Yo soy de los que les gusta paladear un disco antes de decidir sobre él. Me ha pasado demasiadas veces tachar como sosas un par de canciones y que acaben siendo mis favoritas. Por eso mis críticas tardan años desde que está «disponible» el disco hasta que me decido a hacerlas. Así que ya sabéis, si echáis de menos alguna review en este blog… probablemente es porque me la pedí yo. Esperad sentados ;)

Un ario, un negro y el clon de Morrisey entran en un estudio
… y graban un álbum increíble

El disco abre con un bajo retumbante, in crescendo, y un atisbo de melodía, que culmina con una afirmación tajante: «We are the Prodigy». Un más que posible guiño a su reunión al completo tras haber participado sólo Liam Howlett en su anterior trabajo Always Outnumbered, Never Outgunned, pero también una declaración de intenciones. Son Prodigy, son el sonido de siempre, pura esencia noventera, y no necesitan reinventarse ni experimentar para, disco tras disco, hacerte mover la cabeza como un gilipollas delante del espejo mientras te lavas los dientes.

Si algo aprecio en Prodigy es que saben transmitir muy bien. En un mundo en el que la mitad de las canciones suenan igual, ellos saben darle a cada una su carácter especial. Y cuanta más idionsincrasia tienen los temas, más buenos son. Para mí, ese cénit lo alcanzan en «Colours«, donde es imposible no imaginarse bolitas de colores danzando acompasadas, y en «Piranha«, la auténtica banda sonora de una persecución por la jungla, una sorprendente perla hacia el final del disco, cuando ya no esperabas que nada te hiciese levantar del sofá en admiración.

Yo en realidad quería poner los peces piraña del Sonic, pero no hay fotos :(

No obstante, soy consciente de que para muchos, su canción favorita será «Omen«. Es ese sonido de estridente rave, noventerismo destilado, pubs repletos y lásers rojos en la oscuridad. ¿Y dónde queda el single, la homónima «Invaders Must Die«? Pues, no nos engañemos, es una canción muy pegadiza y que entra muy fácil, pero tiene pinta de hacerse aburrida al cabo de un par de días. Al menos, esa es mi sensación.

El resto del disco, a pesar de que lo he dejado junto para el final, dista mucho de ser malo (especialmente «Run with the wolves«, donde toca ritmos un Dave Grohl que parece dispuesto a aparecer en cuanto sarao y cameo le dejen). Es un disco muy redondo donde a pesar de tener altibajos, nunca tienes la tentanción de pulsar «Next». Eso, en estos tiempos, se valora; yo en concreto lo valoro con un 8 alto.

Nota: 8/10

Tracklist:

1. Invaders Must Die (4:55)
2. Omen (3:36)
3. Thunder (4:08)
4. Colours (3:27)
5. Take Me to the Hospital (3:39)
6. Warrior’s Dance (5:12)
7. Run with the Wolves (4:24)
8. Omen Reprise (2:14)
9. World’s on Fire (4:50)
10. Piranha (4:05)
11. Stand Up (5:35)

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