¿Habéis sido una de esas pocas personas que no ha seguido la ceremonia de clausura los Juegos Olímpicos de Londres 2012 por la tele y Twitter a la vez? Muchos hemos sido los que hemos estando dando la brasa por la red social de microblogging comentando todas las jugadas de la gala y aquí os traemos un breve resumen, al igual que hemos hecho con la inauguración. Lo primero que os vamos a contamr es que realmente todo ha sido un poco confuso y que nos aburrió bastante. ¿Por qué era confuso? Sabíamos de unas cuantas estrellas que actuarían en la gala de clausura, pero todo se guardaba bastante en secreto. Además, paralelamente, grandes grupos también colaboraban en Hyde Park con sus respectivos conciertos, entre los que salientamos The Specials, New Order y Blur, unos de los que lo podrían haber hecho algo muy bueno en el estadio, pero al final no hubo tanta suerte.
Aquí tenéis al bueno de Albarn en Hyde Park pasándolo de maravilla
Tras todo el protocolo que cabría esperar y obviando de aquí en adelante el resto de actos no musicales, las primeras actuaciones vinieron de mano de Emeli Sandé, y luego de Madness y su típico ska de los 80. Aunque en esta ocasión no fue One Step Beyond sino el mítico Our House el que hizo su aparición. El del anuncio de electrodomésicos, sí. Aquí ya comenzamos a ver que la voz/sonido no sería el fuerte del show, pero nos dejó un buen momento: el saxofonista del grupo, Lee Thompson, haciendo el solo de la canción atado a un arnés y volando por encima de todos.
Y los periódicos por el suelo para no manchar nada de pintura
Una banda de música inglesa (no llegamos a anotar el nombre, pero de éstas con tambores y tal, no un grupo en sí) y la gente del musical que estaba alrededor se aventuraron a versionar el Parklife de Blur, dando paso a otro grupo conocido del país: los Pet Shop Boys, con su tema West End Girls. Creemos que habría ganado mucho más con Depeche Mode, pero tampoco hubo suerte. Menos fortuna tuvimos cuando tocó One Direction, aclamados por muchos como los nuevos Backstreet Boys, y dieron paso a una batucada grande (Stomp) que recordaba bastante a los daneses Safri Duo (pero eran decenas de personas, no dos).
Las bicicletas de los PSB, muy fashion
Tras una mención obligada a The Beatles en forma de playback (sé que sobra la aclaración), el legendario Ray Davies salió a tocar un tema de su banda The Kinks, Waterloo Sunset. Cada vez escuchándose peor, Emilie Sande volvió de nuevo para cantar, justo antes de que Elbow saliesen de fondo mientras entraban todos los atletas al estadio y se colocaban en la bandera del Reino Unido hecha con cadenas humanas. Tocaron dos canciones, One Day Like This y Open Arms, y los comentaristas de TVE comenzaron con su selecto show de spoilers y comentarios sobrantes afirmando que eran «indies» y que «sonaban como Muse». Acertada comparación, sí señor. Poco después, repetirían todas las canciones interpretadas hasta el momento en riguroso playback.
Fans de poner muchas fotos para que no se note el pasotismo general del resumen
Kate Bush y su Running Up That Hill sonó al acabar de colocarse todo el mundo en su sitio, pero todavía seguíamos dormidos. Por suerte el himno de Uganda hizo su aparición en la entrega de medallas de Maratón y nos levantó un poco el alma. Y al fin empezó lo poco bueno que habería en toda la noche: unos pocos segundos de Bohemian Rhapsody (Queen) que dieron paso a John Lennon y su Imagine (risas con el «imagine there’s no countries»… los JJ.OO. a la mierda) y una cara gigante de Lennon hecha con cajas. Enterita se pudo escuchar antes de que George Michael pisase el escenario para cantar dos temas suyos: una bien escogida Freedom y White Light, la cual aportó un poco más de marcha y el propio George pudo bailar un ratito.
«¿Qué más queréis, la Macarena?»
En medio de unas motos típicamente británicas (scooters clásicas), el cantante de los Kaiser Chiefs, Ricky Wilson, traía el micrófono para cantar el famoso Pinball Wizard de The Who. Seguía sin acompañar la calidad de sonido, pero qué íbamos a hacer a estas alturas de noche… Mejoró sustancialmente el asunto cuando dos top models como Kate Moss y Naomi Campbell se paseaban por la pasarela central del estadio a ritmo de David Bowie y daban paso a la cantante británica Annie Lennox. También Pink Floyd tuvo su momento de gloria: era el momento de escuchar Wish You Were Here en la voz del jovencísimo cantante de folk Ed Sheeran, con Nick Mason en la batería (el único original del grupo presente).
Awesomeness nivel: cantar a los Beatles encima de un bus de colorines y ser ex-marido de Katy Perry
Como os anunciamos en el pie de foto, el cómico Russel Brand interpretó I Am The Walrus de los Beatles de una manera muy peculiar que enfureció a muchos (más aún cuando descubrieron que era el que se beneficiaba a Katy Perry hasta hace bien poco… y la dejó). ¡Y al fin llegó la fiesta tras él! Como no podría ser de otra manera, Norman Cook (Fatboy Slim) nos puso a bailar con su Right Here, Right Now, seguido de The Rockafeller Skank, salvando gran parte de las críticas de la gala. Y todo desde un pulpo gigante y una mesa de mezclas que recordaba al DJ Hero.
Ahí gobernaba medio mundo el bueno de Cook
Llegaba una sección algo más «comercial» y actual con las interpretaciones de Jessie J (Price Tag), Tinie Tempah (Written In The Stars) y Taio Cruz (con su exitazo Dynamite), que provocó que muchos apagasen la tele antes de tiempo. Y tras ello, se volvió a algo clásico cuando los tres versionaron a los australianos Bee Gees y su You Should Be Dancing. «¿Si eran australianos por qué los homenajearon?», os preguntaréis. Bueno, su carrera se llevó a cabo al completo allí, así que era como si fuesen británicos adoptados. ¿Y eso era toda la fiesta que nos tenían guardada?
Zig-zag-ah…
Pues no. Cinco taxis británicos entraban por los túneles con unos pasajeros (pasajeras en este caso) de lujo: ¡las Spice Girls! Todavía bastante jóvenes (se leía por Twitter «las Spice MILFs»), tocaron Wanna Be (¡la amistad nunca acaba!) y Spice Up Your Life. Tras cantar peor que cuando obtuvimos la mínima puntuación del SingStar de redacción (Jimmy Jazz un día de resaca lo intentó), se fueron para dejar paso a Oasis. ¡Ah, no, disculpad! Me refería a la banda de Liam Gallagher, Beady Eye, quien destrozó enérgicamente Wonderwall con una voz resacosa y horrible. Noel, ¡vuelve por el bien de todos!
No repuestos de tamaño susto, se nos alegró el corazón al ver a Eric Idle de los Monty Python cantando una canción de leyenda: Always Look The Bright Side Of Life. Y más aún cuando a continuación salieron Matt Bellamy y compañía (Muse) a interpretar el tema oficial de los Juegos, su Survival, con una chaqueta de lentejuelas que ni John Travolta en «Fiebre del sábado noche».
[youtube id=»lAQfjofRmyc» width=»600″]
Maravillados quedamos al rememorar poco después aquel genial concierto que es el Live in Wembley 86 de Queen con una de las mayores muestras de poderío vocal en mucho tiempo. Siempre grande como él solo, imágenes de Freddie Mercury haciendo cantar al público se proyectaron en medio del estadio, para alegría de todos (para los que queráis saber, esa parte justo después de Under Pressue entonando diferentes «lolailos»). El bloque de Queen daba comienzo y su guitarrista Brian May nos deleitaba con ese solo llamado Brighton Rock. Poco después (ojalá estuviese John Daecon), el batería Roger Taylor se unió a la fiesta y la cantante Jessie J volvía de nuevo al escenario para versionar We Will Rock You, masivamente cantada por todo el mundo, incluso desde casa.
No vino a hablarnos de astrofísica, sino a tocar la guitarra como sólo él sabe
Tras un buen intervalo de protocolos que aprovechamos para picar algo o ir al baño, y la presentación de las olimpiadas brasileñas de 2016 (Pelé mediante), llegaba la traca final: Take That, sin Robbie Williams (parece ser que su mujer está de nueve meses ya y puede ser padre de un momento a otro… o abducido de un momento a otro), cantaban Rule The World. Pidiendo el final ya, llegó la hora de apagar la antorcha a ritmo de algo así como drum ‘n’ bass (algo más soft, tranquilos, pero que tenía el mismo ritmo). Y finalmente The Who salía a poner la guinda final: Baba O’Riley primero y My Generation con todos los artistas que habían salido con anterioridad cerraban una gala con muchos altibajos (más bajones que otra cosa) y que podría haber mejorado mucho.
La voz era calcada a la de Adam Labert, pero con menos vibrato. Y sí, no tenemos fotos de la última parte
¿Cómo podría haber mejorado? Pues lo primero, en sonido. Y lo segundo, con las bandas de las que no se hizo mención alguna: Radiohead, Iron Maiden, Black Sabbath, Motörhead (todo el heavy metal británico en general), Coldplay, los Rolling Stones, Depeche Mode, The Prodigy, Amy Winehouse, Led Zeppelin, Pulp, The Stones… Bueno, no sigo, pero faltaron muchos. Obviamente, con semejante ejército de artistas históricamente importantes es tarea casi imposible seleccionarlos y que suenen al menos 10 segundos, pero sí es cierto que algo mejor lo podrían haber hecho. Lo gracioso es que mañana ya hay un recopilatorio preparado con toda esta banda sonora, por si os interesa. Igual eso también tenía que ver con dicha selección de grupos.
Que tomen nota para 2016 para mejorar, pues. La gala de inauguración fue bastante mejor que la de clausura, así que allí que nos tengan durante tres o cuatro horas bailando samba a ritmo de Carlinhos Brown. ¡Nos vemos allí, chicos!
Fotos sacadas de London2012.com