En una reciente entrevista, nuestra bienquerida Amaia Montero se quejó de la mala imagen que tiene la gente de ella, sobre todo después de la separación con el grupo que la catapultó a la fama, La Oreja de Van Gogh. Tras la polémica de la gala de los Premios 40 Principales y la ausencia de la cantante cuando su ex-grupo recibió el premio Tambor de Oro de la ciudad de San Sebastián y nadie la avisó, la cantante ha explotado.

Diréis lo que queráis, pero aquí parece la que está buena
He aquí un buen extracto de las declaraciones:
Estoy harta de permanecer callada y parecer siempre la mala. [..] No estuve en la entrega del Tambor a La Oreja porque nadie me invitó, ni mis ex compañeros, ni el alcalde Elorza, ni el Ayuntamiento. Hubiese ido encantada porque me considero parte de la historia del grupo: yo estuve en once de los trece años de historia de La Oreja de Van Gogh, componiendo canciones y cantando.
Hay quien puede pensar que no estuve en Donostia porque ahora mis intereses son otros. Y no es así. Sigo estando orgullosa de llevar el nombre de San Sebastián y Gipuzkoa por el mundo, y nada hay más importante que mi familia y mi tierra. Me va bien en mi carrera musical y estoy feliz con Gonzalo pero no me he vuelto tonta por salir en el ‘Hola’. Sé quién soy y de dónde vengo.
Se ha dicho que no fui al acto del Tambor porque tenía que actuar en ese evento, pero hubiese podido estar por la mañana en San Sebastián y por la noche en Madrid.
[Sobre la relación con sus ex-compañeros] Es una relación entre mala e inexistente. Sí es cierto que fui yo la que tomó la determinación de emprender mi carrera en solitario, pero luego las relaciones se han ido deteriorando.
También reconoce que Pablo Benegas, guitarrista del grupo, le llamó al saber la noticia del premio, pero «fue una conversación mínima y luego no le ha llamado nadie».
Mila Beldarrain, madre de Xabi San Martín, mencionó a mi padre y las cenas que reunían a todos los padres del grupo. No dudo que lo hiciera con cariño, pero en el tiempo en que mi padre estuvo enfermo, y luego, tras su muerte, ninguno de esos padres se interesó por él o por mi madre, que por fortuna sigue entre nosotros.
No quiero provocar polémicas con el grupo o con el Ayuntamiento. Sólo me interesa que la gente de mi tierra sepa que sigo siendo la misma, la chica de Irun que ensayaba en Donostia.
Pues que no se diga, Amaia. Ahí queda para la gente que le interese. La verdad es que el grupo bien podría haberle dicho que fuese, que por algo fueron tantos los años de éxitos y alegrías como para tirarlos por la borda tan fácilmente. Hoy voy a apoyar a la cantante, lo siento. ¡Ánimo, Amaia!
Página oficial | MySpace | Last.fm | Vía: Diario Vasco
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