Otro de los discos de metal más esperados del año (al menos en España) es el nuevo trabajo de Saratoga, uno de los grupos más importantes del panorama metalero español, y que se titula Secretos y Revelaciones. Anunciamos en junio que estaban grabándolo, y hace poco dimos todos los datos de este disco, así como el del maxi-single de presentación No sufriré jamás por ti. Aunque el álbum sale el próximo día 5 de octubre, hace unos días ya se filtró por la red y nos ha llegado a la redacción del blog. Tras un montón de escuchas, he aquí nuestro análisis.
Tete le quiere quitar el puesto a Leo como sex-symbol
El disco comienza con mucha contundencia con un tema titulado Después de la tormenta. Batería y guitarra comienzan a dar caña desde el principio en una parte instrumental que da paso a otra parte más melódica en la que la voz del cantante, Tete Novoa, irradia fuerza y garra. Es un tema bastante rápido y da gusto escuchar al bajo de Niko y a la guitarra de Tony sonar tan rápido.
El segundo tema es El planeta se apaga, uno de los tres temas que estaban en el maxi-single de hace tiempo. Comienza con una melodía al piano compuesta por el batería Andy C. y hay toques orquestales a lo largo de toda la canción (como violines). Es una canción más lenta que el resto, pero muy melódica y no deja de ser buena.
La sigue Mucho por vivir, una canción en la que de nuevo Tete consigue que no echemos tanto de menos a Leo Jiménez a la voz por la fuerza que transmite al cantar. De esta canción el grupo afirma que se parece mucho a «Iron Maiden» y que se divertirán muchísimo al tocarla en directo.
La cuarta canción para mí es la mejor de todo el disco. Me recuerda muchísimo a Dueño del aire, una de las mejores de su anterior disco VII. Deja vu es una canción potente en todos los sentidos, desde los riffs de guitarra y bajo que acompañan al doble pedal de la batería gran parte de la canción, tanto como la voz de Tete, que en una segunda voz de fondo en el estribillo consigue ponernos los pelos de punta llegando a registros muy agudos. El solo de guitarra de Tony es enorme en calidad y duración (dura casi un minuto), y la única mínima pega de esta canción es la pronunciación de «Deja Vu», pero sigue estando genial.