Hay que admitirlo, Jane Joyd se hace querer. Ante un público poco participativo (o con falta de «feedback», como ella dijo), la coruñesa se empeñó en intentar arrancar algún cariño de una audiencia que parecía adormilada. Pero poco importó. Su recital fue estupendo. Lleno de energía, con sorpresas, intimista, relajado, alterado y, sobre todo, increíble. La Praza da Constitución de Vigo se abarrotó el martes para disfrutar de una de las figuras musicales gallegas del momento. Y Jane Joyd, como cabría esperar, no defraudó en absoluto.
Jane Joyd
El Ayuntamiento de Vigo eligió la céntrica plaza para realizar un ciclo de conciertos denominado «Noites Temáticas». La primera cita la ocupó Elba Fernández, más conocida como Jane Joyd. Para la ocasión, creyeron que era buena idea disponer de varias sillas en frente del escenario, lo que ocasionó muchos problemas y solo una ventaja. Empecemos por lo bueno: todas estaban ocupadas a las 23.00 horas, cuando comenzó (puntualmente) el concierto. Sigamos con las malas: los curiosos ocupaban el 70 por ciento de las plazas y, al ver que quizás no era lo suyo, simplemente se levantaban y se iban con el paso de las canciones, lo cual no daba muy buena imagen; un concierto íntimo de este tipo necesita de atención por parte del público, y las terrazas anexas al escenario (a unos dos metros en algunos casos) restaban ese regustillo de lo cercano y «profundo» que debería haber dejado el concierto, y, para finalizar, quizás por el hecho de estar sentados, el «feedback» del que hablaba Elba no se desató en casi ningún momento. Porque ella, al menos, dio suficientes motivos para ello.
Y los dio desde el primer momento, cuando arrancó con The Cage, tema que abre su segundo EP, Shy Little Jane Presents: The Dramatic Tale of Her Animals. La fuerza vocal desatada en ese momento cautivó a todos y a cada uno de los espectadores, fueran o no curiosos. Acompañada en esta ocasión tan solo de su guitarra y de un enorme Xulio Vázquez, percusionista de la habitual banda de siete componentes, Jane Joyd fue enganchando su primer trabajo con el segundo. De esta forma pudimos disfrutar por igual de canciones como Heartless Horse (The Disappearing Act) o Try try try.
Elba, entre otros futuros grandes de la escena musical nacional
Canciones preciosas como Renard Came To My House, Stole My Smile And Left Forever (cuyo título, Elba, anunció simplificado) aportaban un aura oscuro a la plaza, sumado a la nocturnidad del momento, que hacía incluso que otros temas más directos y animados como Last Days siguieran la línea marcada por esa voz a veces dormida y a veces hiperactiva, junto con su amiga, la guitarra. Pero también hubo tiempo para las versiones. Una de ellas fue la de Hardly Wait, canción en la que PJ Harvey aportaba fuerza con una guitarra eléctrica y en la que Jane Joyd la sustituía por sus cuerdas vocales.
Otra de estas «covers», en realidad, no fue tal, puesto que se trataba más bien de una colaboración. Eso sí, si cabe, fue más interesante, puesto que esta era la sorpresa que había anunciado la artista a través de las redes sociales. Los miembros de Trampoline se subieron al escenario en un momento dado para tocar una gran From the Inside. Elba dejó la guitarra a un lado y disfrutó junto a David Tizón y Marcos Rivera cantando uno de los cinco temas perteneciente a su Fog E.P.. Y, la verdad, nos quedamos con ganas de escuchar algo más de este grupo formado a caballo entre Vigo y Bueu.
«Agora é cando nos baixamos do escenario, vós aplaudides pedindo outra canción e volvemos para tocalas», anunció, todo sonrisas, Elba, antes de tocar sus últimas dos canciones. Y ese último coletazo de energía y sentimiento fue para la genial The Nightmare, corte de su primer trabajo, del año 2010, que funcionó como elegante despedida a un público que, esta vez sí, aplaudió con mucho entusiasmo a una de las mayores promesas gallegas y nacionales del momento. Y no, no es para nada una exageración.
Xulio y Elba, en una de las últimas canciones
Casi una hora y media de concierto para alguien que agotó la primera tirada (esperamos una segunda, por supuesto) de su segundo trabajo, que tan buenas críticas ha recogido en todas las publicaciones. La última pieza, de hecho, se la llevó nada más y nada menos que Bon Iver, como bien explicó durante el espectáculo. ¡Ah! Y de paso, aquellos que la comparan con Russian Red, ya se pueden ir olvidando del tema. Son polos opuestos y ayer, Jane Joyd, lo demostró una vez más. Apostad por ella, porque es apostar por la calidad y el futuro.
Jane Joyd: Página oficial | Facebook | Twitter | Last.fm
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