Comandados espiritualmente por el ex-político y presidente del Deportivo de La Coruña Lendoiro, los coruñeses Lendrone lanzan a través de la discográfica Matapadre (Unicornibot, Telephone Rouges, Disco las palmeras!) su primer LP Uno. Oficialmente verá la luz mañana lunes 18 y es su segundo trabajo tras un EP (I) que contenía unos cuantos temas sueltos que han sido nuevamente incorporados en este largo con algún que otro perfeccionamiento (también subido a Bandcamp en su momento).
Los tres «coruños» traen consigo once canciones llenas de experimentación, sintetizadores y rock instrumental que roza el math por momentos. Psicodelia electrónica y guitarrera para nuestros queridos oídos; fresca, innovadora e influenciada en una proporción importante por el movimiento kraut alemán de los años setenta (Amon Düül, Popol Vuh, Neu…).
Son buenos, se pueden permitir otear el horizonte con indiferencia (foto de Gustavo Rivas)
El ácido viaje de cuarenta y cuatro minutos despega con Trollatünga, con un ritmo repetitivo acolchado en un riff de guitarra que se te clava en lo más profundo del cerebro y que revienta en los últimos segundos proporcionando un caos absoluto. Con un punto de vista algo distinto aparece Velocirrápidor, el segundo tema y uno de los más bailongos de UNO. Sus iniciales melodías celestiales se funden de una forma asombrosa con el sonido de los sintetizadores y esta vez con el apoyo del bajo en vez de la guitarra, que solamente aparece en la recta final para apuñalar súbitamente los compases in crescendo que revientan y llegan a un punto de ralentizamiento-slow motion musical con el que terminan.
Con Canyonero seguimos manteniendo esa base ya totalmente asentada del bajo que nos advierte que viene para quedarse y que es innamovible. La «guitarra de cuatro cuerdas» es un elemento tan imprescidible en este disco como el respirar para un ser humano, sin él la cosa cambiaría bastante. ¡Para que digan luego que el bajo no sirve de nada!
Desde la otra punta de lo experimental La mécanique moderne o Misa en Detroit cobran una consideración importante gracias a ese corte ambiental y electrónico, tranquilito y casi enfermizo que se traen y que podrían servir de nana para los habitantes de Marte. En el otro polo, Electromontrove o Non tal! dan la vuelta de tuerca a todo y nos obligan a mover la cabeza mientras buscamos con saña el disquete del Space Invaders perdido por casa.
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A veces Lendrone nos incitan a bailar como si ellos fueran los Animal Collective de la ciudad herculina pero con un rollete mucho más oscuro y sin enfoques pop (yo por lo menos no los he encontrado). Y de ahí sacamos otra característica: la oscuridad e intriga que provocan sus extrañas piezas musicales. Mikromaschine o Methavolante podrían ser un buen ejemplo para poner en cuanto a oscuridad y tetricidad psicodélica. Quizás ese «drone» contenido en su nombre no ande muy lejos de lo que hacen al fin y al cabo. No te vas a acojonar con lo suyo (ni vas a tener que utilizar tapones por el ruído como pasaría con Sunn O)))), pero probablemente experimentes sensaciones extrañas que no sabías ni que existían, como suele pasar con muchas formaciones de ese género tan poco arraigado en la actualidad.
No he hablado de Don Balón ni de Marcha solar, pero no lo veo demasiado necesario llegados a este punto. He intentado aúnar las características generales del disco desde un enfoque personal y tratando de captar lo que a mí me ha producido escucharlo. ¿Que si lo recomiendo? Pues sí. Pero ojo, como punto negativo y siendo más que sincero, no os aconsejaría abusar de su música a no ser que os guste un montón, ya que estilos como el que practican Lendrone son difíciles de asimilar si abusamos.
No resulta sencillo hacer una crítica precisa de su música, y más siendo instrumental y tan compleja. Podríamos decir que estos tres músicos saben jugar con nuestras cabezas como esa aplicación informática llamada I-Doser, que induce al oyente a «drogarse psicológicamente». Ellos también tratan de ofrecernos droga a través de su música, y como toda droga, a cada uno le proporciona diferentes efectos en su cuerpo. Os recomendamos por tanto, solamente en este caso, que probéis las drogas, siempre que éstas se inyecten en vuestros canales auditivos.
Como último apunte decir que si tocan en vuestra ciudad deberíais correr a comprar las entradas para verlos, es todo un espectáculo y no tiene nada que ver con escucharlos desde tu reproductor de música, la fuerza que desprenden es brutal y sus precios son más que asequibles para la maestría que derrochan.
Deseamos mucha suerte desde aquí (y no hablo por mi propia cuenta) tanto a Lendrone como a la discográfica Matapadre, que está haciendo un trabajo sobresaliente para que todos podamos disfrutar de grandes artistas que realmente derrochan talento. Agradecemos también que se haya compartido con nosotros el disco para su escucha antes de su lanzamiento. ¡Abrazos!
Nota de los usuarios:
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Portada diseñada por la artista plástica Annita Rivera
Tracklist:
1. Trollatünga
2. Velocirrápidor
3. Canyonero
4. Marcha solar
5. Don Balón
6. La mécanique moderne
7. Misa en Detroit
8. Electromontrove
9. Mikromaschine
10. Methavolante
11. Non tal!
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