Where The Action Is 2011

«Where The Action Is» Festival @ Azaleadalen (Göteborg, 28/06/2011)

Un día estando en el despacho me llegó una carta del jefe diciendo que me pillase unas «vacaciones» entre comillas fuera de España. Es obvio que con lo pesado que soy me quería fuera de su vista cuanto antes… Al menos me dejó elegir una zona y me dijo que me invitaba a una semanita de conciertos siempre y cuando hiciese luego una crónica de cada uno. Tras echar un vistazo por todos los países europeos me quedé con Suecia y su genial ciudad Göteborg. Tiene una larga tradición musical y numerosos artistas hoy conocidos a nivel mundial han nacido ahí o en alrededores. También tienen la suerte de tener muchos conciertos y festivales. Me coincidía el Where The Action Is el martes 28 de junio, el concierto de Iron Maiden el 1 de julio y el Big Four del Thrash Metal el 3 de julio. Así que… ¿Por qué no elegir esa ciudad?

Where The Action Is 2011

Cartel del evento

De cabeza me fui para allí, comenzando por el antedicho WTAI. Cabe dar las gracias a la organización del festival, que aunque mediase el jefe para conseguir la acreditación de prensa, se mostraron siempre muy atentos con nosotros y no nos faltó de nada, además del detallazo de darnos dicha acreditación a «un blog en español aleatorio». No todos lo harían. Un festival, dos escenarios, un público de cerca de 30.000 personas, once grupos y, entre ellos, el cabeza de cartel: Coldplay. Allí me fui cerca de las 12.30 de la mañana al recinto Azaleadalen, situado dentro de un parque gigantesco en medio de la ciudad. Un lugar perfecto para los conciertos, especialmente si hace casi 30º como en esta ocasión o si está lleno de suecas rubias ligeras de ropa, también como en esta ocasión. Porque no, la leyenda no es leyenda, sino verdad: es el paraíso. Como no quiero irme por los cerros de Úbeda ni por los de Coristanco, sigamos a lo nuestro, que no es sino la música.

Sahara Hotnights

Foto al llegar, con ya bastante gente con el primer grupo

Las actuaciones se repartieron en ambos escenarios (uno notablemente más grande que el otro y con cámaras/pantallas) y a pesar de no estar demasiado lejos en distancia, no daba mucho tiempo a irse de uno a otro, pues apenas daban margen entre concierto y concierto. Podéis ver la organización de los conciertos aquí. Empezaba temprano el festival (y nosotros llegando tarde) con la actuación de cuatro mujeres bajo el nombre de Sahara Hotnights. Canciones muy rockeras y garage, una voz principal que recordaba a la de Gwen Stefani y un sonido e imagen impecable. De hecho, como comentario, no hubo ni un fallo de sonido ni de imagen en las pantallas gigantes en todo el festival. Un 10 para los técnicos. La actuación fue muy corta y el público estaba todavía demasiado frío, así que a falta de la última canción me dirigí al otro escenario a ver cómo Royal Republic rompían el hielo y hacían saltar a la gente como pocos de los grupos a lo largo de todo el día.

Royal Republic

Momentos en medio de las canciones: batería de pie en ella, cantante gritando… pura energía en movimiento

Tuve la oportunidad de verlos en su día en una discoteca, pero la desperdicié. Hoy me arrepiento. Royal Republic te hacen recordar al instante a grupos como The Hives (también suecos, por cierto), gracias a su indie rock muy directo, que hacen que sus shows se pasen en un instante y te lo pases pipa. Empecé el concierto un poco a la sombra, pero a la tercera canción me decidí ir al medio a pasarlo bien. Llevan pocos discos, pero muchos éxitos que obviamente tocaron: Full Steam Spacemachine, con la que el público se volvió completamente loco; Tommy-Gun; Underwear, con unas letras picantes diciéndole a la chica que «se puede ver tu ropa interior desde aquí» y que provocó más de un grito entre las suecas presentes; y All Because Of You, además de un eléctrico comienzo con The Royal. Momentazos cuando el cantante tocó la batería a la par del batera o cuando hicieron un snippet de Bad Romance de Lady GaGa casi al final. Sin duda se merecen un 10 por tamaña actuación en los escasos 25 minutos que pudieron tocar. Y por supuesto, os recomiendo escuchar el disco que tienen publicado, We Are The Royal (2010). Podéis hacerlo en Spotify, por ejemplo.

Serenades

Serenades desde una esquina por llegar algo tarde tras la buena actuación anterior

Serenades fue el siguiente grupo en el escenario principal y… aburrió y mucho. Tienen pocas canciones en el mercado y el resto fueron sólo tocadas en directo, así que si ya de por sí su estilo no invita a bailar o cantar, con el concierto se hizo un poco peor. ¿Qué estilo hacen? No lo sé describir. Tenían instrumentos de cuerda (celos y contrabajos), órganos, guitarras acústicas… A veces me recordaba a Bob Marley, en otras ocasiones había mucho sintetizador, en otras era indie, en otras eran la reencarnación de The Mamas & The Papas… Algo extraño. Si no conté mal, eran nueve miembros, cuatro de los cuales eran cantantes y dos de ellos eran los líderes del grupo, Marcus Krunegård y Adam Olenius (estos dos). De hecho, los otros dos sobraban según mi parecer. En las redes sociales no hay mucha más información más que van a sacar un nuevo disco. Me marché a la mitad del concierto por puro aburrimiento y calor.

Jenny & Johnny

Jenny & Johnny. No, no son un par de canis que cantan reggaeton

Jenny Lewis es una actriz, cantante y compositora de Las Vegas que se ha embarcado en un grupo junto a su novio Johnathan Rice bajo el nombre de Jenny & Johnny. Cabe decir que Jenny también tiene una carrera musical totalmente en solitario bajo el amparo de sus colegas Bright Eyes, curiosamente también en este festival. ¿Contactos? Puede ser. Lo que no quita es el talento que tiene la pareja. Tienen un sonido muy indie, y tocan una diversidad de instrumentos enorme. De hecho, ellos dos y el guitarrista principal se turnan los instrumentos (guitarra acústica, eléctrica, bajo, sintetizador, maracas, timbales…). La voz de ella me recuerdó totalmente a la de la cantante de The Sounds y no sería la única ocasión en la que la veríamos en un escenario. Tocaron casi todos los temas (si no fueron realmente todos) de su único disco I’m Having Fun Now (2010), destacando Scissor Runner, My Pet Snakes o Big Waves, y nos dejaron un buen sabor de boca a los asistentes.

Paolo Nutini

Nutini: todo un seductor (credits and thanks to Festivalrykten)

Y ahora sí, la locura se desató entre las féminas a la llegada al micrófono de Paolo Nutini. Este cantante y compositor escocés de origen italiano encandiló con sus miradas y sonrisas, además de su voz, cuidada en algunos temas y desgarradora en otros, a lo Mike Jagger, y su gran estilo actuando. A pesar de su corta edad (24 años) ya posee dos discos de estudio y un amplio registro de canciones. Así lo demostró, pasando por el jazz, el country, el pop, el twist, o el rock and roll más canalla, robando más gritos y aplausos de las jovenzuelas allí presentes. Y no sólo de ellas, sino que de la práctica totalidad del público, que se veía disfrutaba de su actuación (me incluyo). Intercalando su cerveza con el micrófono y con su guitarra acústica, terminaron tocando una enorme versión de Time To Pretend de MGMT con la base hecha de trompetas y saxos.

Después venía el turno de Daniel Adams-Ray. Era ya una buena hora para comer, llegaba tarde tras ver la actuación de Nutini hasta el final, y debía parar un poco. Tras ver unas cuantas canciones desde lejos, admirar las extrañas vestimentas que gastaban (como colegiales con una típica faja vasca roja), la música ochentera rara que tocaban y la frenética actividad del propio Daniel, me fui a alimentar, que me haría falta para no perderme las siguientes.

The Ark

The Ark, glam rock a lo sueco

The Ark fueron una de las atracciones del festival. Quizás no los conoceréis, pero son una las bandas suecas más exitosas, con una carrera de 20 años y que acabará dentro de dos conciertos. Llegaron a representar al país en Eurovisión, aunque no con muy buena puntuación (18º de 24). Éste fue el tercer último concierto del grupo tras anunciar su separación en diciembre pasado, tras el lanzamiento de un greatest hits y la consiguiente gira, y debió ser bonito verse delante de tantos miles de suecos, su público durante muchos años (digo «debió» porque dijeron cosas en sueco de las que no me enteré). Su cantante Ola Salo es todo un portento físico sobre el escenario y todo un espectáculo. Es obvio que lo suyo es el hard rock y el gram rock, así que las pintas que se gastaba (él y sus compañeros) eran las esperadas: pantalones muy ajustados, grandes escotes, maquillaje, mucha lentejuela y movimientos muy sensuales. Sin querer ofender, me llegué a preguntar por su orientación sexual o si era un transexual, descubriendo luego en la wikipedia que es «abiertamente bisexual». Brilló por su voz, por sus coreografías y por su interacción con el público. Un 10 para él.

Bajo una escena llena de colorido y con diferentes «fondos» que se intercambiaban cada poco, hicieron saltar a todos los asistentes con todos sus temas, sabidos por todos allí. Abundaron exhibiciones individuales por parte de los miembros (solos de batería, solos de guitarra que sonaban a AC/DC y también de bajo), y éxitos como Breaking Up With God, It Takes A Fool To Remain Safe, One Of Us Is Gonna Die Young o con el apoteósico final tras los bises de Calleth You, Cometh I, hicieron que la gala fuese un fenomenal «adiós» para la banda y para gran parte de sus fans. Cabe decir que para los bises, tras estar vestidos inicialmente de blanco y luego de negro, usaron vestimentas doradas, destacando la capa-sombrero a lo pavo real de Salo. Genial.

Bright Eyes

Ojos brillantes, sí… pero el grupo en sí no estuvo brillante

Uno de los artistas que sí se conocían internacionalmente eran Bright Eyes. Su último disco, The People’s Key, es bastante bueno y de él sacaron unas cuantas canciones. Con mucha menos gente de la esperada (muchos ya estaban haciendo cola para ver a Coldplay en el otro escenario) su líder Conor Oberst, desde el primer momento, lo vivió. Sus gafas de sol desaparecieron en el aire tras unos cuantos giros veloces en medio de una parte rápida con su guitarra y el cable del micro no dejaba de enlazarse con sus piernas cada poco. Dos baterías tocando a la vez, cuatro órganos/pianos que no llegué a distinguir, un acordeón, una trompeta y demás instrumentos rotaban continuadamente a lo largo de la actuación. Ante un público mucho menos entregado que en las anteriores ocasiones, Conor conseguía arrancar aplausos, pero el concierto y las canciones se hacían difíciles de asimilar. De hecho, en cierto momento me descubrí pensando en mis cosas mirando como un bobo al escenario. Fue ahí cuando me di cuenta de que me estaba aburriendo el concierto. Y no sólo yo. Los aplausos al final de cada canción eran mínimos, y el silencio reinaba en dichas pausas. A pesar de que cuando tocaban alguno de sus grandes éxitos como Shell Games o Four Winds la gente intentaba venirse arriba, faltaron clásicos del grupo como First Day Of My Life y algo más por parte del ellos. Quizás actitud, no lo sé, pero me dejó mal sabor de boca y me fui para ver las últimas canciones desde lejos (llegué a estar en quinta fila aproximadamente) y así llegar antes a la siguiente actuación.

Setlist de Bright Eyes:

1. Four Winds
2. Another Travelin’ Song
3. Trees Get Wheeled Away
4. Lover I Don’t Have to Love
5. Shell Games
6. Approximate Sunlight
7. Haile Selassie
8. Take It Easy (Love Nothing)
9. The Calendar Hung Itself…
10. Poison Oak
11. Road to Joy
12. One For You, One For Me

Glasvegas

Glasvegas con luces totalmente innecesarias tras el tremendo día que hizo

Un poco cabizbajo por Bright Eyes, llegaba con nuevos ánimos a ver a Glasvegas. Un gran rótulo con su nombre al estilo GLas Vegas decoraba el fondo y los escoceses no tardaron en entrar con el hit Geraldine (vedlo aquí). James Allan, su cantante, vestía una especie de traje blanco que semejaba un chándal y me recordaba un poco a Ali G. El resto de miembros eran un guitarrista zurdo, una batería que tocaba de pie (que por cierto, es la nueva del grupo desde diciembre, y también es sueca) y el bajista que también hacía los coros a veces. La actitud de Allan, en ocasiones pasota, se intercalaba con las constantes bromas con el público. A mitad del concierto regaló una Coronita (Corona como se dice aquí) a una de las chavalas que le adoraban en primera fila, y luego le preguntó a otra cercana que qué tenía en su bolsa, si eran explosivos o no, ya que tenía miedo. Más gracia tuvo cuando se puso a hablar con el cámara situado a lo alto de la torre central, que bien podría estar a 30 metros del suelo. Le decía que si estaba bien y que si no tenía miedo, saltase. Obviamente no lo hizo, pero seguramente caería en medio de toda la gente congregada en el lugar. Y mejor no saber qué habría ocurrido.

De todas maneras, lo esperado de un grupo como éste en directo, con muchos éxitos en los últimos años, no fue lo que se vio. Sobradamente, grupos anteriores lo hicieron mejor, despertaron más ovaciones por parte del público y no consiguieron aburrir. No sé si es que no fue su día o si son así en directo, pero de ser así, sería uno de esos grupos que en estudio molan y en directo no tanto. Y al revés mola, pero así, no. Siendo previsor, me marché para la periferia a ver las últimas canciones y así llegar a ver en las primeras filas a nuestro querido Brandon Flowers.

Brandon Flowers

Brandon «Awesome» Flowers. Todos saltamos como enanos con él

El cantante de The Killers se presentaba como segundo cabeza de cartel del festival, y aunque le tocó interpretar en el escenario «pequeño», consiguió levantar el ánimo a las miles de personas que se juntaron para verle. Tuve la suerte de estar casi en las primeras filas y poder admirar cómo tocaba sus mejores canciones en solitario (Only The Young o Crossfire, por ejemplo) y varios temas de The Killers para disfrute del público. Me sorprendió lo bien que le sentaba ese traje rojo ajustado y lo atractivo que parecía en persona, además de lo bien que canta. Es un verdadero showman y es el alma de The Killers por algo. Su presencia en el escenario imponía y nos obligaba a aplaudir tan sólo permaneciendo en el sitio cantando. Sabía cómo encandilar al público y lo hacía. «No hice todo este camino hasta Suecia para olvidar mis raíces», decía justo antes de los primeros acordes de Read My Mind. Un momento a recordar fue cuando invitó a Jenny Lewis, una de los artistas que tocaron a lo largo del día, a cantar Hard Enough, ya que ambos son de Las Vegas y le hacía ilusión. Cerró apoteósicamente con Mr. Brightside en su remix electrónico de Jacques Lu Con’ts Thin White Duke, aka, ésta que podéis escuchar en Spotify. Aquí tenéis el vídeo que pude sacar a duras penas con mi móvil entre la muchedumbre.

Tras él me fui corriendo adelantando a la gente para coger buen sitio para Coldplay. De las 30.000 personas que había, daba por seguro de que se me adelantarían cogiendo un buen sitio. Precisamente era uno de mis miedos a lo largo del día, ya que no quería perderme el final de Brandon (e hice bien quedándome), pero tampoco coger un mal sitio. Mi libretita en mano y mi pulsera que mostraba un bonito «Press» (prensa) me ayudaron a conseguir un sitio más o menos centrado y no tan lejos como podría esperar.

Setlist de Brandon Flowers:

1. Crossfire
2. Magdalena
3. Jilted Lovers & Broken Hearts
4. Read My Mind (The Killers song)
5. Reptile (The Church cover)
6. Hard Enough (With Jenny Lewis)
7. Swallow It
8. Only the Young
9. Mr. Brightside (Jacques Lu Cont’s Thin White Duke Remix) (The Killers song)

Coldplay - Chris Martin

Chris Martin saludándonos (credits and thanks to Photographer Micke Sandström)

Y al fin llegaba el momento más esperado de la noche. Más de uno declaraba abiertamente que su único objetivo del festival era verlos. Yo me presentaba espectante ya que nunca fue de mis grupos preferidos y salvo algunas canciones aisladas, no me convencían demasiado. Menos mal que no dije nada malo sobre ellos antes, porque si no, me tendría que tragar mis palabras. Lo de ellos no fue un concierto, sino un conciertazo, un auténtico show de masas. Si están ahí es por algo y Chris Martin y los suyos nos demostraron el por qué. Previamente a la salida de Coldplay, la megafonía puso 99 Problems de Jay-Z y fue curioso ver a muchos miles de personas cantar y bailar dicha canción sin ser del propio artista. Había hambre de concierto, se notaba en el aire, especialmente cuando veías a las niñas suecas rubias de 18 años con pintadas en sus caras y saltando sin parar. Con la música de Regreso al futuro y con un piano en medio del escenario lleno de graffitis (hoy sabemos el por qué de tanto colorido), además de un fondo con los míticos circulitos de nuestra cabecera (ved si no), abrieron con Hurts Like Heaven. Aquí la gente no se andaba con tonterías y cantaban todos los versos de todas las canciones. Auténticos fanboys y fangirls en el lugar… Yellow, con una iluminación acorde a dicho color e In My Place consiguieron hacer entrar en calor al público (ahora ya no había los casi 30º de horas antes) bajo nubes de confettis. Tras unas palabras en sueco que alegraron muchísimo a la gente y tras hacer la pelota a todas las zonas del público, continuó con Major Minus, una de sus nuevas canciones y Lost, en la cual bolas gigantes llenas de confetti hicieron un espectáculo digno de admirar. Me sorprendí en cierto momento aplaudiendo y mirando con la boca abierta hacia arriba viendo como las pelotas volaban sobre nuestras cabezas. La diversión era inmensa.

Llegó el tiempo de una de las mejores baladas del grupo, The Scientist. La gente y la organización comenzó a pinchar los balones para no estropear las primeras notas al piano de Martin. Muchas parejas abrazadas, otras personas llamando a sus seres queridos y todo el mundo cantando a grito pelado el «nobody said it was easy». Tocó el turno de temas como Shiver (segunda vez que la tocaban en este año), Violet Hill y God Put A Smile Upon Your Face, tras la cual Chris tiró la guitarra con rabia al final de la misma. Le siguieron Everything’s Not Lost y otra canción nueva, Us Against The World. Comenzó Martin solo en el escenario tocando la guitarra acústica, y al poco se le unió el batería Will Champion en el piano y cantando a la par, para más tarde unirse el guitarra Jonny Buckland y finalmente el bajista Guy Berryman, dándonos una buena imagen de los cuatro juntos tocando muy muy cerca.

Coldplay

¿Estarían tocando «Violet hill», por eso del color? No lo recuerdo…

Politik pasó volando (no hubo casi pausas entre canciones) y llegó la canción más aclamada de la noche: Viva La Vida. Mi mente no pudo evitar pensar en el bueno de Joe Satriani en ese momento, pero tras los coros de las 30.000 personas que me acompañaban allí y el bombo de Will Champion, que convertió la canción en un éxito discotequero en cuestión segundos, no pude evitar unirme a cantar y a saltar con ellos.

Y la gente siguió y siguió cantando hasta que Chris nos mandó callar para poder comenzar las siguientes canciones: Charlie Brown, otra nueva grabación, y Life Is For Living. Tras ella, se retiraron durante unos instantes para hacer los bises. Dos personas empujaban por mi zona para irse y creo que debían de ser las únicas personas en el mundo que no sabían lo que eran los «bises» y que lo mejor todavía estaba por llegar. Aprovechando dicha pausa, la gente no se dio por vencida e intentaba convocar al grupo cantando una vez más los coros de Viva la Vida. Finalmente el grupo apareció para tocar su gran éxito Clocks (vedlo aquí). Ahí guardé mi libreta porque sabía lo que venía. Tras aplaudir durante unos cuantos minutos, llegó el momento más emotivo de la noche: Fix You:

De nuevo más parejas abrazadas y cantando, móviles en el aire grabando y otros mostrando el audio a personas a kilómetros del lugar y los pelos de punta hasta el final de la canción. Por último, y como cabría esperar, finalizaron con otro temazo para bailar, Every Tear Is A Waterfall. Pude grabar durante unos instantes hasta que mi móvil murió tras once horas trabajando (y eso que no había conexión de Internet ni cobertura durante mucho tiempo, debido a la concentración de gente). Aquí tenéis los últimos segundos del festival:

Y tras finalizar la canción, con todo el mundo saltando, el grupo se despidió de Göteborg y la edición del 2011 del Where The Action Is se daba por finiquitada. Me sorprendió gratamente el concierto de Coldplay (nunca habría pensado que su directo fuese TAN bueno) y creo que no fui el único, según las opiniones de alguna gente a la que le pregunté camino a la salida. La mezcla de buenos grupos, un muy buen lugar para celebrar conciertos, un buen ambiente, suecas rubias por doquier, muy buen tiempo y muy buena organización son mi resumen de esta jornada. Si os interesa, aquí tenéis una panorámica en 360º de cuando Coldplay tocaba y una buena galería de imágenes más profesionales. En breves más crónicas.

Setlist de Coldplay:

1. Hurts Like Heaven
2. Yellow
3. In My Place
4. Major Minus
5. Lost!
6. The Scientist
7. Shiver
8. Violet Hill
9. God Put A Smile Upon Your Face
10. Everything’s Not Lost
11. Us Against the World
12. Politik
13. Viva La Vida
14. Charlie Brown
15. Life Is For Living

Encore:
16. Clocks
17. Fix You
18. Every Teardrop Is A Waterfall

Fotos:

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Acerca de James Ulrich

Carente de gusto musical, escucho cualquier cosa que tenga melodía o incluso sin ella. Diariamente me inyecto mi dosis de Metallica y normalmente escucho más metal que otra cosa. Eso sí, puedo escuchar desde el indie más actual, hasta el death más bruto, pasando por la electrónica, hard rock, hip-hop e incluso merengues. Puedes seguirme en mi Twitter o en mi Facebook. También podéis echarle un ojo a una entrevista que me hicieron en redacción en este enlace.

2 comentarios en “«Where The Action Is» Festival @ Azaleadalen (Göteborg, 28/06/2011)

  1. Yo también estuve allí el pasado martes. La verdad es que los highlights de la noche fueron sin duda Royal Republic y sobretodo Coldplay. Tuve la suerte de estar a unos metros del escenario y fue emocionante. Como dices tu en muchas ocasiones, estaba rodeado de chicas super guapas. Gracias

Los comentarios están cerrados.