Hace poco más de una semana encontré carteles por la ciudad condal donde se ofrecía un concierto de Sidonie y La Habitación Roja patrocinado por Jack Daniel’s en lo que sería el Jack Daniel’s Tennesse Tour. Allá por abril también se realizó otro concierto gracias a la misma marca, pero esa vez fue en Madrid. Lo único que había que hacer era darle al like de Facebook y podrías entrar de gratis. Buenos grupos españoles y gratis: No había duda, había que ir. ¿Quién se puede resistir a ello? Hice los arreglos de Facebook en un flis y esperé pacientemente a que llegase el día.
Porque los eventos patrocinados por cervezas son demasiado mainstream
Después de esperar un rato y ver cómo los VIP entran media hora antes, allá enseño el DNI y una chica me ve en la lista y pasamos, donde lo primero que nos dan son papelitos canjeables por cosas gratis, a saber: chupito, copa, maicitos, camiseta y pulserita interactiva (¿ya he dicho que todo era gratis?). Allá disfruto de mis obsequios y poco menos de una hora después de entrar, da comienzo el concierto, a lo que me acerqué sin correr y pude estar holgadamente en el centro y a cinco metros del escenario… esto tenía buena pinta. Ya se dejaba ver que por el recinto (un edificio semicilíndrico llamado Barrel House), que la acústica no sería envidiable, y así fue, dejó mucho que desear. Apenas pude distinguir la letra en el 40% de las canciones, pero eso sí, mis oídos oían perfectamente los golpes de la batería y los suaves toques del bajo.
Juntos y revueltos
Aparecen todos los integrantes de La Habitación Roja y Sidonie delante de una pantalla que proyectaba imágenes de la gira que habían tenido por Nashville (Estados Unidos). En el escenario pude contar nueve en total. Da comienzo la primera canción después de saludar al público brindando con sus copas a nuestra salud. Para mi sorpresa era un cover de David Bowie y su genial Heroes. Lo ejecutaron a la perfección con dos baterías, un sinfín de guitarras y bajos y percusionistas improvisados. Una maravilla la felicidad con la que tocaron tal himno.
Después de este deleite inesperado y de un beso muy improvisado y repentino entre ambos cantantes, los integrantes de Sidonie abandonan el palco para dejar paso al concierto en solitario de La Habitación Roja. Comienza su andadura con El resplandor, primer corte de su gran disco Fue Eléctrico y ya empiezan las primeras voces a corear la letra del fantástico single. Eran los primeros minutos y el alcohol del patrocinador no pudo hacer el suficiente efecto en tan poco tiempo como para disminuir la vocalización del público. Antes de terminar el tema, ya se escuchaban los cuatro toques de las baquetas que marcaban el inicio de Siberia, temazo entre otros de la banda valenciana que me deja un sabor de boca similar al que sólo el chocolate me puede dejar. Después de Van a por nosotros y la tranquila Por ti, aparece en el setlist un temazo histórico ya. Se trata de Love Will Tear Us Apart, para lo que Jorge Martí canta al cielo que no se ve mientras la piel de una servidora se convertía en piel de gallina. Ciertamente su voz oscura y grave encajaba con la de Ian Curtis en la versión original. No se puede comparar, obviamente, pero se disfrutó con ganas.
Con más equilibrio que miedo
Uno de los raros fenómenos de ir a un concierto es que tus canciones favoritas en directo, duran menos de lo normal. Así me pasó con Indestructibles, antes de que me diese cuenta, la banda ya había cambiado al siguiente corte sin dilación. Pero pude disfrutarlo con altas dosis de felicidad y movimientos de cabeza. El eje del mal fue la siguiente y a pesar de sus potentes toques de guitarra, me fue imposible no echar de menos la frescura de la canción anterior. Voy a hacerte recordar sonó inmediatamente después y los “woo oh” sonaron en todo el recinto, previo a un “gràcies” muy escueto pero que decía mucho. Más tarde llegó Ayer que a ratos me recuerda a Hot Patootie-Bless My Soul de Meat Loaf, llamadme loca si queréis. Se disfrutó tanto como el resto del repertorio. Fue ahí cuando la fantástica guitarra de Jorge Martí cayó al suelo alegando que estaba todo ensayado. Sí, claro.
A continuación llegó el momento de otro cover, esta vez de The Smiths y su There Is A Light That Never Goes Out, canción muy amable con el oído ajeno. Ahí los nostálgicos del local (entre los que me incluyo) cantaron a viva voz su ya mítico “to die by your side is such a heavenly way to die”. Pero ya iba siendo hora de terminar para La Habitación Roja después de casi una hora en el escenario, así que Sidonie subieron de nuevo a rematar su faena en conjunto. La segunda oportunidad fue la escogida como tema puente entre ambos espectáculos. Tuvo un buen ritmo marcado y como en la primera canción del repertorio, los músicos se distribuían por el escenario como podían, acaparando los instrumentos que más dominasen. Fue al final de la canción cuando Jorge Martí previamente subido al bombo de la batería, se tiró sobre el pobre ocupante de la misma, Jorge Marco. No hay que lamentar víctimas.
Los bajistas y sus posturas (Parte I)
Descanso para ordenar los aparejos del escenario y dejarlos al gusto de los siguientes en la lista. Fueron momentos ideales para recorrer las distintas zonas del lugar, entre las que se podía firmar un gran telar, pregonar por Facebook lo bien que se estaba allí o simplemente ir al lavabo, que se encontraba en muy excelentes condiciones. No estoy acostumbrada a un cuidado tan alto en limpieza en ningún concierto.
Poco después allá aparecen Sidonie y vuelven a brindar por nosotros e irremediablemente suena La sombra, tan potente sonó como en la versión de estudio, pero con el pequeño matiz de la pésima calidad de sonido. Luego llegó Fascinado y sus “fa fa fa fa fa” y “lala lalaralalala” eran entonados por más de la mitad de los espectadores, que los novatos en el grupo pudieron cantar también a medida que avanzaba la canción. Marc Ros fue cuando comenzó a abrir la boca pero no para cantar, sino para dar paso a la siguiente canción en un perfecto catalán, que los allí presentes que no tenía ni idea del susodicho idioma estuvimos mirando para las musarañas mientras tanto. Pillé al vuelo que la siguiente canción era del disco Universal, que si bien no me fallan los sentidos, es un álbum de La Habitación Roja y efectivamente, la siguiente fue un cover de sus compañeros de concierto. Días de vino y rosas fue la escogida y no sonó nada mal en manos de los de L’Hospitalet. Más tarde llegó el turno de saber si los allí presentes conocíamos los días de la semana con Un día más en la vida. Muy divertida con el bajista del grupo (Jesús Senra) animando para ver si nos habíamos aprendido la lección de Barrio Sésamo. Me daban ganas de cantar It’s Friday (a pesar de que era sábado) con la gracia del momento.
Otro con un gran equilibrio sobre el escenario
A mil años luz sirvió como puente para llegar a un cover de otra genial canción como es My Generation de The Who. Esta vez fue cantada por el propio Jesús Senra. Ciertamente parecía que los bajistas de ambos grupos eran los que más animaban a los allí congregados. Tanto revuelo para ver si conocíamos los días de la semana para luego cantar Nuestro baile del viernes con 24 horas de retraso, pero bueno, se les perdona, porque la fiesta no hacía más que seguir con un buen ritmo sin dejar tiempo al aburrimiento. Luego llegó la que tenía que llegar, El incendio, que da nombre a uno de sus álbumes en castellano, una imprescindible del conjunto catalán. Se notaba que el patrocinador ya pudo hacer efecto entre los que cantaban haciendo que nos apretujásemos cada vez más contra el escenario, pero aún así pudimos estar holgadamente. Posteriormente llegó otra imprescindible como es Costa azul con la colaboración otra vez de sus compañeros de rodaje.
Pero ya quedaba poco y ya lo iban anunciando, en catalán, obviamente, donde entendí algo sobre niños, MG y algo más. Con más expectación que frustración descubrí a las pocas notas que se trataba ni más ni menos que de Kids de MGMT pero versionada al español. Los bailes se dejaron ver por su torpeza y alegría, pero quedaba sólo un tema y había que echar todo sobre la pista. Allá terminó el tema e inmediatamente La Habitación Roja hicieron su último acto de presencia para cantar lo que fue el final de la fiesta. Se atrevieron a versionar a T-Rex y su genial Get It On, que os sonará especialmente a aquellos que visteis Billy Elliot.
Los bajistas y sus posturas (Parte II)
Pero después de dos horas y media ya iba siendo hora de terminar y la esperanza de que hubiese un bis se esfumaron al ver que encendían las luces y la música (muy bien seleccionada entre los que reconocí a Interpol o Editors) y cerraban el telón. Nos despacharon al momento, pero como ya no teníamos nada más que hacer allí, nos encaminamos a la salida. Miramos el reloj y no habían marcado ni las doce de la noche. Buena forma de cruzar la frontera que nos conducía al domingo.
Aquí abajo os dejamos el setlist de ambos conciertos y una pequeña galería de fotos proporcionada por Jack Daniel’s.
Setlist La Habitación Roja:
Heroes – Versión de David Bowie con Sidonie
El resplandor
Siberia
Van a por nosotros
Por ti
Love Will Tear Us Apart – Versión de Joy Division
Indestructibles
El eje del mal
Voy a hacerte recordar
Ayer
There Is A Light That Never Goes Out – Versión de The Smiths
La segunda oportunidad – Con Sidonie
Setlist Sidonie:
La sombra
Fascinado
Días de vino y rosas – Versión de La Habitación Roja
Un día más en la vida
A mil años luz
My Generation – Versión de The Who
Nuestro baile del viernes
El incendio
Costa azul – Con La Habitación Roja
Kids – Versión de MGMT (españolizada)
Get It On – Versión de T-Rex con La Habitación Roja
Finalmente agradecer a Jack Daniel’s por las fotos, el evento, los regalos y el concierto. Fue un lujo haber estado allí. Espero con impaciencia otra oportunidad similar. Buenas tardes y buena suerte.
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