El FIV, el festival que lleva años celebrándose en la Plaza de la Constitución, en pleno centro de Vilalba, en Lugo, cuenta sus ediciones por grandes éxitos y un cartel solvente en cuanto a panorama indie español se refiere. Ayer mismo arrancaba con una jornada inaugural en la que por encima de todo, hasta del fresquete que hacía, brillaba la incógnita de volver a ver en directo a Amaral; y para servidora, de ver a los ingleses Eagulls. Quizá la afluencia de público no fue la esperada, pero a continuación os contaré lo que dio de sí el primer día, acompañado de las fotografías de Cris Andina. ¡Gracias!
Eagulls, uno de esos nombres que lleva despegando desde el año pasado y que poco a poco está en boca de todos, fueron los primeros en abrir el festival presentando ante muy poca gente su sobriedad sobre el escenario mientras poco a poco iban desgranando su álbum homónimo con esa frialdad que requiere la pose de su estilo. Hollow Visions, Footsteeps, ese bajo interminable, sonando por momentos a The Smiths. Tocaron con garra ante un público al que se ganaron a pulso a pesar de la temprana hora. No disgustaron, pero a su propuesta solamente le falta una cosa: un poco más de feeling entre ellos. Mark Goldsworthy, el cantante, con capucha y gafas de sol se dirigió en varias ocasiones al público y el cierre con su single Possessed fue emocionante, no sólo por la apabullante potencia del tema, sino por la serenidad de los músicos sobre el escenario. Quizá el cansancio de haber tocado días anteriores en Barcelona y Madrid.
Eagulls
Un ratejo después, con una carpa a medio llenar, excepto el agolpamiento de las primeras filas, aparecieron los chicos de The Right Ons en el escenario. Los cinco músicos saltaron para presentar su Volcán y poco puedo decir que no haya dicho ya de su directo, ¿no? Sólo una cosa, sí: es un grupo que gana más en sala, no en un festival. Sin embargo, anoche salieron con fuerza y su show fue en ascenso a medida que avanzaba el tiempo. Brillaron nada más comenzar con Purple Neon Nights, Rojo Intenso, Adiós, Pequeño Volcán y sobre todo en Quiere bailar; y aunque se ciñeron bastante a su último álbum en castellano, sonaron frenéticos también en On The Radio y Thanks. La habilidad con la que pusieron al público del revés, transmitiendo optimismo ya no era nada nuevo para nosotros. Se dejaron la piel (y las cuerdas) y no hubo ni una cara rara entre la gente rezagada que se iba acercando a esas primeras filas. Todo lo contrario, muchas personas coreaban sus canciones, moviéndose al ritmo, muestra de que estaban disfrutando de lo que estaban haciendo. Tan atropellados de tiempo fueron nuestros amigos, que cuando nos quisimos dar cuenta, los chicos uniformados de Second se encontraban ya sobre el escenario invitándonos a subir a su Montaña Rusa. Un directo bastante largo, entretenido, y sorprendente la cantidad de gente entre el público cantando sus canciones. Sonaron, entre otras, Psicopático, Lobotomizados e incluso hubo tiempo para que se acercaran un poquito al folk de la mano del banjo con La barrera sensorial.
Amaral
Pero llegaba el plato esperado de la noche. Saltaron los de Zaragoza al escenario de su único concierto previsto este año en Galicia (hasta el momento) con esas ganas les caracterizan para arrancar con Sin ti no soy nada, Kamikaze, y Esperando un resplandor, en un arrebato de pasión y fuerza que, si no fuera por el frío, dejaría boquiabierto a más de uno. Apuntaban Amaral días atrás que presentarían nuevas canciones durante su concierto en el festival y una de ellas fue Cazador, precedida por El universo sobre mí. Repasaron su último disco Hacia lo salvaje, dejando también espacio para temas de ahora y de siempre: No sé qué hacer con mi vida, Estrella de mar o Revolución para cerrar la actuación, no sin antes hacer temblar el recinto con Ratonera, su último single que tanta polémica ha traído esta semana. No faltaron los numerosos y característicos agradecimientos al público, las críticas a la situación actual, y las alabanzas al mundo de los festivales en general. Y a pesar de que el setlist fue inesperado y carente de fuerza por momentos, su incontestable directo se puede resumir en una compenetración absoluta entre los músicos veteranos, como Jaime García, ex Sexy Sadie; y la presencia arrolladora de Eva y su voz sobre el escenario, que no paraba de moverse.
Y para terminar, a las 2:20 de la madrugada, ni un minuto más ni un minuto menos, salía Ale Costa junto con el resto de componentes del grupo, excepto Nita, la voz de este proyecto de fusión de electrónica, pop, rock y flamenco, Y es que los cordobeses Fuel Fandango y sus Trece lunas resultó ser la guinda de la primera jornada del fiv. Sin embargo, anoche no fue nada fácil ganarse al público viendo la hora de su actuación, sobre todo después del buen sabor de boca que habían dejado sus predecesores Amaral. Y con esto llego al final, ya que por frío, la que suscribe estas líneas se retiró antes de la finalización de este directo. Pero bueno, un año más comenzando la temporada de festivales por todo lo alto y cuyo segundo día espero que se convierta en algo mejor con Maryland, León Benavente y muchos más.
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