Archivo de la categoría: Crónicas

Crónicas de los eventos a los que hemos asistido contados desde nuestro punto de vista particular. Puede que no os guste, ya avisamos, pero también puede que sí.

Crónica: Dover @ LeClub (A Coruña, 02/02/2013)

Intensos, viscerales, enérgicos… Son muchos los calificativos que podría utilizar para describir el directo de Dover la pasada noche en sala LeClub. El volumen que descargaron fue tan tangible que incluso los que se encontraban al final de todo debido al aforo completo notaban su cuerpo temblar sin remedio al igual que los que nos encontrábamos a centímetros de los verdaderos protagonistas. Las más de dos horas del atrevido setlist y sus secuelas aún inéditas fueron el núcleo de una noche de rock nostálgico guiado por la voz de Cristina Hendrix, las guitarras y el bajo convertidos en cañones de energía y Jesús aporreando con saña su batería.

Dover

Poco más tarde de las diez y media de la noche y acompañada una vez más de la fotógrafa Cris Andina, los madrileños subían al escenario ante un público muy atento sobre todo en saber con qué canciones nos sorprenderían. Y no es que Dover se hubieran ido ni mucho menos, pero el sold-out que están haciendo en lo que va de año resulta fascinante y peligroso; tanto como intentar defender los cortes de guitarra del álbum que da nombre a la gira. Comenzó a sonar Rain Of The Times, seguido de la desgarradora Pangea. Esa voz que todos conocemos iba acompañada en todo momento por las dos guitarras, Samu «Ramone» al bajo y los golpes del batería. El guitarreo comenzaba a envolvernos, sin de verdad esperarnos nada de lo que allí iba a pasar. De manera casi inevitable, la gente empezaba a acercarse cada vez más al escenario y a mover la cabeza a merced del ritmo marcado por Spectrum. «Sois unas macarras», gritaba alguien del público. Continuaron con Four Graves y La Monja Mellada, sin duda uno de los momentos que más afonía causó tanto a la cantante como a todos nosotros.

Winter Song, sonó algo más relajada que sus predecesoras pero nerviosa al mismo tiempo ya que auguraba la vuelta al sonido más grunge con la desmesurada DJ. Y con un público más y más entregado, sumergido en la perfección del rock de los madrileños, y después de tener un pequeño Flashback, Jesús y sus baquetas dieron paso a Push. Dos temas que sonaron limpios y se notaba que la gente los quería escuchar, sentir nuestro sudor. Sustituyendo las camisas de cuadros los vaqueros rotos por tacones y camisetas ‘Back to the 80s’, continuaron con el himno en el que se ha convertido para muchos el tema Serenade (creí morir).

Dover

Tras tocar algunos de sus mejores temas, era el turno de otra de las más calmadas, Far, que daría paso a una especie de ritual satánico sobre el escenario cantando Sea Witch. Estas dos canciones tan bien cogidas de la mano empezaron suaves, seduciéndonos para ir cogiendo fuerza y gritar acompañándolos en Angelus y Anacrusa. En esta primera, la voz de Cristina deslumbró a toda la sala. Casi hora y media de concierto de unas hermanas Llanos más maduras, un espectacular Jesús y un bajista que no dejaba de mover su sudada melena. Tras la pequeña Three Cowboys le llegaba el turno a las últimas canciones antes del bis de reglamento: Nightmare y Judas. Las voces se inundaron de guitarras que golpearon las paredes de la sala demostrando una vez más ese sonido que pocos grupos poseen. Acto seguido y después de unos merecidísimos aplausos, abandonaron el escenario para volver con Sick Girl y las tres canciones que más se hicieron de rogar y así llegar al orgasmo: Cherry Lee, Devil came to me y Loli Jackson, con la que se despidieron entre aplausos, gritos, piropos… ¡Queríamos más!

Es increíble lo que se nota en directo que el cuarteto lleva ya unos cuantos años escribiendo sus propias normas y experimentando como muy pocos grupos lo han hecho en todo este tiempo y aún así siguen siendo capaces de arrastrar al público, después del pequeño desvío en el sonido de sus últimos trabajos. Y no sólo se limitaron a repasar el Devil Came To Me, sino que nos hicieron partícipes de temas de su primera época, marcada por sus tres discos más rockeros: Sister, Devil Came To Me y Late At Night, algo que en cierta medida esperábamos. Sin embargo, comentando a la salida, muchos echaron en falta temas como King George y sí, porqué no decirlo, mucho mejor esta etapa que la del electro-pop. Cumplieron con creces con las expectativas y fue un espectáculo verlos en directo una década después.

Dover3

Rain Of The Times
Pangea
Spectrum
Four Graves
La Monja Mellada
Winter Song
DJ
Flashback
Push
Serenade
Far
Sea Witch
Angelus
Anacrusa
Three Cowboys
Nightmare
Judas

BIS:

Sick Girl
Cherry Lee
Devil Came To Me
Loli Jackson

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Letz Zep logo

Crónica: Letz Zep @ Playa Club (A Coruña, 12/01/2013)

Por una mezcla de causas cronológicas y monetarias nunca he asistido a un concierto de Led Zeppelin; por otras razones desconocidas, tampoco me acerqué a ver a Letz Zep cuando acudieron a mi ciudad hace ya dos años. Esta vez preferí que no se me escapase la oportunidad de ver al grupo tributo y, consiguiendo una invitación del promotor del evento en A Coruña (Marcos) gracias al siempre poco agradecido trabajo de mi compañera Scared Queen, me personé en el Playa Club dispuesto a vivir el rock and roll como si fuese 1969. Pero sin drogas. He aquí mi experiencia (sobre el concierto, no sobre las drogas):

Letz Zep logo

Goo Times Bad Times fue la canción elegida para abrir la ya tardía velada, pues pasaban de las 00:30. Lo que más me impactó tras los primeros minutos no fue el excelente parecido de la voz del cantante al del grupo que rinde tributo, sino la ausencia absoluta de vello facial de los integrantes; hecho que quedaba todavía más patente si uno bajaba la vista al también perfectamente afeitado pecho al aire del guitarrista. Y, es que después de todo, Letz Zep ha conseguido algo que ya desearían los nuevos anuncios de la nueva Match Infinito de Gillette: que me sintiese desaseado por mi lampiña barba de dos días.

¿Y por qué os cuento esto, os preguntaréis? Porque es una parte fundamental de la estética setentera que el grupo intentaba transmitir más allá de la música, junto a las obvias vestimentas y a la clásica cara de pardillo del bajista, Steve Turner. Pero este último punto es quizás parte de la puesta en escena del grupo, ya que el silencioso Steve alternaba su bajo eléctrico con las labores al órgano al más puro estilo Led Zeppelin. A mayores, también se encargaba de hacer los coros cuando así se requerían y nos sorprendió sacando un contrabajo eléctrico a mitad del concierto para marcar el ritmo de Bron-Y-Aur Stomp.

Letz Zep

Creedme, era realmente difícil no mirar para ese torso semidesnudo.

Sería durante esta última canción mencionada cuando el guitarrista, que entonces ya llevaba varias canciones sentado con una acústica en la que fue probablemente la sección más débil del concierto, comenzó un progresivo interludio en el que a medida que aceleraba el ritmo el público reaccionaba mejor y mejor; tanto furor causó, que decidió continuar con su extenso solo mientras el resto del grupo lo observaba con cara de «ya teníamos que haber vuelto a la canción original». Andy Gray, nuestro Jimmy Page de aquella noche, no solo se limitaba a imitar el sonido, sino que también calcó la instrumentalización empleada. Comenzando con una Gibson Les Paul Standard, cambiando a una Gibson SG, de ahí a su famosa hermana de dos mástiles, a una Stratocaster, a una Danelectro, a la susodicha acústica y hasta a un theremín para la locura en que se convirtió Whole Lotta Love.

Sobre material de baterista no estoy muy puesto, pero sí que os puedo contar sobre el gong que tenía a su derecha, que lo estrenaría en la tercera canción con Black Dog y del que daría buen uso en otras canciones y en el solo que le tocó realizar. Y como de Benjy Reid no os sé contar mucho más, os diré que el cantante, Billy Kulke, lo hizo extraordinariamente bien en el plano musical. Con una voz muy semejante a la de Plant, aunque con una ligera reminiscencia a Ozzy Osbourne, interpretó los éxitos de Led Zeppelin de manera correcta a pesar de tener algunos problemillas con el volumen de su micrófono. Como líder quizás fue un poco más flojo ya que sus chistes y frases en su limitado español no atrajeron mucho la atención del público; lo cual fue una pena, ya que en las partes de silencio o de volumen más bajo del grupo se escuchaba un constante barullo del público proveniente de la zona más alejada del escenario que resultaba realmente molesto, además de bastante exagerado si tenemos en cuenta que no es que el local estuviese especialmente lleno y que cada uno tuvo que aforar unos veinte euros para poder entrar.

Letz Zep - Batería

Lo que sí que os puedo decir de él es que tenía un pelazo.

Los lectores más avispados se habrán dado cuenta de que, en general, solo he dicho cosas positivas de Letz Zep, por lo que la siguiente pregunta semeja obvia: ¿el concierto fue perfecto? Pues realmente no. No voy a discutir la calidad del catálogo de Led Zeppelin pero, a nivel personal, ciertas partes de la primera mitad del concierto se me hicieron algo pesadas. Por ejemplo, desde la noche del concierto, tengo pesadillas con la interminable In My Time of Dying en las que Robert Plant me persigue gritando «Oh my Jesus!» mientras el riff principal de guitarra suena una y otra y otra y otra vez. Pero quizás sea una manía propia porque sí que disfrute con todos los minutos de Kashmir en el último bis, especialmente significativos porque el Playa Club parecía que nos quería echar antes de tiempo poniendo la versión de Sheryl Crow de D’yer Mak’er.

Cuando finalmente se despidieron tras esa segunda repetición, dos horas y cuarto después de haber comenzado los primeros acordes, mis sensaciones fueron más que positivas. Es probable que este concierto haya sido lo que más cerca esté de ver al grupo original en directo y me creo fácilmente que Letz Zep sea la mejor banda tributo a Led Zeppelin. Y todo esto sin drogas, al menos por mi parte.

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The KVB

Crónica: The KVB @ La Fábrica de Chocolate (13/01/2013, Vigo)

Bueno, ya está. Por fin han terminado las dichosas Navidades y podemos volver poco a poco a la normalidad con nuestras bufandas y camisas nuevas, nuestros buenos propósitos inalterados (o no) y empezando a ojear esa agenda de todos los conciertos que nos quedan por venir. Aunque los hay que empezaron la semana pasada su paseo conciertil, para servidora, la demora de directos valió la pena. Y es que la noche del pasado domingo, unos tímidos y, si me lo permitís, «riquiños» The KVB visitaban La Fábrica de Chocolate de Vigo para presentar Immaterial Visions, su nuevo trabajo que saldrá a la luz el próximo mes de febrero. Acompañada en esta ocasión por dos tuiteros, los cuales me dieron a conocer a los londinenses, a priori he de confesar que su concierto me encantó. Esperaba una actuación correcta pero fría (es lo que tiene chaparse vídeos de sus conciertos, repasar sus influencias dentro del darkwave y sobre todo, la discografía de Joy Division), y me encontré con un dúo al que le queda un gran camino por recorrer para explotar su gran potencial en directo pero que, sin lugar a dudas, se encuentra en el mejor de los caminos para ello. Se mostraron seguros, comedidos en su frialdad, intensos y cañeros por momentos (dentro de los límites obvios de sus composiciones); y el público de la ciudad olívica respondió muy positivamente.

The KVB

La primera sorpresa llegaba cerca de las diez de la noche nada más saltar al escenario unos muchachos de vestimenta oscura y rostro paliducho. Y es que en vez de empezar con algún sencillo del trabajo que venían a presentar, comenzaron con la apabullante Again & Again, de su álbum Subjection​/​Subordination que al final resultó ser una elección bastante acertada. Dejando a un lado el orden de las canciones, el principal aliciente para todos los asistentes era sin duda el escuchar cómo sonarían esa distorsión de guitarra y loops vocales por parte de Klaus; y sobre todo el sonido a cargo del sintetizador de Kat. Continuaron con Hands, de su anterior y memorizado trabajo, Always Then, que consiguió despertar y hacernos entrar en calor. Me pareció algo repentino que sonara tan pronto una canción tan buena, pero el paso de minutos y los movimientos de cabeza para seguirles el ritmo me demostraron que estaba equivocada y resultó ser uno de los temas más vitoreados de la noche gracias a la fusión de la voz de Klaus con el sonido del sintetizador. También cayó pronto Sleep Walking, del mismo álbum que la primera canción. En ella predominaron esos oscuros ecos industriales que ganaron mucho gracias al apoyo incondicional a lo largo de todo el concierto de las proyecciones y las luces ayudaron a crear la atmósfera idónea en la sala.

The KVB (2)

Despejado ya el morbo del cómo sonaría en directo, continuaron con Dayzed, una de las canciones de su próximo trabajo. Al principio la cosa pintaba mala: sonó, literalmente, regular. Micros que se acoplaban, auténtico sonido de lata para la guitarra… Un inicio un pelín desafortunado. Pero de sabios es rectificar y en un movimiento arriesgado, Klaus movió el cable de la guitarra y en lo que dura un parpadeo volvimos a acompañarlos con nuestros movimientos de cabeza y pies. En resumen, este tema, a pesar de los problemas al principio, fue uno de los más fuertes de su repertorio y parece que hay una pequeña ruptura sonora entre este último trabajo y los anteriores. Ya no importaba el frío y los pequeños fallos, el teclado y la guitarra empezaron a sonar un poquito mejor en Never enough, de su álbum The Black Sun, mientras nos penetraba la voz oscura de Klaus a la vez que se proyectaban imágenes de la película Repulsión, de Polanski. Todo esto, además, combinado con un más que agresivo parpadeante juego de luces haciendo que la canción fuera todavía más elocuente. La verdad es que el trabajo de iluminación fue muy bueno y ayudaba muchísimo a endurecer el ambiente. Aunque cabe destacar una cierta predilección rotunda por el negro y el rojo.

Como decía, su timidez se perdía en la penumbra guiada en todo momento por los focos y nuestros constantes movimientos de cabeza. Y tras un pequeño suspiro dulce en el que rápidamente desciframos un: «thank you, thank you very much» hacia el público, los sintes volvieron a tomar protagonismo ante la distorsión de la guitarra y gozamos de ello mientras sonaba otro de los nuevos sencillos, Shadows.

The KVB (3)

Ahora bien, las auténticas estrellas fueron Captives, Leaning y Lost. Y no porque las dos primeras sean dos de mis favoritas, sino porque esas tres canciones formaron un bloque potente y a la vez sucio dentro del setlist. Una maraña de distorsión post-punk sin tregua que anunciaba el final de su directo. Y finalmente, tras una hora y poco en la que la intensidad no hizo más que subir, y quedando ya lejos los problemas técnicos, The KVB volvieron a salir al escenario subiendo un último peldaño de volumen y se metieron de lleno con la intranquila Into The Night, que resultó ser el preludio perfecto para Closing In, cerrando así un bolo en el que a pesar de ponerle nota positiva por la asistencia al caer en domingo, faltó algo de feeling con el público. Quizás fue por ser enero, pero parece que el cambio del frío exterior de Churruca al interior más acogedor de La Fábrica no fue suficiente.

Setlist:

  1. Again & Again
  2. Hands
  3. Sleep Walking
  4. Dayzed
  5. Never Enough
  6. Shadows
  7. Captives
  8. Leaning
  9. Lost

BIS:

  1. Into The Night
  2. Closing In
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Orquesta Filarmónica de Viena - Concierto de Nuevo Año 2013

Y empezamos 2013 con buen pie: el concierto de la Orquesta Filarmónica de Viena de Año Nuevo

Y es que no hay forma más elegante y clásica que, monóculo en mano, asistir a uno de los grandes eventos musicales del año como es el concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena. Como cada 1 de enero, el selecto público se cita por la mañana en la Sala Dorada del Musikverein de la Ópera de Viena, una de las salas de concierto de este edificio del siglo XIX. Desde 1939 se viene celebrando en la capital austríaca y ya se ha convertido en toda una tradición que siguen millones de personas en todo el mundo a lo largo de 81 países. Tradición sólo interrumpida en 1945 por la Segunda Guerra Mundial. Y pensad en el éxito que tiene este concierto, que desde mañana ya estarán a la venta las localidades para el concierto de 2014. En esta ocasión nosotros tampoco hemos querido faltar y aquí os traemos un mini-resumen desde nuestro humilde punto de vista.

Orquesta Filarmónica de Viena - Concierto de Nuevo Año 2013

Welser-Möst dirigiendo a la Wiener Philharmoniker

Ha repetido como director el también austríaco Franz Welser-Möst (segunda vez que lo hace, la otra fue en 2011), y nos ha dejado muchas instantáneas para recordar. Polkas, marchas patrióticas y cómo no, vals, nos han deleitado durante unas horas en esta «dura» mañana. Otra tradición que perdura durante 500 años es la colaboración del Coro de los Niños Cantores, o la del baile del Ballet Estatal de Viena, debutando bajo este nombre y con coreografía de un británico por primera vez. Pero el programa de este año ha sido bastante innovador y para 11 de las 16 composiciones interpretadas hoy ha sido su primera vez.

No sólo se han tocado piezas de la familia Strauss, sino que este año también se ha homenajeado al compositor alemán Richard Wagner (con el intenso preludio del tercer acto de Lohengrin) o al italiano Giuseppe Verdi (con el ballet de la ópera Don Carlo) con motivo de los 200 años de sus nacimientos.

El broche final del concierto, como no podía ser de otra manera, lo dieron dos de las composiciones de música clásica más reconocidas por el público general: El Danubio Azul de Johan Strauss hijo y la Marcha Radetzky de Johan Strauss padre. Con dichos temas y el público vienés aplaudiendo al son de la marcha, os dejamos hasta el año que viene.

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Programa: (en PDF)

Josef Strauss: The Soubrette, Fast Polka, op. 109
Johann Strauss, Jr.: Kiss Waltz, op. 400
Josef Strauss: Theater Quadrille, op. 213
Johann Strauss, Jr.: From the Mountains, Waltz, op. 292
Franz von Suppé: Overture to the Operetta «Light Cavalry»

– Intermedio –

Josef Strauss: Music of the Spheres, Waltz, op. 235
Josef Strauss: The Spinstress, Polka française, op. 192
Richard Wagner: Prelude to Act III of the Romantic Opera «Lohengrin», WWV 75
Joseph Hellmesberger, Jr.: In Confidence, Polka mazur, op. 15
Josef Strauss: Hesperus’ Paths, Waltz, op. 279 Josef Strauss: The Runners, Fast Polka, op. 237
Joseph Lanner: Styrian Dances, op. 165
Johann Strauss, Jr.: Melodies Quadrille, op.112
Giuseppe Verdi: Prestissimo from the Ballet Music in Act III of the Opera «Don Carlo»
Johann Strauss, Jr.: Where the Lemon Trees Bloom, Waltz, op. 364
Johann Strauss, Sr.: Memories of Ernst or The Carnival of Venice, Fantasy, op. 126

PD: Cuando RTVE suba el programa a su web, lo añadiremos aquí. También cuando esté el disco en Spotify.

Actualización: Ya podéis ver el concierto al completo en la web de RTVE.es.

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Holywater

Holywater @ Sala Karma (Pontevedra, 28/12/12)

El mes pasado los chicos de Holywater nos concedían una entrevista en la que nos hablaban de su nuevo disco, Wasteland, y de su trayectoria como banda, entre otras cosas. El pasado viernes día 28 tocó verlos en acción en Pontevedra. El grupo nos ofreció un espectáculo inolvidable, que sin duda ocupará un lugar dentro de los corazones de sus asistentes.

Holywater

Alrededor de las once menos veinte de la noche, en un abrir y cerrar de ojos, impactó en nuestra cara Grow Deaf With Silence. A pesar de los diez/quince minutos de retraso sobre la hora prevista, el grupo lucense nos subió los ánimos a todos en cuestión de segundos con este primer corte de su nuevo disco y nos olvidamos de todo lo demás. El inicio fue un poco extraño, ya que las anteriores veces que pude verlos en directo solían empezar con temas más lentos como Allow e iban subiendo su dureza a medida que avanzaban. Esta vez se mantuvieron en la cresta de la ola durante casi una hora y media.

Como ya he dicho, no es la primera vez que puedo disfrutar de este cuarteto en directo. A pesar de que esta vez he gozado de un sonido impecable y un setlist inmejorable, no ha sido para mí su show más emotivo y cercano, problablemente me quede con su actuación en el Liceo Mutante el pasado enero en ese aspecto. De todas maneras, el sobresaliente siempre caerá sobre ellos a la hora de darlo todo y dejar con la boca abierta. Los que hayáis tenido la oportunidad de estar en alguna de sus presentaciones sabréis de lo que hablo.

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Es impresionante lo que un grupo de lo más normal en estudio, de rock «a secas», puede mejorar en directo. Canciones que un principio pueden no convencer o que no entran en una primera escucha, cobran una importancia impresionante en vivo, la crudeza, agresividad y el mensaje que se quiere transmitir crece y crece hasta alcanzar un pico prácticamente inesperado. Así como otros grupos podrían dejar a la gente indiferente en directo, ellos no. Son una banda de directo, que siempre tiene alicientes que proporcionar encima de un escenario: ruido, sentimientos, «virguerías» vocales… Ofrecen siempre todo lo que tienen, nos transportan al sonido de la música de los 90s (grunge, emo, pop) y noise rock (hasta cierto punto), y nos traen al espíritu de Neil Young hasta nuestros oídos. Al menos eso es lo que se me viene a mí la cabeza cuando los escucho, cada uno vive en sí mismo y tendrá su punto de vista.

Se pudieron escuchar canciones de su último largo, anteriormente citado (Wasteland), intercaladas con ya clásicos como Shame On Us, Confrontation’s Done, Six-String Throat o In Your Head. No hubo nada que reprocharles en cuanto a su elección, aunque siempre se echan de menos canciones de sus primeros trabajos, pero es lo que hay cuando se dispone de un tiempo límite. A decir verdad no ha importado demasiado que faltaran ciertas piezas, ya que canciones como Brave, Free, Wasteland (que da nombre al disco) o What’s The Point? ya suenan como auténticas obras de arte «made in Holywater», siempre con un toque distinto que hace que no nos carcoma la monotonía y que podamos escucharlas una y otra vez sin aburrirnos ni una sola.

Holywater

Conclusión: hay que verlos en directo antes de morir sí o sí, sobre todo si sus discos te dejan con dudas. Como ellos mismos y muchos de sus fans dicen: no suelen entrar en una primera escucha y son los directos lo que más les hace justicia. Son crudos, directos, simples y complejos a la vez, ruidosos, desgarradores… Es necesario dejarse llevar por su música, apreciar sus increíbles letras y la tremenda voz de Richi y vibrar con ellos en las salas.

Si os habéis quedado con ganas tenéis varias oportunidades de verlos, ya que en enero tocarán en Lugo y Santiago para después emprender una gira por toda la geografía española: Segovia, Madrid, Sevilla, Barcelona, Elche, etc. Podéis ver las fechas en su página de Facebook.

Setlist:

1. Grow Deaf With Silence
2. 59.45
3. My New Road
4. Dive In Time
5. Shame On Us
6. There’s Something Around
7. Brave, Free
8. The Man Who Raises And Falls With The Sun
9. Confrontation’s Done
10. Never Be Broken
11. What’s The Point?
12. Deeper Down The Grass
13. Wasteland
14. Six-String Throat
15. In Your Head
16. Similar

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