Como decíamos ayer, las navidades traen una masiva desaparición de noticias mínimamente interesantes y para mantener un ritmo de posteaje adecuado hay que acudir a estas cosas que a nadie le importan, ni a nosotros mismos. Pero bueno, al menos es algo coñero y se pasa el rato. No será largo tampoco. La protagonista de la historia es Amy Winehouse. Se encontraba en un teatro viendo una actuación de la obra «La Cenicienta» cuando en medio de la historia comenzó a gritar y cuando le vino el encargado y le dijo que se calmase, le propinó unos cuantos golpes. Concretamente, lo que gritaba era «¡Zorras!» a las pobres hermanastras, y al príncipe le decía «¡Que le den a Cenicienta, cásate conmigo!» para que se fuese con ella y dejase a la pobre Cenicienta. Tras una serie de golpes en las partes bajas del mánager y varias tiradas de pelos cuando la intentaba calmar, los propios guarda-espaldas de la cantante la sacaron del recinto para que no empeorase la situación.

¿Estaba drogada? ¿Está loca? ¿Necesita ser la protagonista de todo? ¿En verdad estaba tan bueno el príncipe de la obra que era inevitable que cualquier fémina hiciese eso todo? No lo sabemos, pero lo que sí sabemos es que haría muy buena pareja con Pete Doherty, el cantante de Babyshambles: llevan el escándalo y los problemas allí por donde van.

Momentos previos a su espectáculo en medio del otro espectáculo

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