No tengo palabras para describir el concierto de anoche, y quienes me siguen en Twitter y/o estuvieran allí, bien saben que la comparación que hice nada más salir, lo merece. Hora y veinte minutos de éxtasis, en los que Interpol demostraron que esa sensación de irregularidad que en su último y homónimo disco nos habían dejado, tenía que desaparecer. Y lo consiguieron, cerrando así uno de los conciertos más esperados del Ciclo Xacobeo Importa.
Paul Banks, nada más empezar.
Cuando un grupo del que eres fan, tarda tan poco tiempo en vender unas entradas, y además tienes una en tu poder, al momento se convierte en uno de los conciertos más esperados. Y éste, es uno de esos casos. A muchos nos sorprendió que este grupo tocase en Santiago de Compostela, ¿verdad? Y más aún, en la Sala Capitol. Queremos creer que es el ambiente lúgubre de la ciudad lo que los hizo aterrizar allí.
Siete de la tarde, lloviendo y nosotros haciendo cola. Los minutos no pasaban, desesperábamos (dramatización)… Nos quedaban dos horas por delante para que abrieran las puertas, y empezaban a aparecer esas dudas de saber cómo iba a sonar ese bajo perteneciente hasta hace poco a Carlos Dengler. He de decir que, pese a venderse todas las entradas en tiempo récord, demasiada gente no apareció hasta la hora punta. Y aún así, Interpol se hicieron de rogar, ya que el concierto sin grupo telonero previsto para las 21:30, no empezaría hasta las 22:15 pasadas…
Interpol
Fue entonces cuando todo Capitol empezó a aplaudir, a gritar, a silbar… ¡Eran ellos! Paul Banks (cuyo tatuaje del símbolo de Superman en el lado izquierdo del cuello me llamó la atención) saludó al público con su «casi perfecto» castellano y de ahí, abrieron fuego con Success, primera canción de su último disco. Muy buen tema para empezar el concierto, pues a continuación le seguirían tres canciones de los viejos tiempos: Say Hello to the Angels, C’Mere y Leif Eriksson. Con esta última canción intentaron calmar la locura desatada por las anteriores gracias al bestial sonido de la guitarra de Daniel Kessler.
Pero muy pronto volvimos al presente con Summer Well, una de las mejores canciones de su último disco. Y fue aquí, justo aquí, cuando nos dimos cuenta dónde estábamos realmente. Empieza Barricade, seguida de Evil, Narc y Hands Away. Capitol se inunda de emoción tras estas cuatro canciones. Pero de repente, suena Lights, y sin duda, el mejor momento del concierto.
Suspiros, jadeos… Y llegaron Take you on a cruise, Obstacle 1 y Not Even Jail (canción favorita de una servidora), y con ellas, este cuarteto (quinteto por momentos) dijeron adiós racaneando demasiado el tiempo del concierto, ya que llevaban poco más de una hora tocando.
Aparecieron, volvieron a subir las pulsaciones de los que allí estábamos, y arrancaron con Untitled. Y mientras Daniel se lucía con su Epiphone Casino, comenzaron a sonar los acordes de Slow Hands, y encadenando así un intenso final con PDA.
El guitarrista Daniel Kessler.
Y se terminó lo que tantos meses estuvimos esperando. Capitol se iba quedando vacía, la gente salía contenta de haber asistido a un gran concierto, pese a haber faltado canciones como Mammoth o The Heinrich Maneuver, entre otras; y lo más importante, su nuevo bajista, Dave Pajo, no decepcionó.
Y aquí vuestra querida redactora salió emocionada, con una púa del guitarrista y el setlist, el cual os dejo en esta lista de Spotify.
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