El pasado 29 de noviembre tuve el privilegio de asistir a un evento más que a tener en cuenta: Nada Surf se dejaban caer por el Costello Club de Madrid para un showcase acústico en el que presentarían los temas de lo que será su nuevo disco, The Stars Are Indifferent To Astronomy. Hace algo más de un año que el grupo despachó su disco de versiones If I Had A Hi-Fi, pero nos tienen hambrientos de temas nuevos desde su Lucky de 2008. Ya era hora de que volviesen a dar guerra.
La portada del nuevo trabajo, ¿Radiohead? ¿Alguien?
En un evento de este tipo uno se espera que, como mucho, el grupo se casque los nuevos temas, agradezca a todo el mundo su presencia y se marchen a casa con el trabajo bien hecho. Pero Nada Surf no se conformaron con eso. Guitarras acústicas en mano se marcaron un concierto de algo más de una hora en el que repasaron sus últimos pelotazos, acompañados de esos temas nuevos que tanto queríamos oír. Y allí, casi unos encima de los otros, en la mínima expresión de lo que es un grupo y con el público lleno de caras conocidas y amigos (la madre del bajista entre ellos) el concierto arrancó con unas amables palabras de su líder Matthew Caws a las que le siguió la primera canción inédita: Clear Eye Clouded Mind. Se trata de un pelotazo al más puro estilo de su sonido, quizá algo más cercano a sus primeros trabajos (a ese delicioso y apresurado Karmic) que entra como una bala. Una de esas canciones que te alegran el día, de las que te hacen sonreír.
«Mamá, no mires ahora»
Mientras se desarrollaba el concierto hizo aparición entre el público una bandeja enorme: alguien había cocinado una empanada para la ocasión, que no tarda en ser bautizada por Daniel Lorca, bajista del grupo, como “Empanada Surf”. Al primer trallazo le siguieron varios éxitos de siempre del grupo: Allways Love, Concrete Bed… casi todos ellos de sus últimos trabajos, centrándose especialmente en el The Weight Is A Gift de 2005. Pronto hacen aparición otros temas nuevos: Teenage Dream, Looking Through, y otro trallazo que vuelve a revolverlo todo: Waiting For Something, la que precisamente será elegida por el grupo como single de presentación del disco (a pesar de que ya nos regalaron When I Was Young a través de su web). Esta canción, como ellos mismos han dicho en varias ocasiones, resume el sonido Nada Surf en los escasos minutos que dura: el buen humor, el pop, las guitarras… está todo concentrado.
Aunque parezca que no se ajuntan, en realidad se quieren mazo.
La anatomía de la bodega del Costello convierte el concierto en una experiencia más que agradable: ni una sola nota fuera de sitio, ni una sola pérdida de fuerza o de actitud. Esta gente suena como quiere y cuando quiere. A su batería Ira Elliot no se le ve encantado sobre el cajón flamenco, seguramente preferiría estar aporreando su batería, pero no por ello le echa menos ganas (y morro). A la segunda guitarra se encontraba un invitado de honor, Doug Guillard, ex-miembro de Guided By Voices que ya colaboró con ellos en su disco de versiones y que puso el virtuosismo, los punteos y más de un arreglo curioso que les vino como anillo al dedo. La presentación del disco dejó dos sensaciones, una buena y otra mala. La buena un buen rollo incurable y la mala el saber que hasta enero del año que viene (y bien entrado enero, hasta el 24) no podremos oír este disco en todo su esplendor y como debe ser oído. Servidor se contenta de momento con haber oído estos nuevos temas tan desnudos y vulnerables, veremos que trompazo me pegan cuando suenen a todo confort.
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2 comentarios en “Nada Surf @ Costello Club, Madrid (29/11/11)”
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