The Grave Dolls son un grupo más (que no menos importante, ni mucho menos) de los más de una treintena que conforman actualmente la escena musical activa de Pontevedra y alrededores que se lleva gestando desde hace unos cinco años aproximadamente y está formada por jóvenes de entre veinte y cuarenta años. Como grupo, se influencian del blues, la psicodelia y el rock and roll clásico, bebiendo tanto de grupos míticos como más actuales: desde gente muy joven y fresca de la nueva onda del revival setentero proveniente en muchos casos de Suecia hasta formaciones insignia o leyendas como Muddy Waters, padre del Chicago blues, al que rindieron tributo tocando su Electric Mud en un festival homenaje celebrado en el Recinto Ferial de Pontevedra en 2012.
Se reunieron en el año 2011 con la idea de divertirse tocando e intentar hacerse un hueco en el mundillo como la mayoría de aficionados a la música con un poco de iniciativa. Hasta ahora lo han conseguido. La formación sufrió algunos cambios e incorporaciones nuevas a lo largo de su evolución (lo cual es bastante normal cuando tocas en un grupo), incluyendo la del percusionista Ernesto Belín, que decidió abandonar en abril de este año.
Foto tomada por Charlie Peartree
Son Luis Otero (voz), Álex Marban (guitarra), Sito (batería), Héctor (bajo) y Gregorio (teclista) y están comenzando a ultimar lo que será la promoción de su primer LP titulado Calypso, el cual saldrá el próximo 27 de septiembre y será presentado en las Ruinas de Santo Domingo de Pontevedra (enfrente de Sala Karma). Nosotros ya hemos podido escucharlo al completo hace unos días gracias a su guitarrista, que nos ha cedido en exclusiva todo el material. Calypso es un trabajo muy corto para el estilo, de casi veintidos minutos, que derrocha energía por todos lados. La voz rasgada y agresiva de Luis unida a los riffs y solos de Álex, la constancia de la batería de Sito y la firmeza por momentos violenta de Héctor al bajo con el apoyo de un magistral teclado que crea una atmósfera indescriptible hacen de esta pieza musical un regalo auditivo para nuestros oídos (ya lo veréis en unos días).
A pesar de que cuando terminas Calypso te quedas con ganas de escuchar más (gran pega le pongo a la duración en este caso), no es algo que te traiga demasiado de cabeza en la primera escucha. A veces lo corto y bueno, dos veces bueno. Cuando le das al play por primera vez te sorprendes de la fuerza que desprenden ya de un momento a otro con The Mountains Of Beyond, donde el teclado abre el telón de este primerísimo corte dándote posteriormente un gran sopapo en la cara a medida que se adhieren el resto de instrumentos ejecutando una melodía casi idéntica y repetitiva hasta culminar con un interludio de tranquilidad seguido de un solo y un final ruidoso que puede recordar vagamente al final de Evil Ways de Graveyard (aún siendo esta similitud casi ínfima).
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Making History es la segunda canción del disco y la más corta. Entra a trapo, sin tonterías de por medio. El estilo del conjunto completo de la composición mantiene una línea fija que en la totalidad de los cinco temas crea una fidelidad musical muy interesante que te invita a disfrutar de algo auténtico y con mucha esencia, aún a pesar de ese cambio de tercio en Howlin’ At The Sea. Ésta última es una semibalada que comienza tranquila y tiene un tono más pesado y oscuro, pero también tiene su propia luz característica que hace que remate con un buen movimiento en el último minuto y medio, en el que se incluye un increíble solo de teclado (¡#$&% teclista, la leche!).
Con dos canciones para terminar el contenido llegamos a Evil Way, más que conocida por poseer un videoclip estrenado el año pasado y por ser una de las más aclamadas en los conciertos. Como curiosidad, decir que la grabación del vídeo corrió a cargo de Producciones Mutantes (Gero Costas y Romina Doce) y fue un premio que obtuvieron por ganar un concurso organizado por el Local de Música de Pontevedra. Evil Way te invita a bailar con tu pareja, con un desconocido o con tu abuela (cuidado con las caderas de los mayores, eso sí) o mismo a mover la cabeza sin más, seas calvo o no. Déjate llevar por el mal camino con este ya clásico del grupo. A veces es menester fluír con la maldad y hacer un poco el gañán sin excederse, que abusar de «los males» a veces nos dan sorpresas no muy agradables.
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Siete minutos y diecisiete segundos es la duración total de Along The Seas Of Mud, con la que se pone el broche final. En ella tenemos características de lo que podría ser un balance interesante de todo el disco y de lo que podrían llegar a hacer en un futuro próximo. De forma comprimida, eso sí. Hay riffs pesados que a veces te llevan vagamente a Black Sabbath (sobre todo al comienzo), un intervalo de tranquilidad dominado por el teclado y la guitarra y respaldado por una voz más amable que en anteriores fragmentos que va creciendo y creciendo hasta desgarrarse y dejar paso a un solo muy emotivo que corona una traca final en la que todos los instrumentos son protagonistas. Se podría hablar también de una semibalada en este caso. No me atrevo a decir que es una balada sin más porque hay demasiados matices y algunas progresiones que me llevan a pensar lo contrario.
Tras ver a The Grave Dolls ya siete veces en directo y escuchar todo su material (o eso creo) me quedo con un buen sabor de boca. Las pegas que le pongo a un disco que me ha gustado y me ha resultado muy fácil de escuchar son básicamente la duración y el número de canciones. Creo que un grupo de estas características y con músicos de edades comprendidas entre los veintitantos y los treinta y pocos, muchos con una experiencia notable a sus espaldas, podrían haber dado más todavía. No estaría mal tampoco disponer de otra guitarra de apoyo para darle más notoriedad y una batería más agresiva y distinta por momentos. Otra pega, aunque parezca una contradicción después de mis alabanzas, es sobre el teclado. El trabajo del teclista es magnífico, pero por momentos se hace pesado escucharlo tanto y de forma tan marcada que puede llegar a impedir el focalizar en los demás músicos.
Mi conclusión es que, teniendo en cuenta que todavía son personas muy jóvenes y que tienen mucho que aprender (esto no es para nada despectivo, no quiero parecer un resabido cuando no lo soy). Con el paso del tiempo pienso que esta banda puede llegar muchísimo más lejos. Tienen actitud, una experiencia que se han labrado, saben tocar bien y congenian. Les falta algo más de evolución para que lleguen a ser un grupo referente en Galicia, ya que aunque tienen claro lo que hacen y lo que les gusta (y lo hacen muy bien), se echa de menos algunos matices en los instrumentos. Os invito a escuchar Calypso sin duda alguna, es un ejemplo de que el empeño, las ganas y el tener un par bien puestos para seguir adelante dan sus frutos. Puede que sea un poco quejica e inexperto criticando algunas cosas, pero siendo sincero pienso, sin entrar en detalles pequeños, que aquí hay futuro y ganas, y más sabiendo que The Grave Dolls son un grupo que prácticamente nacieron ayer ya que no han cumplido ni tres años de vida.
Estad atentos a su página de Facebook y Bandcamp, ya que además de que el grupo está subiendo temas del LP paulatinamente, pronto parece se anunciarán más cosas.
Nota de los usuarios:
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Portada creada por Iria Paz
Tracklist:
01. The Mountains Of Beyond
02. Making History
03. Howlin’ At The Sea
04. Evil Way
05. Along The Seas Of Mud
The Grave Dolls: Facebook | Twitter | Last.fm
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