La segunda y última jornada del Festival do Norte estuvo protagonizada por la lluvia, el viento y el cansancio tras los conciertos del día anterior, pero a pesar de ello nadie se movió del recinto Fexdega. Luego de despertarnos y habernos pegado el desayuno de los campeones (a.k.a. varios cafés), nos dirigimos rumbo al Auditorio Municipal de Vilagarcía de Arousa, aprovechando la visita del bajista original de Joy Division, Peter Hook, para disfrutar de una de las actividades ajenas a las actuaciones musicales: el pase del biopic del director Anton Corbijn, Control, sobre la banda Joy Division. Después de la proyección de la película en versión original, por supuesto, decidimos ser partícipes del interesante coloquio que mantuvo Peter Hook con el poco público y prensa que había en la sala. Preguntas como: «¿Le hubiese gustado cambiar algo de la película?» a la que el propio bajista respondió: «sí, el final»; o «¿Si usted fuera un animal cuál sería?, «un jaguar»; sumadas a las numerosas comparaciones entre Joy Division y New Order, y alguna que otra anécdota más sobre los otros dos componentes, nos dieron a entender que él sí estaba contento con su retrato en la película. Pero bromas aparte, debió ser algo duro para él someterse a cierto tipo de cuestiones y más acercándose el aniversario del suicidio de Ian Curtis.

Peter Hook, «Hooky» para los amigos

Terminada la charla y luego de reponer fuerzas, regresamos al recinto que a primera hora y en la carpa Novacaixagalicia tocaban un grupo al que no conocíamos, Diadermin. Se notaba la resaca y el cansancio del día anterior en el poco público, (en el que se escondían Triángulo de Amor Bizarro, Nadadora y algún que otro chico de Igloo) pero los que se sabían las canciones y tenían ganas de pasarlo bien no dejaron de cantar, por ejemplo, «soy de Boiro y soy moderno» de la canción Pepiño Blanco o saltar cuando empezó a sonar Alístate. Pero aún así, su directo no terminó de cuajar del todo.

Diadermin

Durante la pequeña tregua que nos dio la lluvia, que no el viento, a media tarde, Franc3s intentaban defenderse en el escenario a pesar de los problemas de sonido que tuvieron. Su directo no era demasiado prometedor y para comprobarlo sólo tuvimos que ver las caras de la gente de la carpa. Me gustaría verte sangrar o Aprende a tocar tu instrumento (ellos mismos deberían tomar ejemplo de este título) fueron dos de las canciones que distorsionaron en la carpa pequeña.

Franc3s

Cuando los andaluces Pony Bravo saltaron el escenario empezó a llover, y mucho. No sabemos con certeza si toda aquella gente estaba allí para resguardarse de la lluvia o para disfrutar del brutal directo y sonido de estos muchachos, pero queremos creer que lo segundo. El piloto automático o la archiconocida, y para mi compañero Mr. Mandarina y para mí la canción meme del festival, Noche de setas, animaron a la gente y gracias a ellos nos olvidamos totalmente de la que estaba cayendo fuera de la carpa y aquéllo se convirtió en La rave de Dios. La anécdota graciosa de su directo fue cuando el cantante dijo: «nos hemos olvidado la maleta del merchandising, pero podéis bajar gratuitamente nuestros discos de la web«. Se despidieron muy ovacionados por el público que ya empezaba a «despertar».

Pony Bravo

Mirrors, los sustitutos de The Wave Pictures, fueron la sorpresa de la noche y el grupo que cerró los conciertos en en escenario Novacaixagalicia. Trajeados y con el pelo engominado nos hicieron bailar con su electromod. El directo fue espectacular, gracias también a un buen decorado escénico entre el que se incluía una gran pantalla a sus espeldas. Hide And Seek o Look At Me fueron algunas de las canciones extraídas del EP Ways To An End en las que James, el frontman del grupo, encandiló al público. Fue un directo tan retro como cool en el que se vio disfrutar al grupo, y también al público.

Mirrors

Llegaba la hora de cambiar de carpa y de disfrutar de los conciertos en el escenario Estrella Galicia y fue entonces cuando la noticia de que Sexy Sadie podrían cancelar su directo debido al retraso de su vuelo por mal tiempo empezaba a correr como la pólvora. Finalmente, tras media hora de retraso que se pasó rápidamente, los mallorquines llegaron, tocaron y se fueron. Poco más de 30 minutos duró su buen y nostálgico directo. Su esperado regreso a los escenarios se notó en el entregado público que no cesó de corear a la banda en temas como Stay behind me o la conocida y preciosa Someone like you. Sin duda, seguirán siendo uno de los mejores grupos indie del panorama musical español.

Sexy Sadie

Llegaba el turno de uno de los grupos que están despegando hacia lo más alto, Triángulo de Amor Bizarro, que aún habiéndoles recortado el setlist y haber tenido un problemilla técnico por culpa del batería que se cargó su instrumento, convencieron encima del escenario. Además, contaban en sus filas con un nuevo teclista que misteriosamente resultó ser Zippo de SraSrSra. Llovía mucho y en el suelo de la carpa grande pudimos ver varios lagos, que dividían al público en «dos continentes» según Isa, la propia cantante de TAB. Repasaron su último disco, Año Santo, pero no quisieron dejar atrás alguno de sus existazos como El himno de la bala. Sinceramente, la gente disfrutó muchísimo de su concierto.

Para Bizarro su directo (en el buen sentido de la palabra, claro)

Se acercaba el plato fuerte de la noche, pero antes le tocaría el turno a The Vaselines, grupo que se volvió a poner de moda gracias a Nirvana. El grupo formado por la guapa Francis McKee y Eugene Kelly no convencieron demasiado al público porque después del concierto de Triángulo de Amor Bizarro, todo les sabía a poco. Con un «hola amigos» un poco forzado empezaron casi la hora que duró su concierto donde los escoceses demostraron lo que valen en sus mejores canciones: Son Of A Gun, Jesus Doesn’t Want Me For a Sunbeam o Molly’s Lips, que mi compañero Mr. Mandarina no dejaba de cantar también.

The Vaselines

Y llegó la guinda (para algunos) de la noche. Peter Hook saltaba al escenario para enfrentarse a un público bastante crítico. Presentaba el álbum de Joy Division, Unknow Pleasures y de corazón y como fangirl de J.D., también me esperaba más de su directo, pero no salí horrorizada ni nada por el estilo. Ya que en Twitter pudimos leer cosas como: «Porqué no fue peter hook el que se suicidó en lugar de ian curtis? (#)» o «El equivalente a Maria Jesus y su acordeon tocando los pajaritos en Benidorm es Peter Hook y su bajo en el fdn (#)». Todos fuimos perfectamente conscientes de que apenas se le escuchaba cantar y de que el bajo rojo era el atuendo perfecto para la ocasión, pero aún así, hizo que nos emocionáramos al escuchar ese instrumento y porque sigue siendo una leyenda. Disorder, Insight, She’s Lost Control, Shadowplay, Leaders of men… Una tras otra hasta que abandonó el escenario ovacionado por unos y abucheado por otros. Volvió a salir para hacer callar a esas bocas y se lució con dos temas ajenos al Unknow Pleasures: Transmission y ¡cómo no! Love Will Tear Us Apart que el público seguía coreando minutos y minutos después de la salida del bajista del escenario.

Hooky al bajo

Los encargados esta vez de cerrar el escenario grande fueron London Guns, el dúo formado por Gary Powell de The Libertines, y Adam Ficked, ex Babyshambles. Nos deleitaron con una sesión de indietrónica acompañada de percusión en directo: batería, timbales y cajas, en la que pudimos escuchar desde Justice hasta Rage Against de Machine. Mr. Mandarina, servidora y toda la gente que albergaba la carpa grande no dejaba de saltar y bailar. Ya no nos importaba la lluvia, quedaban pocas horas de festival y debíamos terminarlo como manda la tradición: guardando la cámara y la libreta.

London Guns

Y allí nos fuimos, a disfrutar de Guille Milkyway y su sesión de indietrónica en la que no faltó su hit más hit: Revolución Sexual. Después de él aparecería Juan DJ, residente de La Iguana Club de Vigo, pero de ese momento sólo tenemos alguna foto, que con las ganas que teníamos de bailar poco pudimos apuntar.

Conclusión: no tenemos nada que objetar sobre la organización del festival (sólo del tiempo). Agradecer, eso sí, tanto a SON EG (gracias mil, Miguel, Ana) como a la organización (Susana & Cia) el trato recibido. Resulta muy fácil trabajar cuando te facilitan tanto las cosas, y sobre todo cuando se trata a la gente tan cordialmente. Nos quedamos con ganas de repetir el año que viene y muy felices de haber estado allí en esta edición.

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