Es algo que todos nos olíamos, pero nadie perdió el tiempo con ello lo demostró hasta ahora: parece ser que según un estudio la música alta nos hace beber más de lo normal. En la universidad Portsmouth, Inglaterra, han hecho un estudio supervisado por un psicólogo, el Dr. Lorenzo Stafford, que indica que las bebidas alcohólicas saben mejor cuando se escucha música alta y también hace que sea difícil para la gente saber cuánto están bebiendo en verdad. Ya podéis decirle a vuestras madres que no es culpa vuestra, ni de vuestros amigos, ni de la sociedad, sino de la música que ponen.

Será ésa la razón del éxito del combo «muchas birras + Resurrection Fest + Tanaka Music»

El estudio se llevó a cabo entre 80 bebedores habituales entre 18 y 28 años (como una buena parte de nuestros lectores, por cierto… y me refiero a lo de la edad). Para saber cómo la música altera el gusto por un alcohol u otro, les preguntó que puntuasen diversas bebidas según su fuerza, dulzor y amargura, con diferentes niveles de música de fondo. Finalmente concluyó que dadas las respuestas, cuanto mayor sea el volumen de la música, los participantes notaban más dulce las bebidas, y ergo, bebían más.

Dado que los humanos tienen una preferencia innata por lo dulce, estos hallazgos ofrecen una explicación plausible al porqué de que la gente consume más alcohol en entornos ruidosos.

Sorprendente cuanto menos, ¿no? Podéis ver el resto de la nota de prensa del estudio aquí.

Ya que nos gusta la idea y queremos también hacer una encuesta aquí, os preguntaremos si también creéis que afecta el nivel de la música o realmente la gente se emborracha haya o no haya ruido. ¡Salud y alcohol!

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Vía: NME