Voy a confesaros algo. Siento una pequeñita devoción por algunos grupos de nuestro panorama indie. Y por panorama indie no me refiero a los directos de grupos de barbudos y camisas de cuadros sobre el escenario (que también); me refiero a ver a artistas disfrutar tocando, cantando y que todo ello sea mútuo, ya que las letras en castellano ayudan. Los hay que tienen esa cualidad y eso es así en resumen una pequeña parte del recuerdo que me queda de las actuaciones de anoche en la sala LeClub. Tanto de David Quinzán, que fue el encargado de telonear al ex-Sunday Drivers, como de Jero Romero y sus dos secuaces. Y antes de empezar, mil gracias de nuevo a Cris Andina por estas fotazas.
Aunque al final llegaríamos a juntarnos allí bastantes conocidos, lo cual pronosticaba un concierto bastante familiar, al principio fue Quinzán, acompañado en todo momento por Nico Vieites, el que tuvo que enfrentarse a un público algo frío que se fue animando a medida que se sucedían las canciones. A la orden del día estaba el disfrutar del directo del ex-stereotipo, presentando temas de sus EPs El Aullador y Cetáceos, que no defraudó en absoluto. Letras trabajadas en las que se notaron las influencias más «xoelianas».
Tras El Aullador, enlazó directamente Historia de un rayo. Una canción fresca y bastante pegadiza que ganó puntos en directo gracias la pandereta ubicada a los pies del cantante. Después de estos dos primeros temas y más seguro sobre el escenario, continuó con Un momento eterno, Salvajes en el cemento, y después de los típicos agradecimientos, nos encontrábamos en El Monte de San Pedro, aunque viendo la que está cayendo hoy, mejor regresamos al buen ambiente que se respiraba en la sala a la media hora de su directo. De esta forma fue intercalando canciones ante un público que aunque a veces pecó de «ambiente de bar», supo apludir cada una de las canciones.
Después de una buena ovación, llegaría el momento de la preciosa y acogedora Piezas del corazón. Y por si esto no fuera suficiente, en el penúltimo tema, La madera, también colaboró el micro de David, que tomó protagonismo y hasta él tuvo que cambiar la letra «No dejaré que se caiga…». Siguió cantando de maravilla y termino su directo con Lobo viejo. Así que poco más hay que decir. Dio un muy buen concierto contagiándonos con sus canciones para dar paso a Jero.
Setlist David Quinzán:
Aullador
Historia de un rayo
Un momento eterno
Salvajes en el cemento
El Monte de San Pedro
Piezas del corazón
La madera
Lobo viejo
Jero salió respaldado del hombre orquesta multiinstrumentista que últimamente parece estar en todas las bandas, Charlie Bautista, y Alfonso Ferrer; y ellos tres sobre el escenario resultaron ser una sobredosis de motivación. El concierto comenzaba con una intro de Jero solo acompañado por su guitarra acústica y del contrabajo, casi a capela, que dio paso a que comenzasen a desgranar el disco con Túmbate, Haciendo eses, Las leves y Reloj de sol. Esas cuatro primeras canciones activaron a un público que nos sabíamos las canciones del toledano y compañía. Una sensación de retroalimentación que duró la hora y media de su directo. Nos fundíamos acompañando a Jero en los estribillos y coreándolo en todo momento. Y aquí llegó la primera de las sorpresas de la noche, cuando el cantante presentó una canción «para los que os sentís narcisistas». Narciso, un tema inédito, sonó en la misma línea que las anteriores y en la que Charlie Bautista iba pasando de un instrumento a otro con una facilidad increíble.
El ritmo volvió a su cauce esbozando sonrisas en la interpretación de la homónima a su disco, Cabeza de león, uno de los temas más celebrados que nos llevó de la mano a la agridulce y melancólica Ya te lo decía yo. Los coros por parte del público fueron parte del trío, aupándolo en todo momento. Un continuo devenir de bailes, aplausos… Llegaba el turno de otra versión, esta vez de El refugio de Superman, de The New Raemon enganchada con Nadie te ha tocado, que volvió a meternos en el cuerpo el ritmillo que siguió con «una dedicada a los que pensáis mucho». Pensaba, fue la forma de agradecer a toda la gente que había participado en la financiación de su disco.
Deshinibida sonó sublime. Correcto derrochó expresividad y talento sobre el escenario y es que las historias que Jero nos cuenta en sus canciones nos hacen protagonistas a cualquiera de nosotros. Pero empezábamos a sentir la despedida y la forma de agradecer por su parte, tanto al público, al elenco de la sala y a una vaca que había entre el público, fue cantando No hay, otro tema inédito con el que nos invitó a «darlo todo con las canciones» (malpensados). Una canción muy ranchera y graciosa por parte de los coros que infundió muy buen rollo. E impregnados ya de inmejorables sensaciones, gritamos en Devolverte y en Señor gigante, desprovista en esta ocasión de la trompeta, nos sentimos pequeñitos cantándole y aplaudiendo a esos tres gigantes que anoche ocupaban el escenario.
Y sí, hubo ocasión de bises. Más que nada porque muchos sabíamos que le quedaba una del disco por tocar, El as. Que sonó maravillosa poniendo punto y final tras una versionaza del Adelante Bonaparte, de Standstill. Y de verdad lo digo, a veces es tan fácil hacernos salir con una sonrisa de un directo… Fue todo lo que esperábamos y mucho más.
Setlist Jero Romero:
Túmbate
Haciendo eses
Las leves
Reloj de sol
Narciso
Cabeza de león
Ya te lo decía yo
El refugio de Superman (The New Raemon)
Nadie te ha tocado
Pensaba
Deshinibida
Correcto
No hay
Devolverte
Señor giganteBIS:
Adelante Bonaparte (Standstill)
El as
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