Bea: Con un segundo y recién estrenado disco (el tercero si tenemos en cuenta cuando aún erais healthcontrol), ¿pensáis que habéis cambiado drásticamente o que todo ha sido una evolución natural en vuestro sonido?
Atención Tsunami: Llevamos 11 años tocando juntos y la evolución ha sido natural y muy entretenida. Empezamos haciendo rock instrumental con healthcontrol, luego entraron las voces y otros experimentos y, a día de hoy, tenemos dos proyectos con los mismos integrantes, Atención Tsunami, donde canta Álvaro y se concentra la vena más dinámica, salvajuna y –core, por decirlo así, e Incendios, donde canta Miguel y nos damos con arrobo a la atmosferia y el popamen un poco más delicados pero densos.
B: Para sorpresa, además, viene bajo un nuevo sello del que formáis parte de sus creadores (Récords del Mundo). ¿Llevabais tiempo planteándoos la idea de sacar adelante un sello pequeño para vuestros proyectos y el de amigos?
AT: Uy qué va, llevamos desde el principio apostando por la autogestión. RDM es el nuevo proyecto que da el relevo a Estoescasa, el sello y plataforma de autoedición que pusimos en marcha ya con healthcontrol y con el que pudimos además sacar referencias de Havalina, Autumn Comets y Why Go, por ejemplo. De momento, RDM nace para acoger exclusivamente nuestros tres proyectos actuales, Atención Tsunami, Incendios y Paracaídas, aunque tramamos varias maldades a medio y largo plazo de las que tendréis noticias.
B: ¿Por qué «Que le corten la cabeza»?
AT: En el título se apelmazan varias cosas. Desde lo políticamente paradójico e inquietante de una frase que suena regicida pero que en la ficción la pronuncia un monarca, a la alusión a ciertos despeñaperros mentales y escisiones internas en los que uno se quitaría de buena gana la cabeza o la cambiaría por otra. Por cierto, ¡cómo mola la portada, ¡¿no creéis?!
B: Siguiendo con las anécdotas, ¿hay alguna historia en especial detrás de las canciones que componen el disco y que queráis compartir?
AT: Haylas, haylas por supuesto: aquelarres, abducciones, cambios de sexo, crisis religiosas, adicciones al juego, contenciosos-administrativos… Pero todo muy privado, muy suyo.
B: ¿Cómo fue todo el proceso de composición y grabación?
AT: Rápido, fluido y sin florituras. Estábamos inspirados. Y había que acabarlo antes de que Álvaro cruzara el charco a la gran manzana. Grabamos en La Mina, la casa-estudio que Raúl Pérez tiene cerca de Sevilla. Fue un maravilloso campamento de verano con grabación, barbacoa non-stop, partidas de 21 y rigurosos ejercicios grupales de natación sincronizada al caer el sol. Raúl es un tío muy tranquilo, con mucho gusto y las ideas muy claras. Transmite mucha serenidad y confianza. Para las mezclas y el máster contamos con Manuel Cabezalí (Havalina), a quien conocemos desde hace mucho y con quien teníamos muchas ganas de colaborar al fin en un proyecto. El resultado salta al oído. ¡El disco suena de la hostia! (O eso nos parece a nosotros).
B: Mostráis un gran sentido del humor y se os nota muy bromistas en redes sociales y entrevistas. ¿Es esto una actitud ante la vida en general o es algo limitado a la entidad que forma el grupo?
AT: Somos tíos muy grises (inspectores de hacienda, notarios, asesores de mergings, padres y alguno ya abuelo). No sabéis lo que nos cuesta cambiar el chip y montar el numerito. (Y eso que ya casi no grabamos vídeos chorras porque vamos sin proyecciones.)
B: ¿Estáis de acuerdo con esa definición que os han dado algunos medios como una mezcla de post rock con un toque ochentero?
AT: Somos más de afro-core.
B: ¿Que planes tenéis para el futuro? ¿Se avecina alguna gira de presentación?
AT: Presentamos el disco ya de ya, el viernes 6 de junio en la sala Moby Dick de Madrid. De momento estaremos también en el festival Anfi-Rock el 21 de junio (Isla Cristina, Huelva), en el Planetademos el 12 de julio (Mengíbar, Jaén) y en el Tomavistas el 19 de julio (Madrid)
B: Muchísimas gracias, chicos.
AT: Mil gracias a vosotros.