El pasado viernes 7 de septiembre visitaba por primera vez la ciudad de A Coruña la banda de rock instrumental Austin TV, siendo su escenario en esta ocasión el de la sala LeClub, para seguir presentando su último trabajo Caballeros del Albedrío. Chiosan, Fando, Rata, Xna y Totore son los cinco nombres que dan vida a Austin TV, una formación mexicana de esplendor melódico que lleva nada más y nada menos que diez años sobre el escenario y que no sólo llama la atención por su rock instrumental, sino también por esos álter egos escondidos bajo máscaras y uniformes. Música y originalidad bajo un mismo lema: «Tu cara no importa, importas tú».
Un emblema del que hablaremos más adelante ya que esa esa misma tarde tuve la suerte de charlar con Fando y Totore y entre anécdotas varias, me respondieron a un par de preguntas sobre sus inquietudes personales y artísticas. Y es justo nombrar también a Virginia De que me estuvo apoyando tanto en la entrevista como con su cámara a lo largo del concierto. Así que sin más preámbulos, comencemos:
Scared Queen: La primera pregunta que os voy a hacer imagino que os la habrán hecho bastantes veces: ¿en qué momento se os ocurrió toda la performance de máscaras y de dónde viene el nombre del grupo?
Austin TV: (Fando) Se nos ocurrió cuando empezamos a tocar en los primeros shows que hicimos. Nos disfrazábamos entonces de la ‘movida nerd’ que había en los garajes de Estados Unidos, nos interesaba mucho Weezer, That Dog… Empezamos a ir por ese lado y en los ensayos ya nos poníamos disfraces, peinados… Hasta que un día nos querían hacer unas fotos para una revista y decidimos que era mejor mantener el anonimato. Y así surgió. Respecto al nombre, Austin viene de un juego de iniciales que quiere decir ‘Adoramos una sombra tímida instrumental noctura’.
SQ: ¿El motivo de no mostrar vuestro rostro se os hace más fácil a la hora de tocar la música? ¿Transmitiríais lo mismo al público si no utilizarais máscaras?
ATV: (Totore) No lo sé. Yo antes de tocar con ellos tocaba en otras bandas y no utilizaba máscara y no sé si para la gente era la misma emoción que se siente con Austin. Desde mi punto de vista es más fácil porque desde que ya no me importa que me vean las caras que estoy poniendo hasta trae beneficios salir con ese álter ego. De alguna manera un disfraz te cohíbe un poco. El anonimato es como un escudo.
SQ: Porque vosotros tenéis personajes, ¿no?
ATV: (Fando) Sí, usamos nuestros apodos, nunca nuestros nombres reales. La idea es que sea también un poco de mitología dentro de la banda. Ya sabemos que el mundo está jodido y no puede dar más. Y en este proyecto no decidimos gritar acerca de eso sino gritar acerca de realidades paralelas que es lo que creamos, o intentamos crear con Austin, y lo que involucramos con cada disco. Por ejemplo, la música, detrás de ella igual hay una película que nos inspiró; y quizá esa película esté inspirada en un libro, y ese libro en una canción y vuelve a dar vuelta. Y eso es lo que nos interesa cuando haces todas las conexiones. Mejor que estar gritando acerca de la realidad.
SQ: ¿Y qué utilizáis, por ejemplo, una máscara en cada concierto, en cada disco…?
ATV: (Totore) Ambos. Cada disco tiene un concepto y hacemos los disfraces, pero cada cierto tiempo vamos renovándolos. Por ejemplo, si vamos a un lugar al que ya habíamos ido con el disfraz blanco, luego utilizaremos el verde cuando regresemos.
SQ: ¿Es por algún motivo o lo elegís aleatoriamente?
ATV: El concepto se mantiene. El disco anterior, Fontana Bella, era alrededor del bosque y del misterio que hay después de la muerte entonces estábamos metidos con los fantasmas y los bosques, etcétera. Los colores eran ocres, verdes… Ahora estamos con Caballeros del Albedrío y la idea es que seamos un ejército con uniformes futuristas, pero intentamos no tener nada que ver con uniformes de ejército de guerra. Algo tipo Star Wars. Estamos como siempre creando y buscando la inspiración y para éste vimos muchos en internet y el diseño es todo gracias a Trevore Valensuela.
SQ: ¿Y las ilustraciones que utilizáis también?
ATV: (Fando) Sí, este disco lo diseñaron Trevore Valensuela junto con Daniel Morales y las ilustraciones del anterior son de un español, Marcos Castro. Así intentamos participar con más artistas. Ahora Ricardo Cavolo hizo el póster de la gira y si ya venir a España es increíble, imagina si te hacen un cartel oficial de una gira que pensabas que no volverías a ver. Uno se imagina una fecha en un determinado festival, pero ya cuando tienes más de una, la cosa cambia.
SQ: Si no me equivoco ya habíais estado en nuestro país teloneando a Standstill, así que si me permitís la pregunta, ¿qué se siente al ser uno de los mejores grupos de rock instrumental de México y sobre todo, qué se siente al cruzar el charco?
ATV: (Fando) Bien (risas). No nos sentimos para nada cercanos a los mejores grupos de México ya que la escena ha mutado a algo más pop, que no es mejor ni peor, y las bandas que hacemos algo más post hemos quedado algo por debajo. Y para nosotros venir hasta aquí es una especie de reiteración de que lo que estamos haciendo le interesa a alguien. No sabemos si es lo mejor o lo peor, pero con que alguien lo quiera escuchar y es alguien que está lejos pues mejor. Estamos felices desde el momento en que nos dijeron que podíamos regresar después de la gira de enero con Standstill.
SQ: Después de la experiencia de cruzar el charco, ahí va mi pregunta de groupie: ¿cómo os sentís en el momento de compartir escenario con artistas de la talla de Roger Waters de Pink Floyd, Yo La Tengo, John Cale de The Velvet Underground o Mogwai?
ATV: (Fando) Pura locura. El primero con el que compartimos fue John Cale en una exposición de arte en México y fue raro ya que era un show bastante íntimo. Nosotros tocamos para los presentadores de las noticias junto con un deejay muy interesante y John Cale, y a los asistentes parecía no interesarles en absoluto ninguna de las tres propuestas ya que eran bastante complejas y diferentes. Pero eso nos ha ido dando enseñanzas, ¿no? Por ejemplo, a Yo La Tengo siempre los recordaremos como la agrupación a la que le dijimos: «por favor, este es nuestro disco y nos gustaría que nos escuchasen antes de tocar». Y justo subimos al escenario y vemos como se sientan en unas escaleras a vernos. Entonces estábamos tocando y pensando: «ya no importa si le gusta o no al público, ya están ellos ahí». Y lo mismo pasó con Mogwai, que hemos tocado con ellos tres veces seguidas en México y aprendes cosas buenas y cosas malas.
SQ: La verdad es que vuestro estilo se parece un poco al de Mogwai…
ATV: (Fando) Yo creo que tenemos que hablar así del rock instrumental porque siempre va a traer ciertas reminiscencias a las otras. Pero lo gracioso es que no conocíamos a Mogwai cuando empezamos y poco a poco nos fueron diciendo que lo hiciéramos hasta que un día vimos al vocalista de The Cure diciendo que una de sus bandas favoritas era Mogwai. Entonces pensamos: «vaya, habrá que escucharlos». Y sí, algo ha de haber en el fondo. Todos, bueno, ciertas bandas de rock instrumental venimos de la onda punk rock, hardcore, math… Y creo que todos estábamos cansados de lo mismo y queríamos con los mismos intrumentos hacer otra cosa. De entrada ser una banda instrumental era un suicidio mediático y comercial, pero tomamos el riesgo y nos sentimos afortunados de estar aquí.
SQ: Tenéis razón, la verdad es que es un poco arriesgado ser un grupo de rock experimental sobre todo porque no sabéis cómo reaccionará el público. ¿Nunca os habéis planteado hacer una canción con letra?
ATV: (Fando) No, la verdad es que este proyecto es así. Cada uno de nosotros tiene otras ideas dentro de la música y no quiere decir que cantemos mal, pero intentamos expresar otras cosas que las palabras no pueden decir. De repente si yo te cantara una canción, ojo, que llevamos diez años tocando, sobre mi novia por aquel entonces, me sentiría horrible seguir cantando eso. Por eso cuando eres una banda de rock instrumental, pues todo el tiempo estás mutando y para ti mismo las canciones significan más. La voz como que distrae un poco. Pero también hay muy buenas canciones con letra, como los Beatles, ¿no? Y actualmente, James Blake tiene dos palabras en cada tema y es impresionante. Hay que ser autocríticos y quien tenga algo que decir que lo diga.
SQ: ¿Cómo hacéis a la hora de componer?
ATV: (Totore) Para este disco nos pusimos un ejercicio: cada uno tenía un mapa numérico delante y tenía que ir sacando un riff que se ajustara a esos números. Entonces estábamos componiendo todos en la misma escala do menor a 176 beats por minuto y al cabo de un rato según íbamos terminando, juntábamos las partes y editando, encontrábamos algo que nos gustaba. Fue complejo pero divertido.
SQ: ¿Todos sabéis solfeo?
ATV: (Fando) Varios tomábamos clases pero nunca nos acostumbramos, pero no dejamos de aprender ya que la banda es nuestro mejor taller de composición. Y es genial, porque nos arriesgamos a probar y lo que sale… Lo que escucháis es lo que ya pasó varios procesos de perfección porque las primeras piezas son horrorosamente graciosas.
SQ: Algo que me llama mucho la atención no sólo de vuestro disco Caballeros del Albedrío es esa magia del rock instrumental a la hora de enlazar las canciones.
ATV: (Totore) Sí, yo soy muy fan de las bandas que hacen eso. Gang Gang Dance, por ejemplo, tienen un disco que se llama Eye Contact que lo estás escuchando y cuando te das cuenta ya es otra cosa pero no te has dado cuenta de cómo has llegado hasta ahí. Entonces intentamos hacer algo así, una sola pieza. Empezar en acústico y poco a poco pasar a la electrónica. (Fando) Este disco también habla de nuestro estado de ánimo mental. Sin querer empezamos todos metidos en la misma onda pero a la mitad del disco después de un año de grabación estábamos cansados y cuando llegamos a la parte electrónica, cada uno en sus asuntos, un punto así caótico y para por fin terminar en ese tema que es Cisne de Pan.
SQ: Por cierto, ¿véis muy diferente el panorama musical aquí con respecto al vuestro?
ATV: Yo lo he visto siempre muy diferente desde que empecé a escuchar a La Polla Records o a Los Toreros Muertos, gracias a mi padre. Pero en aquel entonces no había internet y él tenía los discos porque estaba medianamente metido. Pero no escuchaba bandas iguales en México. Años después me di cuenta de que sí, y fue cuando aquí en España apareció la movida indie con La Casa Azul, Elephant… Y eso está interesante. Es como que vamos un poco atrasados pero somos bien diferentes porque México no estaba tan conectado con España hasta hace poco, sin embargo, España no está nada conectada con México salvo en algunos asuntos. Es raro. En un tiempo regresaremos para dar 35 conciertos y tocaremos en lugares pequeños y no adecuados para directos; y aquí los locales son salas de conciertos. Muy diferente.
SQ: Ya para terminar, ¿cuánto os lleva crear un disco y por qué habéis elegido el formato vinilo para reeditar vuestro primer EP?
ATV: (Fando) La mejor pregunta del año (risas). Estamos terminando de promocionar éste y a principios de año haremos el último concierto que queremos grabar en DVD. Pero la verdad es que ya tenemos muchas ganas de encerrarnos a componer. Además este año nos han ido pasando una serie de cosas muy rápidas y tenemos que hacer algo pensando en que queremos volver, lo ideal sería un disco de covers de Álex Ubago (risas). Y el tema del vinilo, parece que en todos lados la gente está buscándolos otra vez y a nosotros nos llamó también la atención editar uno pero porque ya venimos de la onda punk, y ahí era muy cómun porque eran económicos. El volver al retro es una extraña manera de mantenerse vigente.
SQ: Muchas gracias por vuestro tiempo y ya disfrutaremos en unas horas de vuestro directo.
Tal y como lo suponíamos, Austin TV ofrecieron un enérgico concierto como pocas veces se ha visto en la sala LeClub. Se presentaron para ofrecer un fugaz directo de casi dos horas e incluso siendo un género minoritario como es el rock instrumental, dejó satisfecho al público allí presente. Pasada la medianoche, la agrupación saltó al escenario como un ejército futurista para dar inicio al concierto que sirvió para presentar su más reciente trabajo Caballeros del Albedrío y también de los anteriores, Fontana Bella y La última noche. Mantuvieron el contacto con el público a lo largo de la noche, primero animándonos a hacer nuevas relaciones, a convivir con una persona nueva para así terminar haciéndonos reflexionar sobre la unidad. Empezaron con Ana no te fallé y continuaron con Cuando cerraste los ojos, para agregarle un poco de tranquilidad al principio de la velada. La efervescencia regresó con Aunque mis labios no se mueven, mi cerebro sonríe y continuó a lo largo de todo el directo de los muchachos. «Cuando esto llegue al clímax, canten griten, hagan algo, pero háganlo de corazón».
Sin embargo, entre canción y canción y siempre cuando el portátil de Chiosan dejara continuar la noche, tuvieron tiempo para lanzar mensajes y hacernos entrar en una realidad paralela, como si de una película de David Lynch se tratara y cuyo sencillo Dick Laurent está muerto está inspirado en la película Lost Highway del susodicho director. «Jamás se rindan» fue el mensaje que Austin nos dejaron antes de despedirse, después de alguna que otra sorpresa, como por ejemplo, las luces en sus máscaras que tuvieron bastante protagonismo en la recta final del directo; o pedir un baterista y un teclista de entre el público, con los que se coordinaron para interpretar un tema. Y así, con Caballeros del albedrío, Nosotros le pusimos radio y El hombre pánico, despidieron una una velada llena de energía musical en LeClub.
Y ojalá regresen pronto, porque su directo cala.
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