Si alguien se creía que el culebrón sobre la muerte de Amy Winehouse ya había terminado, estaba bastante equivocado. Las novedades sobre el caso vienen de mano del análisis toxicológico que afirma no haber encontrado «sustancias ilegales» en el cuerpo de la fallecida cantante; lo que sí se encontró, aunque nadie se sorprendió, fue la presencia de alcohol, aunque todavía no se puede determinar si fue un factor en la muerte. Las investigaciones sobre el tema continuarán hasta el próximo mes de octubre, momento en el cual se descubrirá lo averiguado y, esperemos, se cerrará el caso.

Ahora también tiene flores encima, aunque de otra manera

Esto todo según un comunicado público a manos de la familia Winehouse, que también aprovechó para darle las gracias a la policía y al juez de instrucción por hacer todo lo posible por esclarecer la muerte de Amy y mantenerles informados durante el proceso.

En un tercio más musical, su segundo y último álbum de estudio, Back To Black, se acaba de convertir en el disco más vendido de lo que va de siglo en el Reino Unido, patria de la londinense. Con un total de 3.26 millones de unidades, y subiendo, acaba de desbancar a James Blunt y su Back to Bedlam (3.25 millones de ventas) a la vez que relega al tercer puesto al No Angel de Dido (3.07 millones); como vemos, un top tres muy británico, como no podía ser de otra manera.

Cierto es que tan solo llevamos 11 años de este siglo XXI, pero parece que el legado de Winehouse ya comienza a notarse. Quizás sea demasiado pronto para auparla al estatus de leyenda, pero los números están ahí y no engañan.

Vía: NME y BBC News.
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