Björk – Biophilia (One Little Indian, 2011)

Aunque las primeras noticias que tuvimos de este disco fueron a principios de año, hemos tenido que esperar hasta ahora para poder disfrutarlo de manera legal y honrada, tras un pequeño retraso en su lanzamiento con respecto a la fecha señalada en un inicio y muchísimos teasers de los temas, que nos abrieron el apetito de forma descomunal (o por lo menos, a un servidor). Así que ahora, hállome yo en la tesitura de desgranar todos y cada uno los temas que componen Biophilia, el último disco de la islandesa Björk.

Grabado entre el año pasado y éste mismo, y auspiciado por One Little Indian, es un trabajo bastante interesante, muy tecnológico-científico y con el sello inconfundible que la mujerzuela ésta imprime a todo lo que toca, compone o canta. ¡Pero dejémonos de introducciones formales que solamente sirven para aparentar y de paparruchas varias, y vayamos al turrón! Esto es lo que opino del disco, pista por pista.

Björk

¡Pum, pum! ¡Toma golpe gravitacional, Lars Von Trier!

Moon: Co-escrito por Björk y Damian Taylor, el tema que abre el disco, del cual ya pudimos ver el videoclip hace unos días, es un pasaje muy tranquilo en el que solamente percibimos la presencia de un arpa (o dos, es complicado saberlo sin tener el master de la grabación delante), la voz de Björk en cariz principal y con unos fantasmales coros al estilo Medulla, y unos ligeros impulsos de percusión muy livianos que imprimen algo de personalidad a la canción.

Thunderbolt: Firmado por Björk y Oddný Eir Ævarsdóttir y con ayuda en la producción de Leila Arab, con una marcadísima presencia de órgano de tubos (un instrumento bastante especial, ya que cuenta con una modificación de la que ya hablé en su día, en un adelanto del disco), una bobina Tesla modificada, secuencias de sintetizadores muy lo-fi, experimentos sonoros, betas de lo más trabajados y más coros de nuevo, convierten a Thunderbolt en uno de los temas más destacados del álbum y aunque no resulte tremendamente comercial para sacar como single, no me extrañaría que se llegase a hacer como guiño a los verdaderos fans.

Crystalline: Co-producida por 16bit y elegida como el primer single adelanto del disco (con razón, porque suena como la Björk más triunfadora y rampante de los últimos años) se trata de un tema clásico de la islandesa, con el esplendoroso gameleste creado para la ocasión, secuencias rítmicas tremendamente trabajadas, coros en varias capas y varias bajadas perfectamente ubicadas para mantener la tensión. Su comercialidad es innegable, desde luego, y puede que se convierta en uno de los temas más sencillos de escuchar del disco debido a su sencilla estructura apta para todos los oídos, hasta para los más quisquillosos. Destaca asimismo un estallido percusivo que recuerda a los existentes en el Post y que corona el final del tema con un ambiente dubstep de lo más cañero pero aún ajustándose al estilo original del tema.

Cosmogony: Firmado junto con Sjón, con un magnífico trabajo de coros envolventes y una rica sección de viento, nos encontramos con un tema bastante tranquilo con ciertos pero escasos tintes épicos, en el que destaca especialmente la voz, en la que la pequeña islandesa está excelente. No descarto que vea la luz como single por su parecido comercial con Crystalline y otros singles anteriores (especialmente del Volta, al hilo de la sección de viento). La caída final de las capas de voces junto con los instrumentos es de lo mejor que he escuchado últimamente en este tipo de música.

Dark Matter: Con Mark Bell ayudando tanto en la composición como en la producción, un obstinato de órgano llenando el espectro sonoro y frecuencial, nos ofrece un tema bastante lineal, pero que ciertamente tiene algo que te atrapa. Supongo que serán los coros de nuevo, que en este disco son parte fundamental de las canciones. Se nota que con los años, Björk ha sabido trabajar y explotar uno de sus fuertes y las cosas van tomando mejor cuerpo a cada disco que pasa. Destaca un interesante ambiente generado por diversos ruidos y lo que parece como una comunicación espacial entrecortada. La verdad es que no suena demasiado a lo que yo esperaba colaborando con Mark Bell, pero aún así queda bastante interesante.

Björk

Björk, sorprendida en su camerino antes de una reciente actuación.

Hollow: Co-producido por Leila Arab, se trata de un tema bastante oscuro a la par que tétrico, con una marcada presencia de órgano de tubos y una interesante amalgama de coros, amén de barridos de filtros y ruido aleatorios (pero que quedan estupendamente) y un interesante trabajo de síntesis y betas que redondean un corte ciertamente caótico a primera escucha, pero que según te introduces en él, acaba teniendo sentido.

Virus: Co-escrito por Sjón, en una especie de vuelta al pasado, revisitando el sonido explorado en el Vespertine, podemos ver un poco más de movimiento, tanto armónico como rítmico. Los coros fantasmales vuelven de nuevo y conforman un ambiente tremendamente etéreo y con ciertos toques infantiles aportados con las diversas cajitas de música (o cajas en mayúsculas, que ya sabemos cómo es la islandesa con estas cosas).

Sacrifice: Con Current Value ayudando en las labores de producción, tenemos un tema bastante curioso, con la presencia de péndulos que convierten los movimientos gravitacionales de la tierra en secuencias con un sonido parecido al de un arpa, unos estupendísimos coros que recuerdan con bastante insistencia al Medulla de nuevo y un repentino estruendo de beats de estilo dubstep y jungle que completan un tema bastante oscuro y tétrico en su base, y aunque pueda parecer extraño, lento en su tempo.

Mutual Core: Con 16bit de nuevo echando un cable con la producción, y de nuevo también el órgano de marras, barridos de ruido varios y una voz principal que destaca por encima del resto de acompañamientos con soltura. Tenemos ante nosotros un tema ciertamente lineal pero aún así con su atractivo, que no pasa desapercibido aunque muchos puedan pensar que sí. En mitad del tema, un arranque de beats lo cambia todo y coros al estilo Oceania combinados con los beats al estilo Pluto o Declare Independence acaban por entregarnos de nuevo al sonido del órgano para que este nos mezca plácidamente. Esta operación se repite de nuevo para llegar al final de un tema que cobra fuerza a medida que avanza.

Solstice: Co-escrito por Sjón, y cerrando el disco, tenemos posiblemente el tema más tranquilo del mismo, con, de nuevo, el arpa como protagonista junto con la voz, que rezuma más acento islandés que nunca y nos atrapa como solamente ella sabe hacer.

Y ahí acaba el percal, por desgracia. La verdad es que me hubiera gustado un cierre estruendoso y apoteósico como nos suele ofrecer, pero ha optado por la calma chicha y la verdad es que no le ha resultado del todo mal. Se me hace bastante complicado darle una puntuación fiel, porque realmente se necesita un oído especial para apreciar lo que Björk hace, así que desde mi humilde pabellón auditivo, le doy un notable.

Nota: 7/10
7 estrellas

La verdad es que no puedo esperar para ver cómo lo defiende en directo, así que esperemos que se pase pronto por nuestro país para hacerlo como Diox manda. Aquí os dejo el tracklist del disco para que lo tengáis todo a mano y en él resalto en negrita los temas que más me han gustado:

Björk - Biophilia (2011)

Tracklist:

1 – Moon
2 – Thunderbolt
3 – Crystalline
4 – Cosmogony
5 – Dark Matter
6 – Hollow
7 – Virus
8 – Sacrifice
9 – Mutual Core
10 – Solstice

Escucha el álbum: Spotify | Grooveshark
Björk: Página oficial | Facebook | Twitter | Last.fm

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Acerca de Digisequencer

Criado entre los férreos y blindados parámetros de la música clásica, huí y encontré un nuevo y maravilloso mundo, habitado por instrumentos electrónicos que me aceptaron como un igual en su seno. Desde entonces vivo conectado permanentemente a un generador de ondas sonoras del que me alimento, y de vez en cuando salgo de allí al mundo real para ver algún que otro concierto.