El pasado viernes 16, de la mano de SON Estrella Galicia, llegaba a la sala Playa Club de A Coruña uno de los platos fuertes de la música catalana, uno de esos grupos de los que sólo escuchas buenas referencias y que por arte de magia, o a base de escuchar una y otra vez sus canciones, te terminan enamorando. Manel fueron los responsables de amenizar con su música y sus historias a todos los asistentes, entre los que pude distinguir a mis compis Jimmy Jazz y Mr. Mandarina. La excusa esta vez era la visita del cuarteto por tierras gallegas para presentar su último LP, 10 Milles Per Veure Una Bona Armadura, editado este año. Así que vayamos por partes y adelante con la crónica.

La verdad es que tenía ganas de ver a Manel en concierto ya que hasta la fecha no había podido disfrutar de su directo pese al intento de ir al concierto que dieron en Lugo por el San Froilán. Así que la pasada noche de viernes, me planté allí y pasadas las doce y media de la madrugada el cuarteto catalán salió al escenario del Playa Club sin querer pretenderlo, sin darse cuenta de la gran expectación que crean en cualquier ciudad vecina y pese a que al principio sonaron algo sobrios, se les nota que saben de música y finalmente terminaron enganchando a la mayoría de los presentes, incluso algunos en primera fila terminaron enloqueciendo.

Como ya dije antes, empezaron el bolo algo lentos con El Miquel i l’Olga tornen, La bola de cristall y El gran salt, pero finalizada esta última y tras presentarse y contar la primera historia sobre un gimnasio, mujeres… Empezó a sonar Pla Quinquennal y fue entonces cuando empezó a nacer esa complicidad entre el público y los catalanes que se mantuvo durante todo el concierto. Los susurros de Guillem, sus narraciones y el hipnotismo entre historia y canción arrancaron hasta la última sonrisa de los asistentes. Ceramiques Guzman dio paso a Boomerang, otra de las canciones más esperadas e incluida en su último trabajo, 10 Milles Per Veure Una Bona Armadura.

Sin embargo, no sólo el cantante (ya sea con la guitarra o con el ukelele) fue el responsable del buen ambiente que se vivió la noche del viernes, porque Martí al bajo, Roger a la otra guitarra y a veces al clarinete, o las manos de Arnau a la batería, nos obligaron a no dejar de aplaudir cada vez que terminaban una canción. Tras Dona estrangera llegó otra de las conocidas, En la que el Bernat se’t troba, que se convirtió en «el juego de desatascar» ayudando con los coros al cuarteto catalán. Estos cuatro chicos podrían haber sido novelistas perfectamente, pero prefirieron hacer música de verdad; y luego de otra historia, esta vez sobre el batería, que emulaba un poco a la película Big, empezaron con La cançó del soldadet a la que le siguieron Flor Groga y Roma, que se convirtió en otro pequeño punto de inflexión de la noche.

El silencio (algo de lo que careció el directo), el sonido de la guitarra, la voz de Guillem y «un segón, dos segons, tres segons, quatre… i cinc…» después empezaron con otra de las nuevas canciones, Aniversari que aplaudimos hasta que Martí cogió de nuevo el clarinete y dio paso a la preciosa Captatio Benevolentiae, en la que por encima de los demás instrumentos se escuchaba los redobles de la batería y la voz del cantante. Y llegó el turno de otro de sus grandes éxitos, que alguno entre el público ya pedía a gritos desde hacia varias canciones. Ai, Dolors y » un-dos-tres, un-dos-tres cha-cha-chá…» y bailamos guiados por el ritmo de las guitarras y la voz de Guillem. La verdad es que esta canción fue de las mejores del grupo y toda una sorpresa escuchar cómo muchos de los asistentes la cantaban. Pero llegaba la pseudo-despedida y qué mejor que con otro de sus temas nuevos, Benvolgut. Y sin más adornos que unos pequeños saltitos, el cuarteto abandonaba el escenario entre aplausos.

Pero teníamos ganas de más. Así que salieron a los bises y tocaron las canciones que muchos pedíamos a gritos. El sonido de la armónica acompañada de la batería auguraba el comienzo de la preciosa Criticarem les noves modes de pentinats, continuaron con una versión de Pulp y su Common People, rebautizada como La gent normal, que sonó muy folk, adaptándola a su música, para ir transformándola poco a poco en una versión más rock. Y finalmente, cerraron este primer bis con la magnifica Al Mar. De nuevo abandonaron el escenario por unos segundos y a su vuelta «al ruedo» nos deleitaron con Deixa-la, Toni, deixa-la, donde se notó más que nunca la complicidad entre los catalanes y el público protagonizando la mayoría de los coros. Culminando así una perfecta despedida.

En resumen, Manel ganan mucho en directo, pero no sólo por la música, sino también por la fuerza y el empeño que le ponen y sobre todos por las historias entre canción y canción. Sin más, aquí os dejo la playlista en Spotify del concierto del pasado viernes (el setlist a continuación) y si tenéis la oportunidad de verlos, no os los perdáis.

1. El Miquel I L’Olga Tornen
2. La bola de cristall
3. El gran salt
4. Pla Quinquennal
5. Ceramiques Guzman
6. Boomerang
7. Dona estrangera
8. En la que el Bernat se’t troba
9. La canço del soldadet
10. Flor groga
11. Roma
12. Aniversari
13. Captatio benevolentiae
14. Ai, Dolors
15. Benvolgut

Bis1:
1. Criticarem les noves modes de pentinats
2. La gent normal
3. Al mar!

Bis2:
1. Deixa-la, Toni, deixa-la

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