El joven Justin Bieber, ídolo de adolescentes histéricas repletas de energía cuyos padres son los que más sufren, no hace más que sorprendernos. Cada día es más chico malo. El chaval, al que recuerdo por ser insultado por los periodistas de los medios españoles, ahora va a ser investigado por agresión tras sufrir un pequeño altercado con un paparazzi al que al parecer metió pero bien en un centro comercial de Calabasas.

Sigue indeciso. No sabe si dar un puñetazo o tirar besitos

Particularmente solo le conozco de verle en los titulares y de escuchar hordas de niñas gritando sus alabanzas. Hace poco me vi sorprendida cuando mi amiguito afirmó que era fan de Metallica, y pensé: oye que sea un ídolo del pop no significa que no tenga gusto musical ninguno. Vamos a darle una oportunidad, no le linchemos verbal y gratuitamente. Puede ser cierto que en la intimidad sea todo un metalero, aunque a mí me suena más a una pose de cara a la galería. Tiene que seguir vendiendo su producto (él mismo) de cara al lanzamiento de su próximo álbum que tendrá lugar el 19 de junio.

Nuestro dulce joven de la blanca sonrisa ha perdido los nervios y los papeles durante el momento de su reencuentro con Selena Gómez. Al parecer cuando Justin vio a un fotógrafo que intentaba captar tan dulce instante, se lanzó contra él y le agredió además de intentar quitarle la cámara. A lo que solo puedo decir, joder cómo engaña el chaval, con tan solo 18 años es capaz de agredir a un curtido paparazzi que llamó al 911 para que le trasladaran al hospital.

Are you talking to me?

Justin, que por unas declaraciones a The Hollywood Reporter de vez en cuando parece estar cansado de la música, sigue mostrando su faceta de chico malo a la vez que sigue agradeciendo a todos sus fans por el amor que le prestan. Está claro que la pela es la pela por muy dura que esté siendo tu carrera. Ahora el jovencito revoltoso está siendo reclamado por las autoridades para que dé su versión de los hechos y la historia se aclare después de que abandonara la escena del suceso antes de que llegara la policía.

No voy a perder más el tiempo relatando lo que dicen unos y otros ya que es probable que a lo largo de estos días hasta sean capaces de sacarlo en los telediarios y seguro que saldrán diversas versiones de la historia de la agresión de la estrella del pop. A mí todas estas cosas me suelen dar la sensación de ganas de publicidad, que encima no necesita. Pero parece que a sus publicistas les gusta seguir la norma de siempre es bueno que hablen de ti, aunque sea mal. Por mi parte no le deseo mal, solo unos meses en un reformatorio. A ver si sale con tatuajes, le cambia la voz, cambia de registro y nos vuelve con algo más parecido a lo que hacen sus «ídolos» de Metallica.

Vía: NME
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