Archivo de la categoría: Crónicas

Crónicas de los eventos a los que hemos asistido contados desde nuestro punto de vista particular. Puede que no os guste, ya avisamos, pero también puede que sí.

Crónica: Mareira Club Jvno @ Sala O Túnel (A Coruña, 14/06/2014)

Los amantes del post-rock tenían una cita obligatoria anoche en A Coruña y como no podía ser de otra forma, nos pasamos por allí para contaros cómo fue la nueva edición del Mareira Club Jvno en la que participaron nombres tan prometedores como Syberia, Lehnen o Caspian, con quienes tuvimos la oportunidad de hablar días antes del evento. Una tarde-noche que pese a empezar con media hora de retraso siguió una trayectoria ascendente. Pero no de esas que empiezan siendo pesadas y acaban bien. No no, todo lo contrario: empezó bien y no hizo más que subir hasta acabar de manera espectacular con los de Massachusetts sobre el escenario de la sala Túnel.

Al cuarteto local La Hydra le tocó ir calentando los altavoces mientras poco a poco se iba acercando la gente. No fueron ni mucho menos un plato trivial de, pero si bien no alardearon de la destreza que mostraron posteriormente los demás invitados, nos presentaron un set de temas extraídos de su homónimo epé. Se columpiaron entre el ambiente más rockero hasta el metal más puro, una muestra de ello fue Un futuro que honre el pasado, durante la cual ya podíamos ver agitarse las primeras cabezas. El Páramo fueron los siguientes en aparecer. El cuarteto madrileño de caras conocidas llegaba con muchas ganas de tocar (se leía en sus redes sociales) y con 2014 bajo el brazo del que sabréis más esta semana ya que tuve la oportunidad de hablar con ellos antes de que empezara todo. Asaltaron el escenario para poner en marcha su Turbina y nos hicieron la boca agua ante la expectativa de este nuevo álbum, aunque también asomaron temas de los orígenes. El directo es el directo y gracias también a la iluminación durante todo el festival, en su concierto se creó una ambientación inigualable hasta que uno a uno, entre aplausos, fueron abandonando el escenario tras un show solvente y…

El Páramo

Para cuando los barceloneses Syberia tomaron el relevo, las primeras filas se veían mucho más compactas. Protagonizaron uno de los conciertos más intensos de la noche jugando casi en casa ya que aún habían estado el pasado mes de agosto en el último Mareira Fest. Pero volvamos a donde estábamos. Drawing a Future llegó como un auténtico cohete y la hora siguiente fue un auténtico no parar con la sección rítmica disparada de las manos de la batería y un bajo que brillaron por momentos. Nos llevaron de viaje hasta la víspera del fin del mundo formando parte de una Stampede, que es básicamente lo que simbolizan estos cinco chicos ahora mismo sobre el escenario gracias al rodaje que están adquiriendo. Visiblemente emocionados ante los aplausos, no perdieron la ocasión para agradecer a la organización del festival y a la gente que se había desplazado para verlos. Un buen rato tardó en armarse en el el backline para los siguientes: los austríacos Lehnen, los compañeros de batalla de Caspian durante este tour. Llegaban anoche para presentar su álbum I See Your Shadow (la canción homónima sonó acojonante). Era noche de agitar la cabeza al ritmo del bajo y/o de dar palmas para acompañar a la batería y la atmósfera que tejieron los norteños fue mucho más compleja con un sinfín de sonidos persiguiendo el ruido y la distorsión por momentos para inundarnos de manera controlada. Con todo y con eso, la concentración que los cuatro componentes tenían sobre el escenario y su música, en esta ocasión con letras, resultó reflexiva, llena de detalles y sutilezas que expusieron de forma clara.

Lehnen

Y llegó el plato fuerte de la noche. Caspian, no sólo se subieron al escenario de la sala Túnel, sino que directamente lo pusieron patas arriba. Me explico: no se anduvieron con florituras en ningún momento. Empezaron a tocar en la cima con Waking Season y se mantuvieron en ella durante la hora larga que duró su directo e incluso se atrevieron a presentarnos una de sus nuevas canciones, Arcs of Command. Desde el primer tema hasta el bis de rigor lo dieron todo como si se les fuera la vida en ello. Verlos moverse, saltar, cada golpe… Tejiendo perfectamente una química que resultó ser espectáculo y para la que suscribe estas líneas, uno de los conciertos más bestias que ha visto en su vida. Concrescence, Asa… Temas que en disco suenan delicados, correctos, por momentos cohibidos; nada tienen que ver con la locura desatada anoche, sobre todo en cuanto la línea de bajo subía en intensidad desbordando por momentos. Jugaron bien y el público no paró de responder con interminables aplausos y numerosos acompañamientos con palmas durante los temas. Pero fue Halls of The Summer (inserte aquí iconos de corazones) uno de los momentos más celebrados y con Ghosts of the Garden City cerraron el primer bloque del directo en unos niveles de emoción excepcionales.

Pero si hubiera que quedarse con un instante de anoche, probablemente sería el cierre (tanto del directo de Caspian como del festival en sí) en éxtasis que supuso Sycamore, con el público ya incondicionalmente entregado, aplaudiendo con el estallido final y donde los de Massachusetts ya no parecían tocar con sus manos y su brazos, sino que con la intensidad con la que se movían alrededor de la batería conectaban los unos con los otros disfrutando y haciéndonos disfrutar de la ‘tamborrada’. Vibrantes como pocos, con el sonido ajustado y una banda que se mereció todas las ovaciones que se llevó. Sin duda, un concierto que bien merecía ser disfrutado por más gente. ¡Larga vida al Mareira!

Caspian

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Crónica: Caxade @ Teatro Rosalía de Castro (A Coruña, 15/05/2014)

Apenas habían dado las nueve menos cuarto de la tarde de ayer cuando los cuatro integrantes de Caxade nos sorprendían sobre el precioso escenario del Teatro Rosalía de Castro, haciendo gala, Alonso, de una envidiable capacidad pulmonar contra su chifre de capador llamándonos al Introito del Afiador da realidade y pronto, los pocos allí presentes, nos dimos cuenta de que ése era el lugar en el que había que estar ayer mientras se ponía el sol. Nos mimaron, nos dieron todo lo que quisimos y lo vistieron de crítica social. Nos engatusaron de la forma más simple. Una complicidad natural. Como la de unos conocidos que se encuentran después de tiempo y quedan para hablar de la vida. Los susurros a voces del autor de la mayoría de temas del grupo, se convirtieron en narraciones encantadoras, tan reales y ácidas entre tema y tema por el divertimento y por el hipnotismo revolucionario que generaban, que discurrieron como introducción de muchas de las canciones que anoche presentaban por segunda vez en A Coruña.

Sin embargo, no fue sólo el acordeonista el responsable de la complicidad que se vivió ayer en el Teatro Rosalía. Porque durante todo el concierto y obligados a seguirlos con palmas y a movernos sentados en las butacas, Caxade desgranaron por completo su álbum A Dança dos Moscas. Desde Amélia o Lei d’Hondt hasta Capadores de Extraterrestres. Pero por encima, muy por encima de todas ellas, sin desmerecer a ninguna, brillaron Xente Pota y Sr. Xorda y el juego de luces y focos, aunque meritorio, fue modesto. Pero para hacer no sólo música de verdad, sino para desempeñar un arte que realmente valga la pena, lo más difícil suele ser siempre el qué contar. Y no, no me refiero a entre canción y canción. Y aquí explico también muy bien el público que ayer estábamos allí, sentados y preparados para escuchar historias deliciosamente mundanas, vividias antes, ahora, y por todos. Hasta hubo tiempo de hablar sobre ‘a ambición das toupas’. Un directo de cuatro músicos sin más adornos, sin los arreglos que completan el disco. Porque dicen que cuando caen las vestiduras, caen también las armaduras y sólo nos queda disfrutar del Foliom da Rebeliom.

Caxade

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bROTHERS iN bAND @ Sala Finisterrae (A Coruña, 10/05/2014)

La noche del sábado pasado se presentaba deliciosa: inauguración de una nueva sala en la ciudad herculina, la Sala Finisterrae. Y sucedió por todo lo alto colgando el cartel de ‘sold out’ la primera noche. Más de 800 personas, según El Ideal, disfrutaron y disfrutamos de la transformación del Salón Victoria para recibir a los bROTHERS iN bAND, los encargados ‘descorchar’ la acústica de la sala con sus casi tres horas de directo homenajeando a Dire Straits.

bROTHERS iN bAND

El concierto comenzó con Calling Elvis, esa canción suavemente introducida por unos golpes de batería rompiendo con todos los instrumentos pero manteniendo un bajo rimbombante; jugando con el punto de que, de algún modo, gran parte del público se la esperaba para empezar y al menos la tarareaba y se movía con ganas de que empezara el show (prueba de que aquello estaba lleno de fans puros y de diversas edades, ojo). La cosa continuó con Walk Of Life, otra vieja conocida que nunca falta en su repertorio y que nunca está de más poner al principio para ir enganchando a las primeras filas, a los rezagados que estaban entrando todavía, o a los que nos encontrábamos en la parte de arriba; haciéndolos mover al ritmo presente en casi todo momento de los dos teclistas y el steel guitar. No se hicieron esperar y pronto se arrancó Óscar Rosende, sin dejar a un lado su Les Paul, con el primer saludo y agradecimientos de la noche, como no podía ser de otra manera, comentando también las sensaciones que estaban experimentando al ser los encargados de dar el pistoletazo de salida a. Es cierto que bROTHERS iN bAND han sido capaces de elaborar un trabajo más que digno al hacer suyo cierto repertorio, pero volvamos a la noche del sábado y a la necesidad de la banda de aflojar un poco el ritmo y relajar lo que habían invocado dándonos instantes verdaderamente hermosos en los que solo entraban en diálogo las luces y el saxo mientras los demás miembros de la banda quedaban parados, con los ojos cerrados, siguiendo la melodía como si estuvieran rezando.

Pero matizo, fueron momentos. Aparentan muy bien, y aunque no quieran, están limitados a ser una banda emuladora que utiliza su particular visión de lo que fueron los Dire Straits para aderezar de cierta forma una propuesta ya trabajada. Pero aún así, la comunión entre público y músicos resultó intensa en Romeo And Juliet, en la que, especialmente la banda lo dio absolutamente todo ante unas filas que cantaban y gritaban con un acústico tan eléctrico, con la desesperada emoción de su letra y con la entrega de todos los que se encontraban en el escenario. Tampoco tuvo desperdicio otra de las más coreadas y esperadas: Sultans Of Swing, aunque el sonido jugara una mala pasada y que varios temas después, entre los que sonaron también Brothers in Arms, y cómo no, dejaron de las últimas Money For Nothing pasó a ser algo secundario. Y allí quedaron las reverencias y saludos sinceros a la conclusión de su directo, tanto desde el escenario como fuera de él. Ahora sólo esperamos que el traje de gala que se puso toda la organización el sábado nos deleite con muchos directos más.

Y para terminar, que a nadie se le olvide que la gira de los Dire Straits gallegos no hizo más que empezar el pasado sábado. Les quedan muchas fechas por delante y por lo pronto, este viernes estarán en Vigo.

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Zoé + Vetusta Morla @ Coliseum (A Coruña, 02/05/2014)

Parecía que no iba a llegar nunca la noche de ayer y sin embargo no sólo ya ha pasado, si no que el directo de Vetusta Morla en el Coliseum de A Coruña fue todo lo que se esperaba de ellos. La última vez que la que suscribe estas líneas tuvo ocasión de verles (al igual que Cris Andina, la artífice de las fotos) fue en la pasada edición del portAmérica, pero anoche tocaban al lado de casa y era cita obligada; y la emoción, la solidez y la precisión formal de estos seis muchachos anoche no se quedó muy atrás.

Comenzamos la velada en un recinto todavía a medio llenar para recibir a los mexicanos Zoé, formación de indie-rock que está acompañando a los Vetustos durante toda su gira. Un grupo con un tono muy adecuado para ir rompiendo el hielo ante un público que además parecía responder de manera receptiva (lo normal si pones a unos teloneros del mismo estilo que el grupo). Interpretaron Dos mil trece, Soñé y Arrullo de estrellas, entre otras; y sonaron nerviosos por momentos pero con un carácter romántico que tiró de progresiones efectivas pese a que el sonido anoche no jugara del todo a su favor dado que el Coliseum es un sitio bastante especialito en cuanto al rendimiento de éste.

Vetusta Morla_

Pero llegaba la hora de que los protagonistas de la noche salieran a escena y el arranque con La deriva y Fuego supuso un despegue lento, un calentamiento tenso pero tranquilo. La temperatura fue subiendo durante los primeros compases hasta llegar al primer estallido de la noche con su Golpe Maestro. Hipnotizaron al público a base de una percusión contundente y lo pusieron a bailar y saltar. Al término de este tema, los madrileños Vetusta Morla ya se habían metido a los allí presentes en el bolsillo y habían logrado sorprendernos a muchos sin necesidad de hacer alarde de precisión o técnica en su interpretación, sino más bien, a base explosiones de luz y sonido, una postura impecable sobre el escenario y no dejar respiro durante los primeros momentos de la actuación. «Fue un golpe maestro quitarnos la sed».

Tras ello llegó el momento de calmar un poco el arrebato de locura que dio paso a La mosca en tu pared con una actitud algo más contenida sobre el escenario, aunque Pirómanos volvió a poner la maquinaria en marcha tras la presentación de rigor con un: “Buenas noches, Coruña. Es un placer estar en una ciudad tan abierta al mar y a las derivas, pero que sea una deriva abierta a transformaciones pensando en el de al lado, en la comunidad…”. El goteo de temas de aquí y de allá nos llevó a Lo que te hace grande, elevando tensiones pero frenando para que éstas no se desatasen por completo ya que quedaba mucho por delante. Escalando lentamente hasta que sonaron las sentidas notas de Un día en el mundo, uno de esos temas que casi todo el público esperaba con impaciencia y que con su aberratadora fuerza no defraudó. Sirvió de puente hacia unos Cuarteles de invierno y una consodilación en la ejecución del disco que dejaba al descubierto al caer la lona de la parta de atrás del escenario y la Maldita dulzura con la que se toman el directo estos Señores. Así, con mayúscula.

Ciertamente, el pulso de su directo se mantuvo constante en algunos temas nuevos y puede que sea porque les falta pulirlos en directo, pero aún así, Pucho estaba completamente en contacto con el público y se desmelenaba por completo mientras sus secuaces lo acompañan presentando sus credenciales como músicos. En cualquier caso, la quinta velocidad de la noche llegó de la mano de Mapas, y es que si algo tienen es que sus canciones se acaban convirtiendo en clásicos. Así, de las doce canciones de La deriva, todas fueron apareciendo y algunas en perfecta concatenación con las antiguas, como fue el caso de ¡Alto!, Copenhague y Salas de espera. Anoche fue como si guardaran en una caja todo su trabajo reivindicando que en conjunto son un todo y en la cresta de la ola se marcaron unos momentos apoteósicos con Valiente y La cuadratura del círculo en los que se empeñaron en que todos los presentes se arrancaran a bailar. Tour de Francia y Fiesta mayor sirvieron de buen cierre antes de los bises, que se desarrollaron ya sin caretas ni lentitudes, todo electricidad y emoción para cerrar un concierto de algo más de hora y media en el que acabó en locura con la interpretación de Una sonata fantasma y las imparables Sálvese quien pueda y El hombre del saco de lenta ascención hacia la locura volvió a poner el Coliseum patas arriba de manera inevitable. Aunque todavía les quedaba un as sobre la manga.

Vetusta Morla

Sea como fuere, musicalmente hablando fue un gran concierto, en el que Vetusta Morla rindieron honores merecidos a su último álbum y lo encandilaron con matices de los dos discos anteriores, sí, los que los pusieron en lo alto, sobre todo Un día en el mundo. El sabor de boca aún hoy es excelente con ese final en puro éxtasis de la mano de Los días raros en el que a más de uno se le puso el corazón a una velocidad de vértigo en continuo ascenso. Así que mientras no llegan nuevos encuentros, no lo olviden, queridos: esta noche estarán (sospecho que dándolo todo de nuevo) en Vigo, donde ya han agotado entradas.

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El Monstruo + Señores @ A Casa Tomada (A Coruña, 26/04/2014)

Llevaba ya tiempo esperando el momento de poder ver a los bilbaínos Señores en directo y más tras haber hablado con ellos. El cuarteto llegaba este pasado fin de semana para contentar a su audiencia gallega ofreciendo tres directos, dos de ellos en formato acústico, en la ciudad de A Coruña. Pero sin duda, el concierto del sábado en A Casa Tomada fue la confirmación de que a estos chicos les está viniendo muy bien su Curso práctico de autoestima.

El grupo local El Monstruo fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a una noche de conciertos en la que o te movías o no. “O te gustaba el borde o la orilla”. El dúo coruñés están presentando su trabajo homónimo y eso se tradujo en un directo intenso y pese a haber bastante hueco disponible en la sala, hicieron que los que estábamos allí preparados para lo que se nos venía encima, nos moviéramos al ritmo de temas tan pegadizos como El borde, Fuego u Hombre medicina. Estos tres temas fueron sólo algunos de los ejemplos de lo que estos dos chicos son capaces de hacer armados con guitarra y batería.

El Monstruo

Rápidos, concisos, intensos y por momentos irónicos. Así se resume en pocas palabras el despliegue de los protagonistas de la noche, los Señores. Un directo en el que los constantes punteos de guitarra asombraron, los ejercicios al bajo deleitaron y las secciones rítmicas y matemáticas del batería no dieron respiro para crear así una atmósfera a modo de envoltorio en la sala. En contraste perfectamente con la voz casi imperturbable de Goiko y sus bailes «thom yorkianos» guitarra en mano. Felices facturas, Amable, Cara de amor futura, El último vuelo del Concorde, De nada… Y así fueron cayendo un buen montón de canciones, tan sencillas (que no simples), como efectivas, y al menos el sonido fue muy aceptable. Tras ello llegó el momento de calmar un poco con Sedentario, que dio paso a una actitud algo más contenida sobre el escenario e incluso hubo un par de temas en los que se añadió un quinto componente al grupo, un espontáneo gritando entre el público («¡Ahí va la hostia!») para acabar de redondear la contundencia del directo que se estaba organizando. Sin caretas ni lentitudes, todo emoción y humor, teniendo claro que el disfrutar tanto ellos como nosotros era un puerto al que tendrían que llegar.

Señores

No quiero cerrar esta crónica sin mencionar que ayer, después de la intensidad vivida la noche del sábado, tuvimos aperitivo con la versión acústica de los Señores en La Barbería. Que no fue otra cosa que el grupo animando la sesión vermú en este local coruñés, donde ofrecieron un mini concierto a dos guitarras, maracas… A continuación os dejo una muestra de ello:

[youtube id=»TMyUAPogkgc» width=»600″]

Y lo dicho, hay talento más allá de lo mainstrean y un buen montón de canciones honestas, densas y a la vez chispeantes que funcionan igual de bien sea en el formato que sea. Ojalá estos ‘nenos’ sigan recogiendo lo sembrado.

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