Comenzamos nuestro primer especial comentándoos un poco los inicios de Green Day, pero os prometimos más. Y como lo prometido es deuda, seguimos repasando su historia. Ahora, nos toca analizar esa maravillosa parte en la que consiguen el éxito y se vuelven los chicos más malos que más veces han salido en las portadas de las revistas. ¿Queréis saber cómo fue todo? Vamos a ello.

KERPLUNK (1992)

En 1992 Green Day todavía estaban dando sus primeros pasos, lo que no sabían era lo cerca que estaban de conseguir llegar a ser tan famosos como pretendían. Ese mismo año Kerplunk salió a la venta editado por Lookout! Records, un pequeño sello independiente con el que ya habían grabado sus anteriores EPs y su primer LP. Ese sello que se les acabaría quedando pequeño después del lanzamiento de su segundo largo.

Como nos gusta esa flor sonriente

Kerplunk se grabó entre mayo y septiembre de 1991 en el Art of Ears Studio (San Francisco) y se lanzó oficialmente el 17 de enero de 1992. Se publicó inicialmente con doce temas, pero en ediciones posteriores también incluiría las canciones del EP Sweet Children (que no se pierda nada, nada). En su momento, logró cosechar un éxito de ventas casi sin precedentes en la escena underground. Fue en este momento cuando las grandes discográficas comienzaron a fijarse en ese trío de desarrapados que parecían que tenían entre manos algo más de lo que la gente se esperaba. Su discográfica de aquellos momentos no tenía la capacidad de distribución que el álbum requería y esto comenzó a repercutir negativamente en el trabajo de la banda, hasta el punto en el que algunos de sus conciertos tuvieron que ser cancelados debido a que los escenarios donde tocaban no eran lo suficientemente grandes para acoger a la gran afluencia de gente que convocaban.

A continuación os vamos a dejar un ejemplo de aquellos maravillosos directos de principios de los 90. Os recomendamos que os fijéis en lo bien que se mueve esa chica apoyada en el amplificador, en el atuendo de Mike o en lo agobiante de la situación. Aunque, reconozcámoslo, ¿a quién no le gustaría poder ver así un concierto de Green Day?

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Con Kerplunk hicieron una de sus giras más extensas hasta el momento tanto a nivel nacional como internacional. Llegaron incluso a girar con Bad Religion, cuyo guitarrista Brett Gurewitz ya se fijó en la fuerza que derrochaban estos chicos en los escenarios. Según ha comentado en declaraciones posteriores, al verles tocar desde el backstage, se veía cómo la gente reaccionaba ante la banda y cómo Green Day hacía que se movieran. Unos casi novatos que ya hacían conciertos a esos niveles, tenían algo que gustaba.

Kerplunk tiene un sonido de guitarras bastante característico (que solo se consigue cuando no usas afinador, según hemos podido leer) y es un álbum espontáneo en el que las canciones se compusieron tan solo dos semanas antes de ser grabadas. De nuevo las letras son un catálogo que muestra los traumas del momento en el que las hormonas se desbordan: amor adolescente, incomprensión, peleas con cualquiera, etc. Todo eso que suele llenar nuestras vidas y nos hacer ser los más rebeldes en edades comprendidas de los 14 a los 18 años toma forma en esas melodías que además incorporaban la gran voz de Billie y guitarras a mansalva. ¿Cómo no iba a ser un éxito? ¿Qué más podía pedir un adolescente que necesitara expresar ese cúmulo de sentimientos enfrentados?

Fotos promocionales de inicios de los 90, las más nítidas

Kerplunk incluía algunas canciones, como No One Knows, más accesibles a todos los públicos. Parecía que los chicos se estaban preparando para dar el salto al público en general, lo que haría que muchos de sus adeptos les miraran con malos ojos. Igualmente, el álbum es un indispensable para ver de dónde ha salido ese sonido que más tarde se asentaría por completo en Dookie. Todo estaba ahí antes de ponerse en las expertas manos de Rob Cavallo (disculpad por el spoiler): temas como 2000 Light Years Away, 80, Who Wrote Holden Caulfield? o esa primera y chatarrera versión de Welcome To Paradise ya nos lo demostraban. Solo tenían que pulirse un poco más y dejar que algunos mayores les dieran las recomendaciones oportunas.

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En este álbum ya pudimos ver como Tré encajaba a la perfección con el resto de sus compañeros. De hecho, aportó su primera canción al grupo. Titulada Dominated Love Slave, es un tema bastante extravagante como su compositor (¿sabéis que Tré ordeñó un perro y perdió un testículo en la escuela de payasos? Su respuesta suele ser que todavía está intentando lavar la sangre de su uniforme). El tema era diferente a lo que estaban haciendo, cómico a la par que agradable y daba un aire nuevo a las pistas del álbum. Además gracias a ella descubrimos la versatilidad de los miembros de Green Day ya que en ella Tré y Billie intercambian sus papeles.

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Su gran éxito hizo que varias discográficas comenzaran a tenerles muy en cuenta. Sellos de la talla de Warner, Geffen o Sony comenzaron a hacerles algunas ofertas, incluso se ha dicho por ahí que alguno de los sellos les invitó a visitar Disneylandia en su afán de intentar convencerles. Pero ellos lo tenían muy claro, querían tener control total sobre su trabajo, e iba a ser bastante difícil encontrar un sello a su medida. Finalmente Rob Cavallo (como ya os adelantábamos antes), tras enseñarles el trabajo que había hecho con The Muffs, consiguió convencer al trío de que firmaran con Reprise Records (subsidiaría de Warner Bross). A partir de este momento comenzaría una de las mejores etapas de la banda.

¿Qué piropos te gusta que te digan por la calle?

DOOKIE (1994)

Tras años de seguir girando donde podían, a inicios de 1994 Green Day todavía daban conciertos en las cocinas de sus amigos. Dookie cambiaría la vida de la banda que había tenido que soportar de todo después de firmar con una gran discográfica. Les llamaron vendidos, algo que ellos no consideraban de esta forma. Para ellos era evidente que pasar a las manos de una discográfica mayor era dar el siguiente paso en su carrera. Según Billie Joe en diferentes declaraciones, pasar a una gran discográfica no era venderse, simplemente era evolucionar, siempre insistiendo que el cambio no afectaría a como querían hacer su música. Independientemente de lo que ellos opinaran, era algo mal visto en los círculos en los que se movían. Se vieron expulsados del 924 Gilman Street y muchos de sus fans dejaron de serlo tras colgarles la etiqueta de vendidos. Poco importaba, estaban a punto de conseguir muchos más.

Los punkis no usan sillas, eso es de snobs

Para su primer álbum con Reprise Records, a finales del verano de 1993, grabaron 17 canciones en tan solo 19 días haciendo sesiones de 12 horas (¿sería la fuerza de la juventud o las ganas de ganar dinero?). Tras la primera escucha, el trío no estaba plenamente satisfecho con el trabajo que había hecho Jerry Finn por lo que se sería el propio Rob Cavallo, el mismo que les había convencido para firmar con la subsidiaría de Warner, el que lo volvería a mezclar. Tras superar los problemas técnicos, Dookie fue lanzado el 1 de febrero de 1994. Con su puesta en venta vino la revolución.

Portadas con moraleja, también nos encantan

Dookie consiguió llegar al número 2 de las listas de Billboard y vendió más de 15 millones de copias. Se convirtió en el segundo álbum con más éxito de esa década, tan solo superado por Nevermind de Nirvana. La revolución del punk había llegado en un producto que comenzaba a ser apto para todos los públicos. Gracias a este éxito las puertas comenzaron abrirse para grupos como The Offspring o Rancid (aunque no haremos comparaciones, que ya sabéis que son odiosas). Dookie les hizo llevarse el Grammy a Mejor Interpretación de Música Alternativa en 1995 e hizo que comenzará una relación bastante prolífica con los medios de comunicación que empezaron a ponerles en portada, a dedicarles grandes titulares y a concederles todos los premios que podían.

El tercer disco de Green Day es un álbum sobre adolescentes hecho por adolescentes (unos 22 o 23 años de edad tenían estos tres por aquel entonces). Hasta su nombre era una broma, hacía referencia a las diarreas que sufrían los miembros de la banda durante su gira. La portada ya parece algo más madura y deja entrever algo de la influencia y la importancia del márketing (que tanto les gusta a las grandes empresas) a la hora de elegir el diseño. En este caso escogieron una ilustración de Richie Bucher en la que se ve una bomba cayendo sobre un montón de cosas que en muchas ocasiones son referencias a los orígenes de la banda, incluyendo todos los dibujos que también se incluyen en el libro de letras del disco.

¡Aprende con Green Day y sus dibujos ilustrativos!

Este álbum sigue en la línea de los anteriores en cuanto al sonido (aunque es evidente la mano de un productor experto) y la temática de las canciones que siguen haciendo alusión a los problemas de la pubertad: ansiedad, ataques de pánico, masturbación, aburrimiento, sexualidad, antiguas novias y un largo etcétera. Aunque en esta ocasión se va haciendo más referencia a hacerse mayor e intentar mantenerse joven y también se ve algo más de frustración juvenil sobre lo que pasa a tú alrededor y no querer ceder ante la presión de la sociedad.

En esta época ya se estilaba eso de publicar sencillos, cosa que no había ocurrido con los álbumes anteriores. El primero de ellos fue Longview que se estrenó el 1 de febrero de 1994 (el mismo día de lanzamiento del álbum). La canción obtuvo un éxito bastante considerable para hablar de masturbación y aburrimiento. El segundo fue la edición rescatada de Welcome to Paradise (que se lanzó originariamente con Kerplunk) que habla sobre la experiencia de dejar el hogar y como hacerse a eso de vivir solo (si es que, por muy punk que seas como la tortilla de patatas de mama, no hay nada chavales). Después vendría Basket Case que reflejaba el miedo a volverse loco y los ataques de ansiedad de Billie, otro completo éxito. Por último llegaron When I Come Around y She, ambos tratando el tema de las relaciones personales. Todo un filón.

Nunca aprenderán a elegir portadas

Del resto de canciones no podemos dejar de mencionar Having a Blast o F.O.D., aunque realmente cualquiera de los temas que componían Dookie podían haberse elegido como sencillos y hubieran sido sinónimo de éxito. De nuevo en este álbum Tré vuelve a aportar su granito de arena con el tema All By Myself y además hasta Mike hace sus primeros pinitos como compositor con Emenius Sleepus que compuso junto a Arsmtrong. Unos chicos hacendosos ellos que hacen de todo entre los tres y parece que todo lo hacen bien.

También gracias a Dookie pudimos ver los primeros vídeos de la banda. Tres de los cinco sencillos tuvieron vídeo oficial. El vídeo de Longview (y esas cosas que no debes hacer si no te quieres quedar ciego) fue uno de los que más impactó en aquel momento y parece mentira habiéndose grabado en el apartamento que compartían en Berkeley. De este vídeo y de la canción en general, para ver si conseguimos entender que nos son unos enfermos, también hemos tenido diferentes declaraciones posteriores. Billie Joe afirmó para Total Guitar (Junio del 2005):

“I was in a creative nut. I was between houses, sleeping on people’s couches. It’s song about trying to not feel pathetic and lonely. I didn’t think masturbation was really seen from the point of view I was looking from. I was coming from a lonely guy’s perspective: no girlfriend, no life…a complete loser”

“Estaba en una locura creativa. Estaba entre casas, durmiendo en los sofás de la gente. Esta canción va sobre intentar no sentirse patético y solo. No creo que la masturbación se viera realmente desde el punto de vista que yo la veía. Yo lo veía desde la perspectiva de un chico solitario: sin novia, sin vida… un completo perdedor”

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El siguiente que pudimos ver fue para Welcome to The Paradise que no tuvo un vídeo como tal, pero siempre se asocia a unas imágenes en directo de las que podemos decir: como nos gusta ver a la gente haciendo el cafre (incluidos ellos) y a Mike poner esa cara de drogado poseído en sus directos. Por último se lanzó también un vídeo para Basket Case que se reproducía una y otra vez en el canal MTV (sí, amigos, MTV hubo una vez que ponía vídeos). Se grabó en una institución mental y nuestro querido trío son algunos de sus ocupantes en un ambiente surrealista en el que nos dejan ver un poco de su locura.

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Y ahora la pregunta (o el delirio obsesivo tras pasar horas indagando sobre Gren Day): ¿os habéis dado cuenta de que los colores surrealistas que predominan en el vídeo de Basket Case son los que han servido para la promoción de ¡Uno!, ¡Dos! y ¡Tré!? Ese verde del fondo, el azul del suelo y hasta el naranja del mono de Mike. ¿No os resultan sospechosamente conocidos? Sobre todo si os metéis en el canal oficial de YouTube de la banda a ver el vídeo y os fijáis en la publicidad de los nuevos discos que aparece en la parte inferior. Pero bueno, dejando las elucubraciones sin sentido aparte, el último vídeo que se extrajo de este álbum fue para When I Come Around, uno de los más aburridos de la historia de Green Day. El trío anda por la calle y la gente se fija en las vidas de los demás y al final todo se relaciona.

Dookie, además de al éxito, les llevó a hacer una extensa gira en la que casi literalmente se volvieron locos y en la que mostraron uno de sus lados más salvajes. De su recorrido podemos resaltar algunas actuaciones memorables, como por ejemplo su interpretación en la edición de Woodstock 94. Esa es en la que iniciaron una guerra de barro que acabaría con ellos saliendo en helicóptero y Mike con algunos problemillas con los de seguridad. En otro concierto en Boston en la emisora WFNX también tuvieron algún que otro altercado cuando el público se revolucionó y acabaron con disturbios que dieron como resultado 60 detenidos y algunos heridos leves. También se recuerda con especial cariño un concierto benéfico en el Madison Square Garden en el que Billie Joe decidió que la mejor forma de interpretar She era completamente desnudo. Disculpad, completamente no, el frontman, en un ataque de erotismo supremo (o para no coger cualquier cosa en ese suelo) se dejó los calcetines.

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Y hasta aquí hemos llegado. Dejamos a los chicos de Green Day convirtiéndose en los amos del mundo, pero no os preocupéis que, si todavía os quedan ganas de más, volveremos para seguir con la historia y contaros como acabaron de gira con blink-182.

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