El cáncer se cobra una vida más en el mundo de la música. Hace unas semanas le tocaba a Adam Yauch, hace apenas unos días a Donna Summer y hoy, el cantante de los Bee Gees, Robin Gibb, no ha podido aguantar en su lucha contra la enfermedad. Tras muchos años combatiéndolo, hace dos consiguió vencer a un cáncer de colon e hígado, pero después de la recuperación un segundo tumor apareció complicándole la vida a Robin y agudizado por un raro caso de neumonía. Hace unas semanas esto lo llevó a quedar en coma, pero despertó tras un tiempo. Cuando pensábamos que saldría de esta, hoy se ha emitido un comunicado anunciando la triste muerte de uno de los fundadores de las bandas más importantes de la música disco de los 70, con un legado que será eterno: una exitosa carrera con los Bee Gees y también otra larga carrera en solitario. Descansa en paz, Robin.
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Still stayin’ alive in our hearts
Vía: Rolling Stone
