Archivo de la categoría: Críticas

¿Os interesa leer nuestras reseñas sobre discos? En esta sección analizamos los álbumes que más nos interesan y damos nuestra opinión sobre ellos. Además, vosotros también podéis hacerlo y votar, que eso siempre gusta.

El Amor y las mayorías

Crítica: Tachenko – El amor y las mayorías (Limbo Starr, 2013)

Sergio Vinadé es un talento fuera de toda duda. Bendito día en el que fue expulsado de su primera banda, The Caracols. Gracias a ello encontró a Sergio Algora y formaron el legendario grupo El Niño Gusano. Lo que sucedió a partir de aquí lo sabemos todos: discos que son clásicos y un estilo único. Difícil encontrar a una banda que alcance tales cotas de calidad en la actualidad. Se terminaron disolviendo y cada uno siguió rumbos distintos. Algora formó La Costa Brava y Vinadé formó Tachenko junto a Sebas Puente, Ricardo Vicente, Miguel Yrureta y otro exmiembro de El Niño Gusano, Andrés Perruca. La formación sufrió varios cambios en los primeros años de actividad. Casi todos los componentes iniciales se marcharon, salvo Sebas Puente y Sergio Vinadé, dando entrada a Eduardo Baos y Alfonso Luna, bajista y batería respectivamente. La actual formación lleva rodando junta desde su segundo disco y, la verdad, se nota.

Tachenko

El bigote oficial del pop en español

Tachenko tiene una trayectoria amplia en la que han demostrado que son capaces de hacer excelentes canciones en cada disco. Han vuelto a confiar en el clásico sello Limbo Starr y con las escuchas te das cuenta que lo suyo es una relación profesional perfecta. No engañan a nadie con su estilo pop-rock, construido a base de buenas letras y melodías. Su quinto álbum, El amor y las mayorías, no supone una revolución, pero no es algo que les preocupe en exceso. Prefieren canciones buenas a discos trascendentes. Si algo fallaba en sus primeros trabajos era la falta de cohesión. Sin embargo, sus dos últimos trabajos demuestran que han alcanzado una madurez envidiable.

Campos de Marte abre el disco de forma dinámica, quizás no de forma espectacular, pero no hay por qué alarmarse. Aún queda mucho por analizar. Por ejemplo la siguiente canción, Suerte y relámpago, que nos devuelve las tendencias power-pop que ya reflejaron hace unos años en Esta vida pide otra. Una canción pegadiza que bien podría haber sido el single. A pesar de ello, se decantaron por la siguiente, Dame una pista. Sinceramente no se han equivocado, cuenta con el gancho necesario para llegar con pocas escuchas y eso siempre es una garantía.

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Se les suele asociar con un mundo de felicidad y piruletas cuando siempre se han caracterizado por letras con un trasfondo más oscuro. Sea como sea, es innegable que se han convertido en una máquina de hacer buenas canciones pop. Mi amor, las mayorías (deliciosa canción) nos recuerda a auténticos himnos de la banda como Amable, con los principios musicales de Tachenko funcionando a la perfección: estupendas armonías vocales, guitarras limpias tras la distorsión y letras muy por encima de la media pop nacional.

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Sorprende cómo han retratado la incomodidad de la situación actual en las nuevas composiciones del grupo. En Estados libres de la unión encontramos un claro ejemplo, aparte de una maravillosa canción. Hay otros ejemplos igual de destacados como Mundo Apache o Error, error, que incluso son más reivindicativas. Para que luego digan que lo que falla de la escena actual es que no hay ningún grupo que se moje políticamente. Pues tomad nota.

La parte final del disco no puede ser mejor. Tras una sucesión de temas más pausados, nos encontramos con Vendaval, una canción rockera y directa, que brilla con luz propia. Desafortunadamente, no todo puede ser perfecto y alguna canción como Levántate, o la que concluye el álbum, Ojo de halcón, suponen un paso en falso dentro de la calidad global del disco.

Lo más importante es que la dupla compositiva Sergio Vinadé y Sebas Puente vuelve a sorprender. Siempre se han mantenido al margen de modas y para ellos lo más importante siempre han sido las canciones. Ese es su secreto, y gracias a ello llevan tantos años en la música. Su anterior trabajo, Os reís porque sois jóvenes, era un gran trabajo de principio a fin y estaba convencido de que eso les auparía a la popularidad que sus discos demandan. Quizás con éste lo consigan.

Tachenko es una de las bandas más respetadas por público y crítica, algo que dice mucho a favor de ellos. Si siguen haciendo discos tan buenos, no voy a ser yo el que reclame un cambio. Mientras todo siga así, seguirán haciendo canciones igual de bonitas.

Nota de los usuarios:

[ratings]

El Amor y las mayorías

Tracklist:

1. Campos de marte 2:26
2. Suerte y relámpago 2:55
3. Dame una pista 4:12
4. Levántate 4:01
5. Mi amor, las mayorías 3:37
6. Genzor cabalga 2:33
7. Estados libres de la unión 3:24
8. Las cárceles 3:12
9. Mundo apache 4:05
10. Error, error 2:39
11. Vendaval 3:54
12. Ojo de halcón 3:59

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Sound City

Crítica: Sound City Players – Real To Reel (RCA Records, 2013)

Un gentío de músicos de diferentes décadas y estilos componen este increíble disco, banda sonora del reciente documental titulado Sound City surgido de una brillante idea más del tenaz Dave Grohl. Desde personajes como Josh Homme de Queens Of The Stone Age hasta el solista Rick Springfield pasando por Corey Taylor de Slipknot o la mítica vocalista de Fleetwood Mac, Stevie Nicks, participan en él. Dave ya formó en 2004 junto a otra serie de artistas la banda Probot, con la que estrenó un disco en clave de metal bajo el mismo nombre donde sacó de su puño y letra todos los elementos para conformarlo con un resultado muy satisfactorio. La propuesta esta vez es algo distinta, quizás más clásica y con músicos que aunque proceden de estilos algo más opuestos, por así decirlo, estructuran algo muy variopinto (y puede sonar contradictorio, pero sí, también clásico) que podría ser atribuído al rock los años setenta y ochenta con alguna excepción de la que os hablaré más adelante.

La noticia de que Paul McCartney iba a reunirse con los ex-miembros de Nirvana de la gira In Utero causó un revuelo del que ya hablamos bastante en su momento en un par de posts. Todo el mundo pensó en un tributo al exitoso grupo de los noventa, pero todo se quedó en una reunión de amigos que presentaban una canción nueva, Cut Me Some Slack. Al fin y al cabo no fue más que el anuncio de que el documental iba a contener un aliciente musical en formato disco con canciones totalmente nuevas. Los apodados Sound City Players, componentes de formaciones que grabaron discos en los míticos estudios de Los Ángeles ya extinto tenían preparado algo muy grande para mostrarnos este 2013. Como único apunte (personal), decir que se echó de menos la participación de músicos los Red Hot Chili Peppers, Metallica, Tom Petty o Neil Young, pero aún teniendo en cuenta estas ausencias, el trabajo ha sido todo un agrado.

Dave Grohl & Butch Vig

Dave ha contado de nuevo con la ayuda de Butch Vig, o al menos con su cabeza decapitada

Lo más sencilo que podría hacer en estos momentos sería alabar a Dave Grohl y tirar para casa, pero es mejor tratar de exponer las razones por las que alabo a este señor a través de una crítica de algo que, en su mayoría, es fruto de su talento. Si se quiere ser «fanboy» de alguien hay que serlo con cabeza. No son muchos los músicos profesionales que juntan «de un día para otro» a una lista de artistas de varias décadas y estilos diferentes que la única relación que guardan es, prácticamente, la pasión por crear e interpretar sus obras (obviamos que miembros de Foo Fighters y gente como Josh Homme sí guardan relación con Dave en otro tipo de proyectos) además de haber grabado algún álbum en algún momento de su vida en los Sound City Studios y más concretamente en la consola análogica Neve 8028, la cual fue adquirida por Dave en 2011 y en la que también se grabó este disco.

La frase «Sound City, that’s it man!» seguida de un riff rockandrollero y garage proclaman el comienzo del gran trabajo que es Real to Reel. Robert Levon de los Black Motorcycle Club, quizás el más joven de todos los músicos participantes del LP, tiene el honor de lanzar el cohete de despegue con el tema Heaven and All. El subidón que proporciona escuchar una pieza de rock tan bien ejecutada ya anima a continuar con la escucha de semejante obra de arte; y es que la banda sonora del documental Sound City contiene once canciones dignas a prestar oído mientras bebes una cerveza y escuchas ese «rasgueo» característico de tu reproductor de vinilos antiguo.

La voz susurrante de Dave Grohl se bate como si de un duelo pacífico se tratase con las palabras de Chris Goss, cabezilla de Masters of Reality y destacable precursor del sonido desértico de Palm Desert, en Time Slowing Down. Lo que hace característico a este tema además de esa fusión de voces, son los estribillos a los que se acude en innumerables ocasiones. En este caso podemos decir que no sobran ni se hacen pesados. No es esta la mejor composición del disco, pero tampoco es despreciable. No tengo nada destacable que mencionar sobre ella quitando lo dicho. Esto no es algo negativo ni debería quitar ningún mérito, pero simplemente no me transmite nada nuevo que se deba recalcar como oyente.

Stevie Nicks & Dave Grohl

Llegar a You Can’t Fix This es como alcanzar el Nirvana (nunca mejor dicho) sin quererlo. Aquella rubia llamada Stevie Nicks que hizo enamorar a nuestros padres en los setenta poniendo voz a los Fleetwood Mac vuelve del pasado para enamorarnos a nosotros, los hijos de aquellos padres rockeros que se pasaban noche y día escuchando vinilos de Supertramp, Alans Parsons, Neil Young y los Dire Straits. You Can’t Fix This es quizás la mejor canción de esta grabación para mí. Su riff principal y esa batería grave y sencilla acompañada por la voz de esta musa setentera hiptonizan desde la primera escucha. Casi seis minutos estructuran esta pegadiza y brillante semibalada digna de premio.

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Rick Springfield es uno de esos músicos que pasa desapercibido hasta que un día aparece de la nada, y ¡PUM! El padre del hit ochentero Jessie’s Girl resurge de sus cenizas con The Man That Never Was acompañado de todos los miembros de Foo Fighters (excepto Chris Shiflett) como respaldo. Ya quisiera este señor crear en su momento algo similar a lo que ha hecho en esta ocasión, seguramente hubiera triunfado con este «sonido Foo» tan presente. Es inevitable no pegarle un repaso a esta pieza y quedar satisfecho, pero nada más que satisfecho, y PUNTO. La pegada que Dave Grohl ha dejado aquí no es tan digna de admirar, ya que si nos despistamos podemos escuchar al ex-batería de Nirvana chirriando en nuestra cabeza hasta en las partes vocales. Desde mi punto de vista ha echado mano de un sonido demasiado típico y no muy atrevido. No llega a la genialidad ni originalidad en este caso, pero como trabajo común es muy disfrutable.

«ONETWOTHREEFOUR, ONETWOTHREEFOUR!» ¡Apartad vuestras mentalidades punk falsas del camino y emborrachémonos! Lee Ving nos quiere recordar que los Ramones siguen vivos en nuestros corazones a pesar de que se hayan convertido en una moda adolescente desde ya hace unos años. El que fuera frontman de los Fear (que podrían haberse llamado fácilmente Beer por el uso exacerbado que dieron al vocablo referente al oro líquido en sus letras y discos) quiere robarnos a nuestras mujeres e irse al bar más cercano a ponerse hasta las cejas de alcohol, montar pelea y posteriormente tener una noche de sexo desenfrenado (aquí, tirando de estereotipos). Your Wife Is Calling es un auténtico pepinazo de hardcore punk, directo, repetitivo y duro. ¿No os recuerda su melodía al sonido de una mosca remolona de esas que se posa en tu cabeza continuamente tratando de incordiar? ¡Pues eso! Si vuestra alma se quiere dejar llevar por lo que podría ser un magnífico himno punk, adelante con ello.

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Como no se vive solamente de clásicos, nunca está de más tirar de un sonido más actual y distinto para no caer en la monotonía y perder el enganche (en este caso, ojo). Corey Taylor entró en 1999 en Slipknot, año en el que vieron el éxito con su disco homónimo que caló bien hondo a la juventud de la época con ese estilo que cabalgaba entre el death metal, rap y hardcore. Corey no compartía su talento exclusivamente a través de Slipknot sino que también se escondía, esta vez sin máscara, tras el proyecto Stone Sour (previo a Slipknot), en el que trabajó (y trabaja todavía) con un tono más melódico y sentimental.

El joven Taylor de hace años probablemente ni se esperaba que casi quince años después de su triunfo musical grabaría con uno de los ex-miembros de Nirvana, grupo clave en su adolescencia. Tras recibir una llamada de Dave Grohl que le dejó con la boca abierta según declaró en varias entrevistas y tras aceptar el trato, se dirigió a los estudios Sound City para ponerse manos a la obra con la ayuda del propio Grohl, Rick Nielsen de Cheap Trick (ese hombre que toca guitarras de cinco mástiles y vive bajo una gorra desde hace más de treinta años) y Scott Reeder (Kyuss). De esta unión de lo más variopinta salió From Can to Can’t, que cuenta con una base melódica que estalla de vez en cuando a través de riffs propios del heavy metal. Musicalidad en la línea de Stone Sour pero más dura por momentos, con momentos intensos e interesantes. Estamos ante un fragmento más que hace de este puzzle musical una genialidad con la que disfrutar sin importar tu edad ni preferencia musical.

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From Can to Can’t

Gracias a Josh Homme, Chris Goss, Alain Johannes y el más que nombrado Dave Grohl nos adentramos en el primer corte semiacústico de la grabación, Centipede. Es un tema pausado en un principio que cuenta con arreglos de percusión de fondo que se esconden tímidamente entre la voz de Homme. Tras unos tres minutos de relativa tranquilidad, las melodías explotan gracias a la suma del combo guitarra eléctrica-batería-bajo, eso sí, siempre con el riff inicial de fondo sosteniendo la melodía.

Sound City Nueva York

Los calvitos siempre caen bien

En todos los discos que participó Alain Johannes, que no han sido pocos, siempre se echó en falta su protagonismo. En Them Crooked Vultures y en gran parte de sus proyectos «desérticos» prácticamente no fue ni reconocido, al menos en la medida que se merece. En A Trick with No Sleeve por fin podemos escucharlo cantar sin ningún estorbo de por medio. Tiene una buena voz y una gran capacidad compositiva, pero nada del otro mundo. Su canción es entretenida, y no resulta ningún coñazo. Hay ciertos elementos que podrían encuadrarse dentro del pop-rock en su voz, pero en conjunto estamos ante otra canción de rock de esta casi redonda banda sonora.

Cut Me Some Slack fue lanzada ya días antes de que comenzara el año 2013 y ya se pudo escuchar en vivo a través del streaming del festival benéfico a favor de las víctimas del huracán Sandy del pasado doce de diciembre. Aunque se hubiera especulado sobre su sonido antes del estreno y gente como Krist Novoselic haya comentado que estaba situada entre Scentless Apprentice y Helter Skelter, yo no veo prácticamente ningún elemento que apoye esta teoría. Sí es una canción bastante dura, que roza el hard rock y si cabe el heavy metal, además hay partes corales y rasgeos en la voz de Paul McCartney que recuerdan ciertamente a ese tema tan duro e inesperado de aquellos aperentemente delicados niñitos que eran Beatles (o eso es lo que alguna gente creía y todavía cree), pero nada más. El sonido que se logra es muy interesante y no es demasiado habitual en la música, tiene gancho y es innovador. Se pueden escuchar también elementos desde blueseros, con ese solo condimentado con slide hasta, como dije antes, hardrockeros y heavymetaleros. No es porque yo sea un gran fan de Nirvana desde hace años, pero realmente esta colaboración es llamativa y cuenta con un ambiente ruidoso muy singular cuando llega casi a su recta final.

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Cut Me Some Slack

El cántico meláncolico y acústico por excelencia de este LP viene de manos de, cómo no, Dave Grohl. El «muy señor nuestro» canta y pone voz a If I Were Me con un resultado sobresaliente que se une a la lista de temazos para casi dar por concluído el disco. Participan aquí también Jessy Greene, violinista que giró ya con Foo Fighters en su momento, y el batería Jim Keltner, que ha participado con tantos grupos durante sus cincuenta años de carrera que podría pasarme todo el santo día diciendo nombres. Una auténtica joya.

Dave Grohl, Josh Homme & Trent Reznor

No hay mantras, pero sí alfombras

Cerramos este Real to Reel con Mantra, la excepción musical del álbum en cuanto a estilo y la canción más zen, espiritual y diferente. Se nota aquí la figura de Trent Reznor y el espíritu de Nine Inch Nails vagando por la sala en la que se grabó la canción a leguas. Algún que otro arreglillo electrónico y una atmósfera de otro mundo, como es propio en las creaciones de este músico y más rock todavía conforman este viaje sagrado por parajes desconocidos. Como es ya sabido por todo fan de Trent y sus proyectos, éste es un hacha en los teclados y la tecnología aplicada a la música, y aquí nos lo vuelve a demostrar. Una gran forma de clausurar estos cincuenta y seis minutos de música rock en un montón de variantes.

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Mantra

Si por mí fuese plantaría un diez al disco y me iría tan pancho, pero he echado de menos la participación de Neil Young, Tom Petty o de miembros de Metallica o Red Hot Chili Peppers como ya he dicho al comienzo. Además, no estaría de más añadir algún corte más duro y metálico para cambiar un poco de tercio el estilo y dar cabida a más cosas. Ya sé que los Sound City Studios se basaron en música rock sin más hasta bien entrados los ochenta, pero no hay que olvidar que allí también grabaron Rage Against The Machine, Mastodon, Slipknot, Tool y Wolfmother más recientemente. Con ese aliciente musical se podría haber recalcado un momento distinto en la vida de aquellos estudios musicales, por lo tanto, al no tener en cuenta este elemento también fundamental, es casi necesario restar algún punto. Quince canciones, por ejemplo, podrían haber cerrado un círculo con estilos más variados que estructurarían todo con un espectro más amplio. Pero eso, que no se puede tener de todo y como conjunto yo creo que un ocho con cinco es una nota más que decente para un documento muy valioso y entretenido para el oído humano. ¡Corred a escucharlo, amantes del rock!

¿Conclusión? Dave Grohl es uno de los músicos más grandes que ha parido la música rock de los últimos veinte años. Seas fan de él o no es imposible no reconocer su legado musical y su aportación en la tira de proyectos de géneros muy diferentes. Bravo por él una vez más.

Nota de los usuarios:

[ratings]

Sound City

Tracklist:

1. Heaven and All (Dave Grohl, Peter Hayes, y Robert Levon Been)
2. Time Slowing Down (Brad Wilk, Chris Goss, Grohl, y Tim Commerford)
3. You Can’t Fix This (Grohl, Rami Jaffee, Stevie Nicks, y Taylor Hawkins)
4. The Man That Never Was (Grohl, Nate Mendel, Pat Smear, Rick Springfield y Taylor)
5. Your Wife Is Calling (Alain Johannes, Grohl, Lee Ving, Pat Smear, y Taylor Hawkins)
6. From Can to Can’t (Corey Taylor, Grohl, Rick Nielsen, y Scott Reeder)
7. Centipede (Alain Johannes, Chris Goss, Grohl, y Josh Homme)
8. A Trick With No Sleeve (Alain Johannes, Chris Goss, Grohl, y Josh Homme)
9. Cut Me Some Slack (Paul McCartney, Grohl, Krist Novoselic, y Pat Smear)
10. If I Were Me (Grohl, Jessy Greene, Jim Keltner, y Rami Jaffee)
11. Mantra (Grohl, Josh Homme, y Trent Reznor)

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The Eels Wonderful, Glorious

Crítica: The Eels – Wonderful, Glorious (Vagrant Records, 2013)

Muchos esperaban lo que por fin tenemos en nuestras manos. El señor Mark Oliver Everett dejó atrás la trilogía Hombre Lobo, End Times y Tomorrow Morning (tres álbumes sacados entre 2009 y 2010) y decidió concentrar su trabajo en un solo disco. Por eso, las ganas de escuchar lo nuevo de The Eels, Wonderful, Glorious, eran enormes por parte de los fans de este hombre polifacético que no ha parado en todos estos años. Un documental sobre su padre (Pararell Worlds, Parallel Lives), su autobiografía (Cosas que los nietos deberían saber), y las muchas canciones en pocos años quedaron atrás. Ahora, trece cortes nos muestran lo nuevo de este hijo de un físico famoso que no se separa de sus gafas de sol y que no se afeita ni a tiros. Pero, ¿cumple con las expectativas o se queda a medio camino?

The Eels

Lo primero que llega a nuestros oídos una vez le damos al botón de «play» es Bombs Away, un tema atractivo y con un marcado estilo del señor E. Junto a esta, entra más movida Kinda Fuzzy. Con una base que parece creada por y para Public Enemy, la canción cuenta con una guitarra que invita a anadear la cabeza. ¿Qué ocurre después de venirnos arriba? Llega la lenta Accident Prone, un tipo de corte que se repite en el álbum en otras ocasiones, superiores a esta como en el caso de la preciosa True Original, que aparece como noveno tema:

True Original by EELS on Grooveshark

La que fue elegida como primera canción de adelanto, Peach Blossom, es probablemente la mejor de las que presenta Everett en esta ocasión. Con una potente batería de fondo, el riff entra y no sale jamás de tu cabeza. Si a ello le sumas un videoclip divertido (y con, por qué no decirlo, una chica muy guapiña), tienes el éxito asegurado.

On The Ropes y The Turnaround mantienen la calidad de la primera mitad del disco. Mención especial para la que ocupa el número seis: otra baladita que se mete entre las grandes canciones del disco. ¿Cómo comienza la segunda parte del álbum? Con New Alphabet, otro tema con un riff pegadizo, potente base y genial videoclip; y con Stick Together, bailable por definición.

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Bien es cierto que el final no es tan bueno como lo escuchado con anterioridad. Ejemplos de ello son I Am Building A Shrine y You’re My Friend, que no llegan a entrar de la misma forma que lo hacen otros temas, que dejan algo de poso y que a lo mejor necesitan de una o dos escuchas más para que acaben gustando al oyente. Algo así ocurre con los dos temas que faltan por comentar. Open My Present se presenta desde su comienzo como «juguetona» y divertida y, aunque quizás parece algo monótona por ese punteo inicial, la canción toma otro cariz según pasan los minutos. Cierra el disco el corte que le da nombre, Wonderful, Glorious, que también está a la altura aunque sin llegar a destacar.

En líneas generales, y quizás como experiencia propia, puede que este LP necesite de alguna que otra escucha más para poder definirlo en su conjunto como un buen disco. Eso sí, cuando uno se da cuenta del buen hacer que esconden las trece canciones casi da pena tener que esperar tanto para poder escuchar algo nuevo de E. Quizás nos había malacostumbrado con esta trilogía en tan poco tiempo, pese a que no estuviesen a la altura deseada. Pero, de igual forma, bendita cabeza la de este hombre. Y que siga así.

Nota de los usuarios:

[ratings]

The Eels Wonderful, Glorious

Tracklist:

01. Bombs Away
02. Kinda Fuzzy
03. Accident Prone
04. Peach Blossom
05. On The Ropes
06. The Turnaround
07. New Alphabet
08. Stick Together
09. True Original
10. Open My Present
11. You’re My Friend
12. I Am Building A Shrine
13. Wonderful, Glorious

Deluxe edition bonus disc:
01. Hold on to your hat
02. Your mama warned you
03. I’m your brave little soldier
04. There’s something strange
05. Happy hour (we’re gonna rock)
06. That’s not really funny (live 2011)
07. In my dreams (live 2010)
08. Prizefighter (live 2010)
09. Looking up (live 2011)
10. What I have to offer (live at KEXP)
11. I like the way this is going (live at KEXP)
12. 12 spectacular girl (live at KEXP)
13. Summer in the city (live at KEXP)

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Crítica: Lendrone – UNO (Matapadre, 2013)

Comandados espiritualmente por el ex-político y presidente del Deportivo de La Coruña Lendoiro, los coruñeses Lendrone lanzan a través de la discográfica Matapadre (Unicornibot, Telephone Rouges, Disco las palmeras!) su primer LP Uno. Oficialmente verá la luz mañana lunes 18 y es su segundo trabajo tras un EP (I) que contenía unos cuantos temas sueltos que han sido nuevamente incorporados en este largo con algún que otro perfeccionamiento (también subido a Bandcamp en su momento).

Los tres «coruños» traen consigo once canciones llenas de experimentación, sintetizadores y rock instrumental que roza el math por momentos. Psicodelia electrónica y guitarrera para nuestros queridos oídos; fresca, innovadora e influenciada en una proporción importante por el movimiento kraut alemán de los años setenta (Amon Düül, Popol Vuh, Neu…).

Lendrone

Son buenos, se pueden permitir otear el horizonte con indiferencia (foto de Gustavo Rivas)

El ácido viaje de cuarenta y cuatro minutos despega con Trollatünga, con un ritmo repetitivo acolchado en un riff de guitarra que se te clava en lo más profundo del cerebro y que revienta en los últimos segundos proporcionando un caos absoluto. Con un punto de vista algo distinto aparece Velocirrápidor, el segundo tema y uno de los más bailongos de UNO. Sus iniciales melodías celestiales se funden de una forma asombrosa con el sonido de los sintetizadores y esta vez con el apoyo del bajo en vez de la guitarra, que solamente aparece en la recta final para apuñalar súbitamente los compases in crescendo que revientan y llegan a un punto de ralentizamiento-slow motion musical con el que terminan.

Con Canyonero seguimos manteniendo esa base ya totalmente asentada del bajo que nos advierte que viene para quedarse y que es innamovible. La «guitarra de cuatro cuerdas» es un elemento tan imprescidible en este disco como el respirar para un ser humano, sin él la cosa cambiaría bastante. ¡Para que digan luego que el bajo no sirve de nada!

Desde la otra punta de lo experimental La mécanique moderne o Misa en Detroit cobran una consideración importante gracias a ese corte ambiental y electrónico, tranquilito y casi enfermizo que se traen y que podrían servir de nana para los habitantes de Marte. En el otro polo, Electromontrove o Non tal! dan la vuelta de tuerca a todo y nos obligan a mover la cabeza mientras buscamos con saña el disquete del Space Invaders perdido por casa.

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A veces Lendrone nos incitan a bailar como si ellos fueran los Animal Collective de la ciudad herculina pero con un rollete mucho más oscuro y sin enfoques pop (yo por lo menos no los he encontrado). Y de ahí sacamos otra característica: la oscuridad e intriga que provocan sus extrañas piezas musicales. Mikromaschine o Methavolante podrían ser un buen ejemplo para poner en cuanto a oscuridad y tetricidad psicodélica. Quizás ese «drone» contenido en su nombre no ande muy lejos de lo que hacen al fin y al cabo. No te vas a acojonar con lo suyo (ni vas a tener que utilizar tapones por el ruído como pasaría con Sunn O)))), pero probablemente experimentes sensaciones extrañas que no sabías ni que existían, como suele pasar con muchas formaciones de ese género tan poco arraigado en la actualidad.

No he hablado de Don Balón ni de Marcha solar, pero no lo veo demasiado necesario llegados a este punto. He intentado aúnar las características generales del disco desde un enfoque personal y tratando de captar lo que a mí me ha producido escucharlo. ¿Que si lo recomiendo? Pues sí. Pero ojo, como punto negativo y siendo más que sincero, no os aconsejaría abusar de su música a no ser que os guste un montón, ya que estilos como el que practican Lendrone son difíciles de asimilar si abusamos.

Lendrone

No resulta sencillo hacer una crítica precisa de su música, y más siendo instrumental y tan compleja. Podríamos decir que estos tres músicos saben jugar con nuestras cabezas como esa aplicación informática llamada I-Doser, que induce al oyente a «drogarse psicológicamente». Ellos también tratan de ofrecernos droga a través de su música, y como toda droga, a cada uno le proporciona diferentes efectos en su cuerpo. Os recomendamos por tanto, solamente en este caso, que probéis las drogas, siempre que éstas se inyecten en vuestros canales auditivos.

Como último apunte decir que si tocan en vuestra ciudad deberíais correr a comprar las entradas para verlos, es todo un espectáculo y no tiene nada que ver con escucharlos desde tu reproductor de música, la fuerza que desprenden es brutal y sus precios son más que asequibles para la maestría que derrochan.

Deseamos mucha suerte desde aquí (y no hablo por mi propia cuenta) tanto a Lendrone como a la discográfica Matapadre, que está haciendo un trabajo sobresaliente para que todos podamos disfrutar de grandes artistas que realmente derrochan talento. Agradecemos también que se haya compartido con nosotros el disco para su escucha antes de su lanzamiento. ¡Abrazos!

Nota de los usuarios:

[ratings]

UNO

Portada diseñada por la artista plástica Annita Rivera

Tracklist:

1. Trollatünga
2. Velocirrápidor
3. Canyonero
4. Marcha solar
5. Don Balón
6. La mécanique moderne
7. Misa en Detroit
8. Electromontrove
9. Mikromaschine
10. Methavolante
11. Non tal!

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Conventional Weapons - My Chemical Romance

Crítica: My Chemical Romance – Conventional Weapons (Reprise Records, 2012-2013)

Cinco meses han pasado desde que Frank Iero, guitarrista de My Chemical Romance, anunciara a través de la web de la banda que iban a lanzar diez sencillos en cinco meses. El tiempo ha pasado y al fin hemos podido escuchar todos los temas. ¿Qué nos faltaba? Ponernos a criticar, por supuesto. Que es gratis y generalmente divertido.

My Chemical Romance

Podrán pasar los años, pero siguen pareciendo una pandilla a la que cualquiera atracaría en un callejón

Tras la publicación de estos sencillos, mi relación con My Chemical Romance se ha vuelto más tirante que nunca. Sigo a los chicos de Nueva Jersey desde hace mucho tiempo y me da la sensación de que llevo años defendiendo lo indefendible. Lo peor es que cada día se me hace más patente. Está claro que tienen algunas buenas canciones, como todos. Pero ha llegado el momento de decidir si queremos ir por el camino del rock o si vamos a seguir intentando impresionar o convertirse en unas jovencitas sensibles que necesitan expresar sus sentimientos de una forma desgarradora. ¿Conseguirán volver a lo que nos pretendían vender en sus inicios? Esperemos que lo sigan intentando y recuperen algo de su esencia.

A la hora de revisar todos los temas de Conventional Weapons, hay que tener en cuenta que se tratan de los descartes que finalmente no se usaron en Danger Days, su cuarto trabajo de estudio. ¿Deberían haber incluido algunas de las canciones y haberse cargado otras? Eso es cuestión de opiniones. Lo que está claro, es que para su último álbum apostaron por subir las ventas y mejorar su imagen antes que por su propia música. Con el lanzamiento de estas canciones, han seguido por el mismo camino. ¿Diez sencillos en cinco meses?, ¿en vinilo? En esta ocasión les ha salido estupendamente y las cajas geniales con todos los discos de colores se han agotado. Me encantaría saber cuántos de sus fans han escuchado los vinilos (algunos por edad no sabrán ni lo que es un tocadiscos). Con esta duda, me dispongo a revisarlos.

Conventional Weapons Number One

Conocimos Conventional Weapons de una forma un tanto extraña, con una foto «mal publicada» en la sección de la tienda de su web. Tras los rumores y filtraciones de rigor, vino un comunicado oficial en el que el guitarrista Frank Iero nos explicaba que había llegado el momento de que estas canciones vieran la luz, aunque con anterioridad pensaban que serían los temas que publicarían cuando se separarasen. Había el llegado el moemnto de compartirlas. ¿O este no será el disco que verá la luz cuando se vayan a separar? Pero a lo que vamos. Después del estrés propio de estos casos en las redes sociales, el 30 de octubre se publicó la primera parte. El primer tema que pudimos escuchar fue Boy Division, uno de mis favoritos de estos diez.

La gran melodía y la fuerza de las guitarras que van marcando el ritmo me engancharon desde el principio. Con esta canción lo primero que pensé fue que no entendía que fuera un descarte después de haber tenido que sufrir con algunos de los bodrios temas más lentos que se publicaron en Danger Days. Temas como este son los que deberían sentar la base de sus próximos trabajos, al menos si quieren conseguir esa evolución que grupos como este sufren para conseguir llegar a ser algo más que unos niños bonitos sin ningún fundamento.

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Boy Division

Como Cara B de este primer lanzamiento pudimos escuchar Tomorrow’s Money. Más rock, más fuerza y más Gerard Way gritón. Un registro vocal que se echa de menos en sus últimos trabajos. Y es que oírle desgañitarse como en sus primeras épocas nunca está de más. Al fin y al cabo, esto precisamente fue lo que les llevaría a la fama y a lo que nos gusta que vuelvan.

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Tomorrow’s Money

Conventional Weapons Number Two

La segunda entrega llegó el 23 de noviembre. En esta ocasión los temas eran mucho más flojos que los anteriores. Ambulance, el primero de ellos, podía ser una versión más calmada del Save Yourself, I’ll Hold Them Back. Un «yo te salvaré y te llevaré a casa». Un tema más melódico que se parece demasiado a cualquiera de los que finalmente se publicaron en Danger Days. Coros, melodía sencilla y estribillo repetitivo. Bastante decepcionante, la verdad. Y para más decepción, su cara B, Gun, es un poco más de lo mismo. Estos son dos de los temas que se podía haber quedado tranquilamente en el olvido. Pero seremos buenos, hay que recordar que no los usaron. Simplemente decidieron venderlos con posterioridad.

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Ambulance

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Gun

Conventional Weapons Number Three

La verdad, es que después de los anteriores, comencé a dejar de prestar atención al lanzamiento de los temas y pasaron a ser un poco ruido de fondo en las noticias musicales a las que permanecer atento. Esto se acentuó tras escuchar los dos siguientes temas que se publicaron en diciembre. The World is Ugly es una de las canciones que se pudieron escuchar en algunos de sus directos antes de publicar Danger Days. Una prueba de lo que estaban gestando. Otra balada edulcorada más en la que el vocalista puede expresar sus angustias contra algo o alguien. Una vez más, la fórmula fácil en la que a la letra le falta profundidad. Aquí también se habla de fantasmas, pero no le hace ni sombra a The Ghost of You.

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The World is Ugly

Con The Light Behind Your Eyes, me vino la revelación. Me borro de ser fan. Recordé que en una ocasión el señor Frank había dicho a sus seguidores australianos a través de Twitter que no eran los New Kids on the Block. Hasta en este momento nunca se me habían parecido tanto a una formación masculina que lucha en busca de una coreografía que exhibir. Ya habíamos escuchados baladas (y muchas) de MCR. Pero al menos tenían mejor lírica, como es el caso de Cancer. En esta ocasión me pareció un ejemplo de lo que no se debe hacer si se quieren seguir considerando un grupo de rock. Quizá mi mente me jugó una mala pasada. Juzgad vosotros mismos.

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The Light Behind Your Eyes

Conventional Weapons Number Four

Con el nuevo año, llegaron dos nuevos temas. El 8 de enero podíamos escuchar la versión de estudio de Kiss the Ring, otro de los temas ya conocidos por sus fans al haber sido presentado en algún concierto. Esta vieja conocida, de nuevo me gustó por volver a traer un poco de ese sonido que tanto estaba echando de menos en My Chemical Romance. Los efectos electrónicos que hicieron su aparición en Danger Days les hicieron perder parte de esa garra que se veía en Three Cheers o en Bullets.

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Kiss the Ring

Make Room!!!! volvía a convertirse en uno de esos temas que deberían haber usado sin miramientos para su cuarto trabajo. La canción presenta una frescura que les está faltando en los últimos años. Además, esa guitarra que va marcando el ritmo es de las mejores que se escuchan. Con ella es inevitable pensar que nos encontramos con el germen de NaNaNa o al menos de una de las partes de esta canción. Entre sus líneas aparece la cita «Everybody wants to change the world. But no one, no one wants to die» que estaría integra en el primer sencillo de Danger Days que se convirtió en un éxito, pero que quizá, debería haberse quedado como estaba.

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Make Room!!!!

Conventional Weapons Number Five

Para acabar, febrero ha sido el mes de más de lo mismo. Nos faltaban Surrender the Night y Burn Bright, dos canciones que en cualquier disco hubieran pasado completamente desapercibidas y que posiblemente lo harán después de este lanzamiento. Por la proliferación de temas de este tipo, más melódicos no podemos hacer mucho caso a las declaraciones de Gerard Way, vocalista de la formación, cuando decía que el próximo trabajo de la banda (en el que dicen que están trabajando) sería más rápido y oscuro. Mucho tendrían que cambiar las cosas. Pero seguiremos manteniendo la esperanza de que así sea.

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Surrender the Night

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Burn Bright

Su cuarto trabajo nos trajo rayos láser, disfraces, un concepto (salvar el futuro) gastado y menos teatralidad que The Black Parade. Lo mismo que vemos en estos sencillos: más naturalidad por parte de una banda que se ha acomodado en una peligrosa zona, la de los chicos roqueros pero sensibles. En resumen diré que hay al menos cuatro canciones que merecen la pena, que un disco de caras b hubiera sido más simple, económico (al menos para los fans) y así la decepción habría llegado de una sola tacada, y también que ni Danger Days era un buen disco, ni estas canciones lo son. Pero me quedaré con la parte positiva: he visto algunas reminiscencias de los primeros años que me han gustado. Mantendré la esperanza y ya juzgaré cuando su publiquen su próximo disco. Conociendo sus antecedentes, todavía nos tocará esperar.

Nota de los usuarios:

[ratings]

Conventional Weapons - My Chemical Romance

Tracklist:

Number One
1. «Boy Division» 2:55
2. «Tomorrow’s Money» 3:16

Number Two
3. «Ambulance» 3:52
4. «Gun.» 3:39

Number Three
5. «The World Is Ugly» 4:54
6. «The Light Behind Your Eyes» 5:12

Number Four
7. «Kiss the Ring» 3:09
8. «Make Room!!!!» 3:42

Number Five
9. «Surrender the Night» 3:27
10. «Burn Bright» 4:17

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