Hace poco más de un año nos abandonaba uno de los mejores y más infravalorados guitarristas que ha parido la música, Gary Moore. Su innegable legado en el blues, junto a su compañero Phil Lynott, siempre será recordado durante generaciones, sin duda alguna. Nos dejaba musicalmente huérfanos estando de gira por España, curiosamente, y no se esclarecieron en su momento las causas por las cuales falleció. Según ha trascendido ayer mismo, sufrió un infarto tras haber consumido grandes cantidades de alcohol. Según citan en el artículo, 380 mg por decilitro de sangre, lo que viene siendo un poco menos de lo que hizo que también Amy Winehouse falleciese rodeada de tres botellas de vodka vacías. Ni su novia ni los miembros del hotel ni el personal sanitario que lo atendieron en el momento pudieron hacer nada por su vida en ese estado.
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Descansa allá donde estés, Gary. Tu música siempre será recordada. Como dicen en algunos comentarios del vídeo sobre estas líneas, «tú no tocabas la guitarra, sino que le hacías el amor». Y eso realmente es como ver porno para nuestros oídos, una ledicia.
Vía: Blabbermouth
