Como diría L7, vamos a pretender que estamos muertos. En este estado de trascendencia miraremos hacia el lugar donde la gente se reúne para acordarse del recién fallecido. ¿Qué canción suena? Pues depende del colaborador de Tanaka Music que haya perecido. A continuación os muestro sus elecciones musicales acompañadas de sus respectivos vídeos.

Cuando la muerte venga a visitarme…

Maggie May:

Siempre digo que espero que llegue pronto el día de mi muerte, primero porque ya tengo demasiados años y segundo, porque mi condición de quasi-inmortal me tiene un poco hasta las narices. El caso es que en uno de mis viajes a EEUU acabé de fiesta en New Orleans y sin saber muy bien ni cómo ni por qué me uní a una especie de procesión en la que unos hombres negros, considerablemente grandes, llevaban un ataúd sobre sus hombros y cantaban emocionados al ritmo de la «brass band» que los seguía. No me gustaría que me guardasen en una caja, así que cuando llegue el momento de abandonar esta perra vida que llevo, sería bonito que alguien me quemase y me llevase a esa ciudad llena de música y emoción pura y dura. Mientras tiráis mis cenizas al Misisipi que suene este I’ll Fly Away, y ya que os pegáis el viaje hasta allí aprovechad e ir entre febrero y marzo y os cogéis un ciego de los gordos en el Mardi Gras.

Mechanix:

Yo me pido Happy Up Here de Röyksopp. Aparte de ser un temazo, es muy alegre, lo cual considero importante ya que no es plan de tocar encima una que sea de bajona y hundir a la familia en la miseria. No puedes oír Happy Up Here sin sonreír y mover tu cuerpo al compás. Además, frases como «I’m ready for it» y «You know I’m happy up here» darán confort a allegados y demás devora-canapés sobre tu vida en el más allá.

Scared Queen:

Seguramente nuestra mente ha divagado entre un féretro, fotos y discursos de despedida, los asistentes… Pero sobre todo, en la música que nos gustaría que sonara en nuestro funeral. Ese momento en el que nos damos cuenta de lo frágil que es la vida y que no podemos elegir ni cómo ni cuando terminará para nosotros la existencia. Por ende, esta canción encaja perfectamente, una voz triste para una historia tristísima con una guitarra que se te queda clavada en el oído para siempre. Quizá de ahí el sentido del título… There Is A Light That Never Goes Out.

Jimmy Jazz:

Seré breve, que me estoy muriendo: Tuyo Siempre de Andrés Calamaro es preciosa pero más adecuada podría ser Todos los ahorcados mueren empalmados de Siniestro Total. Pongámonos serios, voy a darle al botón de Qualsevol Nit Pot Sortir El Sol de Jaume Sisa (o la versión de Albert Pla). Ay, siempre se van los mejores.

Dead L-Broda:

Come fly with me. ¿Y porqué no? No se me ocurre nada más classy que ser enterrado al ritmo de Sinatra. Y las risas siempre vienen bien. En algún lado tengo escrito (y esto es true story) que el día que palme todos aquellos que dicen ser mis amigos deben pasarse toda la noche de fiesta y llegar de resacaza a mi funeral. Es bastante más extenso el acuerdo e incluye varias condiciones, pero mayormente la idea es esa. ¿Para qué era este post?

Billy Shears:

La mía sería Box Of Rain, de The Grateful Dead. La verdad es que la letra es un poco críptica y tal, nunca he sabido muy bien de qué va, pero tiene el aire triste/alegre/melancólico con el que me gustaría despedirme. Nunca sé a ciencia cierta si esta canción me pone contento o triste, creo que no lo sabe ni ella misma en realidad, ¿por qué bailas tanto entre tonos, tonadilla, por qué eres tan bipolar? Y, además, es larga. Que nadie venga a saludar y a marcharse, que se queden y me dediquen al menos cinco minutos.

J. Strummer:

Siempre pensé que, más que elegir en la canción que deseo que suene en mi funeral, me gustaría que se supiese cuál fue la última que escuché. Al estilo de Joey Ramone, con In a Little While, de U2. Y la verdad, sería realmente complicado quedarme con una de entre todas las que serían adecuadas. Sin embargo, creo que me escogeré Free Bird, el clásico de Lynyrd Skynyrd. La letra es más que apropiada, y creo que el ritmo también lo es, pues va de la tristeza a la alegría a través de esas guitarras que marcaron época. Descanse en paz.

James Ulrich:

Iba a ser un clásico con el My Way de Sinatra, pero mi amigo L-Broda ya escogió una canción suya. Pese a haber otras buenas alternativas, me decanto por otro clásico: The Show Must Go On de Queen. Freddie lo dejaba claro en sus últimos conciertos: la vida tiene que continuar, con su sonrisa por siempre presente. Qué mejor que animar a los tuyos para que sigan adelante pese a no estar ahí, ya que seguirás en sus recuerdos, en fotos y en otras cosas que hayas hecho a lo largo de la vida. ¡Que continúe el show!

Axionymous:

4’33»

Eso es todo.