Recientemente hemos visto a la banda de rock The Who actuar en el Half Time de la última Super Bowl. Con una audiencia de 150 millones de personas, es la cifra más alta en los 46 años que llevan juntos. Tocaron unas cuantas canciones que ya no podéis ver en el post debido a reclamaciones de copyright, pero la verdad es que hicieron unas buenas actuaciones y a todo el mundo le gustaron. Podríamos pensar que este año podrían comenzar una nueva gira mundial y así aprovechar para seguir su exitosa carrera, pero la enfermedad que atormenta a Pete Townshend, su guitarrista, hace que esto no sea posible. Pete posee tinnitus (acúfeno en español), una enfermedad últimamente bastante común en la audición de las personas en los países industrializados. Según nos dice:

Si mis oídos van a ser un problema, no vamos a posponer shows. Simplemente el grupo acaba. No veo otra manera de llevar el tema.

Pues vaya…

YEEEEEEEEEEEEEEAAAAAAAAAAAAAAH

Roger Daltrey, cantante de la agrupación, afirma que el próximo concierto benéfico londinense del día 30 de marzo será una prueba definitiva para el oído de Pete. «No sabremos hasta intentarlo», nos cuenta. Tocarán su disco Quadrophenia íntegro, así que esperemos que su oído no le provoque demasiadas molestias.

Pese a no ser un problema demasiado popular, este problema no sólo afecta a Townshend, sino que a mucha más gente conocida. Mismamente, el famoso batería del grupo Metallica, Lars Ulrich. Afirma llevar 35 de sus 46 años tocando la batería y sin ningún tipo de protección auditiva. Obviamente, esto a la larga pasa factura y ahora tiene un zumbido permanente en sus oídos. Ésta es la razón por la que ahora incita a los jóvenes con iPods a que usen poco volumen, ya que no es «como la nariz, que si la estropeas, al tiempo se cura»; los problemas de oído «no tienen cura, es para siempre», según nos dice Lars.

Obviando el hecho de que Ulrich obra desde la buena fe y no creemos que tenga ninguna conspiración judeomasónica contra Apple, además de que ya habrá probado diferentes remedios para su propia disfunción, sí puede que haya remedio efectivo para la enfermedad. Unas semanas atrás, se demostró en Alemania una terapia musical que podría reducir considerablemente el volumen de dicho zumbido. A su vez, también se está probando un medicamento que podría calmar los nervios hiperactivos que generan el dichoso sonidito y resolver el problema. No aseguran una recuperación al 100%, pero mejor que nada es.

En caso de que algo le ocurriese a Pete, siempre podremos tener la esperanza de que esto le alivie. Y lo mismo con Lars, claro está. Nosotros, esperaremos mientras con impaciencia la llegada de su Rock Band.

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