En lo que parece una emergente epidemia social, miles de jóvenes raperos están siendo arrestados e internados en cárceles por pequeños delitos aquí y allá. Esto esta causando un considerable revuelo en los Estados Unidos, ya que parece que la causa más probable es que quieren aparentar ser más gangsta que sus rivales musicales.
Según la sargento Sonata O’Hara, funcionaria de la oficina del sheriff del condado de Oakland, los crímenes se han despuntado en los últimos dos meses por esta misma razón. En sus propias palabras:
Hubo unos primeros casos en los que muchos chavales cometían pequeños hurtos delante de policías y después escapaban para poder añadir resistencia a la autoridad a sus crímenes. Esto les garantizaba como mínimo una visita a los calabozos y, si un juez así lo decidía, podrían incluso ir a la cárcel estatal. Llegó un punto en el que no era raro ver a algún chaval corriendo por el aeropuerto con un lápiz 2H robado en la mano mientras lo seguían varios policías.
Ante la falta de espacio, los jueces se están volviendo creativos para canalizar la capacidad de rapear de los chavales en servicios para la comunidad. Por ejemplo, hay ya un par subastando pescado en la lonja del puerto y algunos en geriátricos leyendo periódicos a los ancianos.
«3 Chicos Negros» en la portada de su disco antes de ser detenidos.
Según pudimos averiguar en Tanaka Music, todo comenzó cuando el famoso rapero negro Carl «Mediodólar» Johnson afirmó que «alguien que no ha pasado por la cárcel no sabe lo que es el verdadero rap». No sabemos si eso es cierto, pero lo que es innegable es que multiplicó por 16 las ventas de su último álbum desde que fue a chirona tras haberle disparado a un taxi con un lanzacohetes. Ambas motivaciones pueden ser los orígenes de este brote.