Empezaré diciéndolo claro: el último CD de Mastodon me ha parecido peor que los anteriores. Esta frase podría, por lo general, hacer prólogo a un artículo en el cuál pongo a parir el trabajo, y les digo aquello de «si algo no está roto, no lo arregles». Nada más lejos de la realidad.
Para el próximo, nos juntamos con Chris Martin y hacemos un «Divinations de la Noche»
Se me hace particularmente difícil hablar de este disco, al igual que de todos sus trabajos previos, debido a una razón bien sencilla: siempre tengo la sensación de que, diga lo que diga, no va a hacer justicia a estas canciones tan colosales (tanto en calidad como en tamaño y complejidad). Porque no nos engañemos, Mastodon, su esencia, sigue ahí. Los riffs aplastantes y los complejos ritmos de batería marca de la casa continúan en su sitio. Pero esta esencia se ha diluido, como viene siendo tendencia desde aquél Leviathan que los puso en el mapa hace ya algunos años.
Se diluye entre una mayor melodía, entre unos riffs setenteros y, en general, todo lo que se le ocurra a estos genios con cierto aire de redneck sureño. Huyen esta vez de cualquier mención siquiera a lo conceptual para entregar trece canciones de las cuales no desentona ninguna, y en las cuales, una vez más, han hecho lo que les ha dado la gana.
La mascota de moda en la alta sociedad
Desde ese comienzo marca de la casa con Black Tongue, la cosa continúa sensacional con Curl of the Burl (y su delirante videoclip, homenaje al cine de serie B), donde se disfrazan de Black Sabbath para seguir siendo Mastodon. La breve, brevísima (otro detalle que llama la atención del conjunto, la corta duración de las pistas, en comparación con Crack The Skye) Blasteroid da paso a Stargasm, otro tema que nos recuerda de sobremanera al anterior álbum y sus viajes espaciales. Más adelante aparece también el debut del batería Brann Dailor como vocalista principal, donde no desentona ni lo más mínimo. Sin embargo, aquí la auténtica estrella de la función es la canción que da nombre al disco, The Hunter, que define por completo esta nueva era de Mastodon: una fusión única de complejidad y sencillez que solo está al alcance de unos pocos.
Para los nostálgicos del Remission, todavía quedan vestigios. Spectrelight pone ese punto de potencia sludge que nunca debe faltar, acompañada una vez más de Scott Kelly, vocalista de Neurosis. Pero no es la nota dominante, como se puede observar en la canción que pone punto y final, The Sparrow, otro temazo en toda regla, donde incluso llegan a introducir coros que se apagan lentamente, despidiéndose de nosotros hasta el próximo viaje.
Nota: 8.5/10
Portada de la edición de lujo
Tracklist:
1. «Black Tongue» 3:27
2. «Curl of the Burl» 3:40
3. «Blasteroid» 2:35
4. «Stargasm» 4:39
5. «Octopus Has No Friends» 3:48
6. «All the Heavy Lifting» 4:31
7. «The Hunter» 5:17
8. «Dry Bone Valley» 3:59
9. «Thickening» 4:30
10. «Creature Lives» 4:41
11. «Spectrelight» (feat. Scott Kelly) 3:09
12. «Bedazzled Fingernails» 3:08
13. «The Sparrow» 5:30Limited Edition/iTunes Bonus Tracks
14. «The Ruiner» 3:11
15. «Deathbound» 2:48
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O soy yo que estoy cambiando o me parece su disco más accesible. Posiblemente, perfecto disco de iniciación para aquellos, entre los que me incluyo, a los que les cuesta entrar en «Crack The Skye» o «Blood Mountain», colosales ambos pero que creo requieren cierta madurez que me consta no tengo.
Yo también soy de esa opinión. Es un buen disco, aunque un pelín más flojo que Crack The Skye, el cual tenía temazos. Éste los tiene, pero no son tan brutales.
Yo les pondría un 7 (7.5, vamos).