguiente tema. Pero antes, Santi se quitaría la chaqueta en plan striptease ante el calorazo que hacía en el Teatro y del que el público también se quejaba. Y así, llegó Limousinas, explicada por Santi previamente: un tema dedicado a su hija y escrito antes de que esta naciera. Sólo el piano y la voz rota de Santi. Sublime.

Pero el momento de comunión entre público y banda tuvo lugar con Incendios de nieve: Santi ofrecía el micro al Teatro, que respondía sin dudar: silbidos y coros dignos de la versión de estudio. La emotividad no acabó ahí: durante el verso de la canción “que bajen tus labios y me callen”, una chica del crew de la banda saltó al escenario y plantó un beso a Santi Balmes en la mejilla, acto que el público aplaudió. ¿A qué se debía esa muestra de cariño? Santi lo explicaría tras la canción: era el último concierto de la chica con el grupo. Y con esa gran excusa, Love of Lesbian, entre lágrimas de su batería, le dedicó su siguiente canción, Música de ascensores. El final oficioso antes de los bises tuvo lugar con la desgarradora Noches Reversibles. Y sí, de nuevo, con un público entregado, que entre silbidos y palmas pedía más tras la salida de la banda del escenario.

Las despedidas, cantando, parecen menos despedidas

Las despedidas, cantando, parecen menos despedidas

Love of Lesbian no tardarían ni dos minutos en volver al escenario para comenzar con la segunda parte del concierto, “donde tocaremos las canciones más serias de esta banda”. La ironía del cantante anunciaba ya los temas más erótico-festivos del grupo. Santi se colocó un sombrero de pez payaso-Nemo y el show podía empezar. Y empezó, con una ronda de temas de lo más gracioso en cuanto a temática: Villancico para mí cuñado Fernando; Me amo, que hizo bailar a todo el teatro; Algunas plantas; Club de fans de John Boy, el himno-hit de sus conciertos; y Marlene, la vecina del ático, como cierre a la sección más bailable sin duda de toda la actuación.

Tras esto, Santi pidió al público alguna canción de transición para “las tres últimas canciones de esta noche, y las más tristes también”. Entre griterío surgió como ganadora Los niños del mañana, que no sirvió para nada como transición, pero que permitió un momento de improvisación de lo más gracioso: introducir a mitad de canción el estribillo de We Are The World, pero entonando, en lugar de la letra original, el nombre de cierto personaje: Sánchez Dragó. El auditorio del Teatro no pudo sino plagarse de risas.

Pongámonos serios

Pongámonos serios

Sin embargo el concierto llegaba a su final. Y de qué manera: con tristeza, en el desengaño que es La parábola del tonto, pero, sobre todo (he aquí el segundo momento que me puso los pelos de punta), con escalofríos e impulsos de desamor en los dos últimos temas, enlazados a la perfección por la banda: 1999 y 2009. Voy a romper las ventanas, que consiguieron que Love of Lesbian demostrase todo lo que pueden dar en cuanto a sonido, dejando su directo en un listón tan alto que debería servir como baremo para muchas de las bandas indies nacionales: chicos, no basta con tener flequillo y letras emocionales que enganchen a groupies: sonar muy bien es importante. Y Love of Lesbian suenan de puta madre.

Aquí tenéis el setlist, que podéis escuchar en esta lista de Spotify:

1.- Mi primera combustión
2.- Domingo astromántico
3.- Un día en el parque
4.- La niña imantada
5.- Historia de una hache que no quería ser muda
6.- Cuestiones de familia
7.- Allí donde solíamos gritar
8.- Las malas lenguas
9.- Segundo asalto
10.- Los colores de una sombra
11.- Me llaman Octubre
12.- Limousinas
13.- Incendios de nieve
14.- Música de ascensores
15.- Noches reversibles

Bises:
16.- Villancico para mí cuñado Fernando
17.- Te hiero mucho
18.- Me amo
19.- Algunas plantas
20.- Club de fans de John Boy
21.- Marlene, la vecina del ático
22.- Los niños del mañana
23.- La parábola del tonto
24.- 1999
25.- 2009. Voy a romper las ventanas.

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Acerca de Kid A

Me gusta conocer la música en persona, escucharla, olerla, verla, fo... Eso, que me dejo una pasta en conciertos, pero todo sea porque el señor Tanaka tenga su sección de crónicas de directos. Podéis seguir mis reflexiones y chorradas varias en Twitter.

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