Todos esperábamos con ganas la salida del nuevo trabajo de los suecos Opeth, entre otras cosas para conocer su (aparente) definitivo rumbo musical. Tras una alternancia en su carrera entre el death-metal progresivo y oscuro de sus inicios (hasta Deliverance), algún que otro flirteo melódico y acústico (Damnation) hasta el asentamiento al parecer definitivo en el rock clásico/progresivo de los años 70’s (Heritage) muchos llegamos a la conclusión de que esos «growls» de Mikael Åkerfeldt nunca iban a volver. Y hasta el momento no hemos estado equivocados. La esperanza de que quedara algún resquicio de metal extremo en su próximo material se esfumaron en cuanto Greg Kennelty, colaborador de MetalInjection, confirmó tras una primera escucha escucha que Pale Communion no contiene growls ni voces death metal.
Casi no se nota el desenfoque gaussiano
Sí es cierto que la banda ha perdido parte de su esencia dejando de lado las voces agresivas y a la vez sofisticadas que los caracterizaba (excepto en sus directos), pero no es bueno adelantar acontecimientos, ya que Heritage supo contener muy bien y con notable resultado el sonido progresivo primitivo de bandas como King Crimson, Yes, Jethro Tull hasta Camel o Rush, formaciones que nuestros padres comenzaron a catar cuando eran jóvenes y que nunca está de más recuperar. No les hizo falta «gritar» para atraer a nuevos fans y contentar a muchos que ya lo éramos. Puede ser que hayan perdido algo de chispa (y fans cortos de miras) en estos últimos años y que se hayan decantado demasiado por querer sonar como sus «ancestros», cosa que está a la orden del día en la música, pero Opeth no están perdidos ni mucho menos. Tenemos la esperanza de poder disfrutar de otro álbum de rock progresivo en un par de meses.
Como adelanto a Pale Communion, que en un principio iba a lanzarse este mes de junio pero que se ha atrasado hasta finales de agosto, la banda nos ha dejado escuchar Cusp of Eternity, un corte de cinco minutos y medio que ha recibido todo tipo de críticas, tanto buenas como malas. La verdad es que es cierto que no es la mejor canción que han sacado en su carrera y puede dejar bastante indiferente tras su escucha, pero veremos qué pasa cuando podamos escucharla dentro de un todo y no como un fragmento.
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La duración de este nuevo disco será de cincuenta y cinco minutos y cincuenta y tres segundos, y como curiosidad cabe citar que Martín López, ex-baterista del grupo, ha participado en la grabación de dos temas: Goblin y Voice of Treason, además de Steven Wilson (vocalista y guitarrista en Porcupine Tree y Storm Corrosion) en la producción, cosa que a algunos fans no le ha hecho mucha gracia, ya que según ellos la inclusión de Steven tanto en este como en el anterior disco ha influenciado más de lo deseado en el sonido final.
La portada que acompañará al álbum (abajo), con un diseño terrorífico en cuanto a la disposición y tamaño de los elementos que la componen (esperemos que en vinilo sea más legible), muestra tres grabados escritos en latín. Uno del canciller sueco Axel Oxenstierna a la izquierda («Si supieras, hijo mío, con qué poca cordura se gobierna el mundo»), otro de Publio Terencio en el medio («La condescendencia crea amigos, y la verdad, odio») y por último, a la derecha, uno de Marco Valerio («El verdadero dolor es el que se sufre sin testigos»).
Portada de dudoso gusto diseñada por el ya colega de la banda Travis Smith
Tracklist:
1. Eternal Rains Will Come
2. Cusp of Eternity
3. Moon Above, Sun Below
4. Elysian Woes
5. Goblin
6. River
7. Voice of Treason
8. Faith in Others
Vía: MetalSucks
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