Entrevistamos a dos de las bandas más en forma del estado: Freedonia y The Sweet Vandals. Transpiran música negra por los cuatro costados y por primera vez tendrán la ocasión de compartir escenario en una única fecha que se presume inolvidable. Será dentro de las actividades paralelas del Festival Cineuropa en Santiago de Compostela (sábado 9 noviembre, Sala Capitol). Nos hemos puesto en contacto con ambas agrupaciones para que nos den su visión de la escena soul en nuestro país. Por suerte, cada día más en alza…

Redacción: En Santiago de Compostela será la primera vez que coincidáis ambas bandas sobre un mismo escenario ¿Cómo es posible que no hayáis coincidido con anterioridad?

Sweet Vandals: No es fácil coordinar las agendas y a nivel de producción también es más complicado, por otro lado hace falta que algún promotor ofrezca las condiciones mínimas para organizar un evento de estas características. Afortunadamente todo ha cuadrado para que vivamos una noche única en la Capitol, una de nuestras salas favoritas.

Freedonia: Simplemente no se nos había presentado la ocasión, pero queríamos hacerlo desde hace mucho.

R: La pregunta clave es, ¿Habrá más fechas de ambos grupos juntos? Intuimos que podéis formar una dupla en clave soul-funk demoledora.

TSV: Esperamos que así sea, con Freedonia compartimos una forma de ver y vivir la música en la que prima la pasión por nuestro estilo y el deseo de hacerlo llegar al público tal y como es: crudo, honesto, bailable. También compartimos una forma de entender el negocio, somos colectivos de músicos organizados para llevar nuestra carrera de forma independiente y auto-gestionada, no funcionamos exactamente igual pero coincidimos en lo básico. Además al grabar en nuestro estudio hemos desarrollado una buena amistad y una relación muy enriquecedora para ambas bandas que nos gustaría prolongar en los escenarios.

F: La colaboración entre Sweet Vandals y Freedonia lleva mucho tiempo en marcha y ha sido clave para nosotros, son un gran referente. Grabamos en su estudio (Funkameba), con la producción de Santi (bajista Sweet Vandals/ productor Sweet Records), editamos juntos, compartimos experiencias, influencias y mucha música… coincidir en un escenario es solo la punta de un iceberg de entendimiento, colaboración y amistad, que se lleva fraguando a fuego lento, y que por supuesto, esperamos que se repita muchas veces. El concierto de este sábado puede ser un buen punto de partida para que vengan más fechas.

R: Vuestras trayectorias hasta la fecha, si hablamos en términos de repercusión, están siendo diametralmente opuestas. The Sweet Vandals gozan de mayor reputación fuera de nuestras fronteras (muy pocos artistas estatales disfrutan de tal privilegio) y Freedonia en escaso margen de tiempo, adquieren gran repercusión entre una audiencia no estrictamente procedente de la escena soul que incrementa cada día…

TSV: Es cierto que ha sido hasta la fecha, la repercusión de tu trabajo depende de tal cúmulo de factores que la hacen totalmente incontrolable.

F: Probablemente esto obedece a cuestiones coyunturales, todos exploramos nuestras opciones según se nos presentan. Por encima de eso está que la música nos emociona y nos une en un interés artístico común, además es algo extensivo a nuestro público con toda seguridad, puesto que ellos son parte fundamental.

R: Nos consta que os mantenéis admiración mutua. No es algo del todo habitual destacarlo públicamente. ¿A las bandas de aquí les cuesta echarse flores? Da la sensación que en ocasiones se prefiere reivindicar el producto foráneo…

TSV: Entre las bandas de música negra hay muy buen ambiente, llevamos muchos años tocando por el puro placer de hacerlo, con poca repercusión para el gran público y siendo ignorados por los medios, nos conocemos todos y vivimos la misma realidad así que entre nosotros no hay problemas, Además las propuestas son muy diferentes entre sí lo que hace la escena más interesante, cada grupo tiene su estilo, su camino y desde luego nosotros respetamos, reivindicamos y admiramos el trabajo que se está haciendo.

F: Lo que se coincide en reivindicar es la buena música hecha con cariño, sinceridad y esfuerzo, da igual donde se haga. Admiramos a los Sweet Vandals por muchos motivos, por su música de la que hemos aprendido mucho, porque los conocemos personalmente y tenemos una gran relación y también porque coincidimos en muchos aspectos de cómo llevar a cabo nuestros proyectos, que para ambos son proyectos de vida.

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R: Según vuestro punto de vista, ¿Pensáis que las formaciones influenciadas por géneros afines como el soul o el funk han conseguido obtener mayor fuerza y repercusión estos últimos años? ¿Es quizás el actual, un momento clave para la escena de soul en nuestro país?

TSV: El nivel de muchas bandas es altísimo, hay conocedores, Djs, clubes y un público fiel y otro potencial, por ahí se dan las condiciones, por otro lado no hay industria, faltan promotores y a los medios les cuesta darnos el espacio y el respeto del que gozamos fuera.

F: Creemos que es un buen momento y trabajamos en la medida de nuestras posibilidades para que continúe. Son géneros muy amplios, llenos de música enriquecedora y muy bien hecha, y a pesar de que siempre estuvieron presentes, todo momento es bueno para asombrarse con ellos o disfrutar redescubriéndolos, estamos convencidos que es bueno para la salud.

R: ¿En qué medida creéis que vuestros álbumes de estudio consiguen reflejar el magnetismo y la fuerza de vuestros directos?

TSV: Son trabajos completamente distintos, una grabación es una foto de la música destinada a escucharse muchas veces mientras que un concierto es una experiencia única. La energía es diferente en estudio que en directo y el fin mismo de la interpretación es otro así pues es difícilmente comparable.

F: Cada directo es único puesto que la energía del público es única. En un disco la situación es más íntima y por tanto la energía es distinta. Tratamos de registrar la música de forma que la experiencia sea lo más orgánica posible, grabamos tomas en directo, con pocos micros, a sistemas analógicos… por eso nos gustan los vinilos.

R: Para The Sweet Vandals. Una composición de Freedonia que creéis que podría encajar en vuestro repertorio.

TSV: I Won’t Play Your Game (No More).

R: Para Freedonia. Una composición de The Sweet Vandals que podría encajar en vuestro repertorio.

F: «Beautiful», es un tema precioso y muy soul.

R: No creo que sea descabellado reiterar que parte de los más influyentes artistas e intérpretes estadounidenses son de origen afroamericano. Hay casos evidentes que han acabado convirtiéndose en los catalizadores de avances artísticos y tecnológicos en un período clave de la historia la música popular del pasado siglo (1965-1975
aprox.) ¿Estáis de acuerdo con esta apreciación? ¿Podéis destacar un artista que según bajo vuestro punto de vista se ajuste a estos hechos y por el que sintáis especial admiración?

TSV: Estamos de acuerdo, señalar uno solo es imposible y hacer una lista sería interminable pero
si hay que mojarse y como ejemplo de músico que tomó las riendas de su música y catalizó a un grupo de grandes artistas en torno a su sello Curtis Mayfield parece apropiado.

F: Nada descabellado, estamos de acuerdo. El problema viene a la hora de destacar a alguien porque son muchos; Ray Charles, Sam Cooke, Otis Redding, Marvin Gaye, James Brown, Curtis Mayfield, Nina Simone, Isaac Hayes, Stevie Wonder, Diana Ross, Tina Turner, Michael Jackson, Quincy Jones… la lista es interminable.

R: La pregunta del millón: ¿Stax o Motown?

TSV: Como no podemos renunciar a ninguna de las dos, barremos para casa y… Sweet Records.

F: Eso es tan difícil como elegir que comida te gusta más, depende de lo que conozcas y te apetezca en el momento. Pero sí hay que mojarse… Stax.

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